La Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolló este martes 17 de mayo un espacio de discusión en el que se analizó el posicionamiento del conservadurismo político en la Asamblea Legislativa tras las elecciones del pasado primero de mayo.
La actividad fue moderada por la Directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Costa Rica, Ilka Treminio y contó con la participación del Asesor del Partido Frente Amplio, Alexander Chaverri y del Investigador de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Andrey Pineda.
Chaverri afirmó que la elección del Diputado del Partido Renovación Costarricense (PRC) Gonzalo Ramírez como presidente del directorio legislativo no es casualidad, sino que responde a estrategias e incluso “pasiones” de los diversos actores políticos.
“Ya todos conocemos cuál es la conformación del directorio, en el que está el Movimiento Libertario, Liberación Nacional, los evangélicos y donde evidentemente, el conservadurismo se apoderó del primer poder de la República”, enfatizó el politólogo.
Según Pineda, el resultado de las elecciones legislativas no debe ser motivo de asombro, pues evidencia el papel que ha venido ejerciendo desde hace varios años el PRC, como aliado en la concertación de agendas de los partidos oficialistas.
“Hoy tenemos contextos asamblearios pluripartidistas, ya no son el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) o el Partido Liberación Nación (PLN) con mayoría absoluta, (…) ahora para alcanzar consensos y mayorías hay que negociar y coquetear con los partidos minoritarios emergentes” explicó.
El investigador afirmó que desde el año 2003, cuando el PRC tuvo su primera participación en el directorio legislativo con la figura del diputado Carlos Avendaño, la agrupación ha seguido “escalando posiciones dentro del campo electoral costarricense”.
“Esta elección tuvo un gran impacto simbólico por su embestidura y porque es la primera vez en la trayectoria de partidos confesionales que ocupan un cargo de tal magnitud, (…) pero además es una completa novedad en un país históricamente dominado por la impronta católica” enfatizó Pineda.
Los expositores coincidieron en que las ideologías que guiarán la toma de decisiones en la Asamblea Legislativa durante el próximo año, plantean grandes retos para la consolidación de agendas progresistas, dentro de las que figuran discusiones como la del matrimonio igualitario o la consolidación de un estado laico.
Ante este panorama, se plantea que “el progresismo debe luchar contra corriente” y ampliar sus frentes de acción mediante la articulación de “grupos de presión que no necesariamente estén afiliados a los partidos” y la búsqueda de instancias distintas a la legislativa, como es la vía jurídica.
“Lo que refleja esta nueva elección son pugnas desatadas por procesos de cambio sociocultural, este panorama no hace más que reflejar la diversidad de posturas y las nuevas conflictividades que hoy atraviesan al país”, concluyó Pineda.