Las importancia de las instituciones nacionales abarca muchas aristas, pero entre ellas se puede hablar del desarrollo y la democracia.
Representan para la sociedad espacios normados que deben mantener ante la ciudadanía amplios niveles de confianza, pero que también deben enfrentarse a los retos de la actualidad y ponerse al día para evitar su debilitamiento que conllevaría a peligrosas consecuencias.
El politólogo Felipe Alpízar Rodríguez compartió sus opiniones acerca de este tema en la siguiente entrevista.
–¿Cuál es la importancia de las instituciones nacionales en la construcción de la democracia?
"Uno podría hablar de la importancia de las instituciones para muchas cosas, una es por ejemplo para el desarrollo. La mejor manera de demostrar la importancia de las instituciones es salir del país, si usted va a Honduras, a Nicaragua, a El Salvador, se da cuenta que las instituciones no están en todo el territorio o que están de una manera muy débil, entonces se evidencia que la gente tiene una relación muy distante con el Estado".
En esto hay que hablar también de ciudadanía, que es la contraparte de las instituciones, pues hay un concepto restringido de ciudadanía que tiene que ver nada más con participación política. Aquí uno podría hablar de la importancia del Tribunal Supremo de Elecciones o del Registro Civil, que aseguran un documento que lo habilita como ciudadano con derecho, y aseguran los procesos electorales, que otra vez nosotros lo damos por sentando y nos parece completamente normal, en otro países no hay un registro claro de ciudadanos y problemas electorales.
Pero en una perspectiva más amplía de democracia también es importante que el ciudadano se vincule con el Estado a través de diferentes ámbitos de la institucionalidad.
–¿Cuáles son los retos de las instituciones en el contexto democrático actual?
Hay un primer reto que es mantenerse al día ante los nuevos actores, y nosotros mismos que nos relacionamos distinto con el Estado, como las redes, el mundo virtual, la nueva manera de comunicarnos. Es ver cómo las instituciones se adaptan al cambio tecnológico y al cambio social que esto representa.
Hay otro que es de siempre y es cómo continuar apoyando el desarrollo y bienestar de las personas, pues si cambia la economía y cambia la sociedad, entonces el Estado también tiene que cambiar.
Hay otro que tiene que ver con una multiplicación de las demandas ciudadanas, que tiene relación con la agenda de Derechos Humanos. Antes la ciudadanía estaba más restringida a solicitar cosas, que tenían que ver con el orden de lo tradicional como derechos del trabajo, ahora hay demandas de poblaciones específicas como LGTBI, comunidades indígenas, bienestar animal, temas culturales y ambientales.
Además también hay que tomar en cuenta el contexto internacional y los retos que esto conlleva como el futuro ingreso a la OCDE o la política externa de Estados Unidos, así como ver más al sur y aprovechar lo que ofrecen algunos países.
–¿Cuál debe ser el papel del ciudadano para el fortalecimiento de las instituciones públicas?
Debería ser el de informarse y estar vigilantes, así como la defensa de las instituciones, exigir transparencia, rendición de cuentas, lucha contra la corrupción y sus propias demandas. Pero el ciudadano tiene derecho a estar enojado.
–¿A qué peligros se enfrenta el país si se debilitan sus instituciones y esto como afectaría el ejercicio democrático?
El mayor riesgo sin duda es el autoritarismo, el socavamiento de las instituciones que produce que el poder sea totalmente discrecional y eso es muy malo para la democracia y para los ciudadanos que van a a ser víctimas de ese poder discrecional. La ventaja de las instituciones es que es un poder normado encauzado dentro de la ley.
El Dr. Felipe Alpízar Rodríguez es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, donde también cursó sus estudios de Maestría. Su tesis doctoral “¿Democracia ecológica? Las instituciones, la participación política y las contiendas por el agua en Costa Rica (1821-2010)” fue nominada al premio extraordinario de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
Es profesor e investigador en la Universidad de Costa Rica desde el 2005 y actualmente es el director del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP).
Ha publicado artículos científicos en revistas nacionales e internacionales. Ha trabajado diversas áreas de la Ciencia Política como son los estudios sobre el poder, teoría política, metodología de la investigación así como política ambiental y comercial, desarrollo local y el Estado en Costa Rica.
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