La Sede del Atlántico, en Turrialba, fue el escenario para la primera feria del ahorro en sedes regionales donde el personal, jóvenes y miembros de la comunidad pudieron participar en esta actividad que buscó crear conciencia sobre la necesidad del apartar dinero para proyectos y necesidades futuras.
Con charlas y varios actos culturales, así como con puestos de información sobre ahorro e inversión, esta actividad se constituyó en un punto de arranque para promover el ahorro y desincentivar el consumo, uno de los principales problemas económicos de los costarricenses.
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Precisamente, Isabel Piedra Pereira, jefa de la Oficina de Administración Financiera (OAF), organizadora de esta actividad, se refirió a datos como que un 62% de la población económicamente activa tiene un alto endeudamiento en el país y que existen 2.800.000 tarjetas de crédito para una población de un poco más de cinco millones y ni decir de algunos funcionarios de la Institución quienes no reciben salario, dado su alto endeudamiento.
Por ello, esta Oficina decidió proyectarse a la comunidad universitaria y nacional con la feria del ahorro y las finanzas, que se realiza desde hace cuatro años en la Sede Rodrigo Facio Brenes y desde el presente año en sedes regionales.
También Alex Murillo Fernández, director de la Sede del Atlántico destacó la importancia de ahorrar antes de endeudarse, planificando de esta manera a mediano y largo plazo los proyectos de inversión que se tienen hacia el futuro.
Según la motivadora Sharon Rosales, invitada por la Junta Administradora del Fondo de Ahorro y Préstamo de la UCR, el manejo de las finanzas es la tercera área de conflicto de las parejas, luego de la comunicación y la sexualidad y esto es relevante en una sociedad como la costarricense que tiene, en promedio hasta cinco tarjetas de crédito por familia y donde se muestra que los hogares duplicaron sus deudas para consumo.
Entonces se vuelve relevante tomar medidas como hacer presupuestos, planificar y sobre todo ahorrar tanto en dinero como en consumo de servicios públicos, recreación y todos los rubros que involucren gasto.
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Algunas personas frecuentemente dicen que ‘no saben en que se les va el dinero’ dice la señora Rosales, pero lo que pasa es que no se cuantifican los gastos ‘menores’, como la compra del pan, del periódico y otros productos que se adquieren al menudeo; por ello, la recomendación es hacer una lista de absolutamente todos los pagos, para saber en qué áreas se puede reducir el consumo.
De igual manera, recomienda hacer un listado de todos los gastos anuales como el pago del marchamo, de impuestos a las sociedades, matrículas de centros educativos y otros más y dividirlos entre 12 meses, de modo que el costo pueda ahorrarse durante ese período y no tener sorpresas por falta de presupuesto en el momento requerido de su cancelación.
En el manejo del dinero personal y familiar se deben considerar también aspectos como la conveniencia de fiar a otras personas en préstamos de consumo, ya que las estadísticas dicen que un 83% de los préstamos terminan siendo pagados por los fiadores.
Otro aspecto que muchas personas no consideran a la hora de planificar sus gastos, es el costo de mantener una mascota, pues estas requieren de atención veterinaria, vacunas, baño, implementos y otros requerimientos que hay que presupuestar dentro de los gastos personales o familiares.
Asimismo, Rosales considera importante es saber dónde se guardan documentos importantes como escrituras y contratos, pólizas de seguros, garantías de productos o servicios, estados bancarios y de tarjetas de crédito, testamentos y similares, que le permitan a la persona poder defenderse en situaciones de orden económico.
“Siempre, siempre, siempre hay que gastar menos de lo que se gana”, dice Rosales, por lo que es mejor hacer o revaluar un presupuesto y dedicar tiempo extra a rebajar o eliminar deudas, por ejemplo, simplificando el estilo de vida., reduciendo los gastos por fiestas, cocinando en la casa, usando poco el teléfono celular, aprovechando cupones de descuento y pagando en efectivo en la medida de lo posible, ya que ello le permitirá a la persona negociar los precios de los productos.
Para la elaboración de un presupuesto recomienda que dentro de los egresos se mantenga un máximo de un 35% de los ingresos en deudas, e igual porcentaje para los gastos del hogar, un 10% para seguros y al menos un 15% para los ahorros, dejando únicamente un 5% para otros gastos.
“Ahorre, ahorre y ahorre”, recomienda enfáticamente Sharon Rosales.
Una vez que se decide separar una parte de los ingresos para ahorrar, es importante también decidir cómo sacarle el mejor provecho a ese dinero, considera Erick Vargas Madrigal, consultor, patrocinado por Coopenae, quien opina que se deben buscar las mejores rentabilidades tomando en cuenta aspectos como para cuándo se requiere utilizar el dinero y los objetivos de uso de ese recurso.
En ese sentido, recomendó depositar ese dinero en instituciones confiables y que brinden una buena rentabilidad, de modo que los ahorros crezcan durante el período en que se encuentran en las entidades financieras del país.
También, se necesita definir un objetivo muy específico para ese ahorro el cual debe ser medible, realista y relevante, de manera que el tipo que se escoja dependerá de esos proyectos y entonces se podría invertir a la vista, donde la persona puede disponer el dinero en cualquier momento, o tomar la opción de un ahorro programado donde cada mes deposite, o se le debite de su cuenta un monto específico o incluso hacer inversiones a mediano y largo plazo.
El señor Vargas concuerda en que los mejores hábitos para ahorrar consisten en disminuir gastos, realizar un presupuesto donde se indique cómo se va a administrar el dinero y hacer proyecciones anuales para ese determinado plan.
Dentro de las inversiones a largo plazo se mencionó en la feria la posibilidad también de invertir en planes de pensiones voluntarios que le complementarían a las personas sus ingresos al jubilarse, tomando en cuenta especialmente que en ese momento los ingresos serán mucho menores a los recibidos durante el período laboral.
Para ello, primeramente, se recomienda llegar a esa etapa sin deudas y tomar desde muy joven un sistema de ahorro a largo plazo y tener mucha persistencia en el depósito mensual para este rubro, que le podría deparar un mejor futuro económico cuando se jubile.
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