El ambiente es un poderoso indicador del sistema económico que hemos desarrollado los humanos y del impacto en la promoción de las desigualdades.
No necesariamente el progreso económico ayuda al mejoramiento de la calidad ambiental. El consumo aumenta la generación de desechos sólidos, la urbanización de zonas rurales aumenta las emisiones atmosféricas y aumenta la cantidad de aguas residuales. En definitiva a mayor prestación de servicios mayor impacto ambiental.
En un sistema sustentable el progreso no compite con el ambiente, sino que forman parte de un mismo sistema, se compensan e incluso se potencian entre sí, mejorando efectivamente la calidad de vida de las personas.
Participar de las decisiones en la protección del ambiente es hacer democracia mediante la búsqueda incesante de lograr un equilibrio.
–¿Cómo puedo hacer democracia, como ciudadano, con la huella ecológica?
"Las consecuencias de los impactos ambientales las sufrimos todos por igual. Si no se hacen cambios a nivel individual y colectivo, pronto se dará una destrucción de los recursos naturales y los ecosistemas cercana al punto de no retorno. Hay que recordar que todos necesitamos aire, agua, alimento y energía para sobrevivir (la regla de supervivencia del tres: demoramos en morirnos 3 minutos sin aire, 3 días sin agua y 3 semanas sin alimentos). El estilo de vida derrochador debe terminar. Es urgente promover un cambio en el estilo de vida cotidiana".
–¿Cómo se calcula mi huella ecológica?
"Involucra (por habitante) el volumen de aire limpio, la cantidad de agua potable, la cantidad la superficie marina para proveer alimento acuático y la cantidad de suelo para: proporcionar alimento, proteger los ecosistemas y la biodiversidad, para proveer la energía que se consume y la infraestructura (vivienda, salud, educación, transporte, servicios…)".
En el planeta Tierra, con aproximadamente una cuarta parte de su superficie productiva, existen 12.600 millones de hectáreas productivas, incluidas áreas marinas y tierra firme. Como los seres humanos no somos los únicos habitantes del planeta, se debe preservar inalterado, al menos, el 10% de esta superficie para otros seres vivos, lo que deja 11.340 millones de hectáreas disponibles para los seres humanos. Si se divide esta cifra entre los habitantes del planeta, se verá que a cada persona le corresponde un pedacito productivo de aproximadamente 1,5 hectáreas, de las cuales 0,25 serían de uso agrícola, 0,6 de prado, 0,6 de bosque y el resto iría destinado a terrenos modificados (ciudades, carreteras, fábricas…) (WWF, 2016). Para los 7.400 millones de humanos actuales el promedio mundial de uso es 2,7 (hay 44 % de déficit). Se están consumiendo los recursos más rápido de lo que la Tierra los puede reponer.
–¿La huella ecológica de Costa Rica es aceptable?
"Costa Rica es un país con muy buenas condiciones ambientales, posee riquezas biológicas resguardadas mediante un extenso sistema de áreas protegidas que cubren casi el 25% del territorio nacional y se cuenta con una cobertura boscosa del 54 %. Su capacidad ecológica está en 1,6 hectáreas/habitante/año y se utiliza 1,8 (hay 8 % de déficit) (Vigesimoprimer Informe Estado de la Nación, 2015; FAO, 2016)".
Cerca del 31% de la huella ecológica corresponde al uso energético. El patrón de esa matriz es preocupante, porque tiene una dependencia del 70% de los hidrocarburos y un 25% de la electricidad. Según el Informe Estado de la Nación, en 1980 el parque vehicular del país se situaba en 180 986 unidades, mientras en 2014 reporta 1 399 238 de vehículos para 4,8 millones de habitantes, solo superada por Guatemala, que registró 2 693 335 automotores para 16, 6 millones de habitantes. En Costa Rica la venta de automóviles creció 25 % en el año 2015, 61% corresponde a automóviles, 21% a motocicletas, 11% a vehículos de carga liviana y 3% a carga pesada (Quinto Informe del Estado de la Región, 2016).
Costa Rica tiene un rezago en el manejo sostenible de los residuos sólidos los cuales contaminan suelos, aguas y aire; se presenta un ínfimo porcentaje de reciclaje: 1,3 % (Estrategia Nacional de Separación, Recuperación y Valorización de Residuos y el Plan Nacional para la Gestión integral de Residuos, Ministerio de Salud, mayo 2016) mientras España recicla 30 %.
–¿Cómo puede un ciudadano disminuir la huella?
"La premisa: mejora económica = mejora ambiental = mejora social, simplemente no funciona. Si revisa su basura, su bodega, su refrigeradora, su guardarropa, se dará cuenta de que siempre se puede ser un comprador o compradora más responsable".
Se puede reducir el consumo de agua, reducir el consumo de energía eléctrica, separar residuos para aprovecharlos, consumir alimentos producidos localmente, reducir el uso de vehículo particular, sembrar árboles y vegetación en zonas verdes.
El alimento se ve como un bien comercial y no como un bien social. Existe una clara diferencia para las personas entre lo que es comer y alimentarse, entendiéndose que “comer” es el acto cotidiano de consumir los alimentos que se tienen al alcance; mientras que “alimentarse” se refiere al seguimiento de una dieta saludable, balanceada y correcta calóricamente (Política Nacional para la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Costa Rica: Ministerio de Salud. 2011). No es viable desperdiciar 15 % de los alimentos en nuestro país, ello representa 5 000 t de alimentos por año (FAO, 2014). Las pérdidas ocurren principalmente durante la cosecha (28 %) y durante el consumo (28 %), principalmente en eventos. Se debe hacer una planificación de consumo semanal en todas las familias.
Las personas que habitan en la ciudad desperdician mucha agua, utilizan numerosos aparatos eléctricos, consumen alimentos que son traídos desde otras regiones o países, viajan en auto y en avión, usan muchos envases de plástico, presentan sobreconsumo y generan muchos residuos. Al utilizar todos estos recursos, se está reduciendo la superficie de bosques, praderas, desiertos, manglares, arrecifes, selvas, y la calidad de los mares del mundo.
La población que habita en zonas rurales usa poca agua y pocos aparatos eléctricos, se alimenta de sus siembras, viaja a pie o a caballo, usa menos envases de plástico y genera menos residuos, por ello tiene una huella ecológica pequeña.
–¿Desde la academia, cuáles han sido los aportes?
"Se han establecido estrategias de sensibilización ambiental hacia el estudiantado, docentes y administrativos mediante charlas y talleres, tanto en la sede central como en sedes y recintos. La reducción de nuestros niveles de consumo se comunica como una opción ética, basada en jerarquización de gestión de residuos (Ley para la gestión integral de residuos # 8839: evitar, reducir, reutilizar, valorizar, tratar y disponer, La Gaceta 13 julio 2010). Se empodera al consumidor para hacerle ver que él es el último eslabón del sistema económico, y como tal, tiene la responsabilidad y el poder de cambiar el estado de consumismo al que se nos induce por los medios de comunicación social y la educación es la única salida a esta crisis de supervivencia humana".
La enseñanza de negociaciones ganar – ganar (yo gano pero el otro también gana) forma parte de los planes de estudio en cursos de administración de empresas y economía en la UCR. No es aconsejable el juego donde yo debo ganar todo y el otro perder todo. ¿Para qué se quiere tener una empresa o actividad económica exitosa? ¿Para comprarse una casa en el residencial más caro del país? ¿O una casa en la playa, con lancha incluida? ¿Para realizar viajes por todo el planeta? ¿Para adquirir ropa exclusiva? No. El objetivo es otorgar beneficios a los colaboradores de la empresa, tales como servicios médicos, educación, ayuda para vivienda y muchas veces dividendos que los hacen parte de la empresa. Se socializan los beneficios y se garantiza el crecimiento de la empresa por el empeño de todos los trabajadores.
“La mayoría de la gente piensa que hay que dejarle un mejor planeta a nuestros hijos, cuando lo correcto es dejarle mejores hijos al planeta.”
Master Giselle Lutz Cruz es docente e investigadora de la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica. Coordina la Comisión Institucional de Carbono Neutro.
Obtuvo la licenciatura con énfasis en química analítica y la maestría en Química sobre fuentes alternativas de energía, ambas en la Universidad de Costa Rica.
Algunas de las áreas de interés de investigación son la química de alimentos, en particular el área de lípidos y aprovechamiento de desechos agroindustriales y síntesis de biocombustibles de origen vegetal y animal.
Algunas de sus publicaciones
Lépiz-Aguilar, L.; Rodríguez-Rodríguez, C.E.; Arias, M.L.; Lutz, G.; Ulate, W.; Butanol production by Clostridium Beijerinckii BA101 using cassava flour as fermentation substrate: enzymatic vs chemical pretreatments. World Microbiol Biotechnol (2011) 27 1933-1939.
Lépiz-Aguilar,L.; Rodríguez-Rodríguez, C.E.; Arias, M.L.; Lutz, G. AcetoneButanol-Ethanol (ABE) Production in Fermentation of Enzymaticaly Hydrolyzed Cassava Flour by Clostridium Beijerinckii BA101 and Solvent Separation. J.Microbiol Biotechnol (2013) 23(8) 1092-1098.
Irías-Mata, A.; Lutz, G. Pineapple-stover derived furan compounds as gasoline oxygenate additive. Cuadernos de Investigación UNED Vol.5(2). Diciembre 2013.
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