Nueva variedad de frijol Nambi resistirá a la sequía

La nueva variedad de frijol negro se denomina Nambí, siguiendo la tradición de denominar las variedades desarrolladas con nombres de origen indígena. Esta palabra proviene de la lengua Chorotega y corresponde al cacique de mayor autoridad en Nicoya (foto cortesía Néstor Chaves).
 

La agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático. Esta es una realidad a la cual los investigadores y productores nacionales ya están haciendo frente mediante el desarrollo de nuevas variedades resistentes a los efectos de este fenómeno.

Como resultado del trabajo conjunto realizado por investigadores de la UCR y del INTA con apoyo de productores de las regiones Huetar Norte y Brunca se logró liberar recientemente la línea experimental de frijol SEN52 denominada Nambí. Este frijol se caracteriza por ser tolerante a sequía terminal, tiene un ciclo de producción más corto que las variedades actuales y presenta excelentes índices productivos.

“Es una variedad de grano negro comercial, arquitectura erecta, cuya principal característica es la resistencia a condiciones de sequía terminal, atributo que le confiere ventaja sobre las otras variedades de frijol disponibles”, detalló el investigador Juan Carlos Hernández, del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) .

El Ing. Juan Carlos Hernández del INTA (derecha) quien coordinó los ensayos que dieron origen a la  variedad, junto con el Ing. Néstor Chaves durante la liberación (foto cortesía Néstor Chaves).
 

“Nambi” es la primera de una serie de variedades que se irán liberando con el tiempo que responden a los efectos del cambio climático. “Ya no estamos pensando tanto en enfermedades, sino que estamos previendo cambio climático: sequía con esta variedad y próximamente temperatura” agregó el Ing. Néstor Chaves, investigador de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEAFBM).

Colaboración

La liberación de la variedad "Nambí" se logró bajo la metodología de fitomejoramiento participativo. Esta metodología permite involucrar  a los productores desde etapas tempranas hasta que se da la liberación de la variedad, “eso tiene como beneficio que el agricultor conoce la variedad desde mucho antes, la han adoptado y asimilado e incluso nos dicen cuándo necesitan que la liberemos” destacó Néstor Chaves investigador de la UCR.

En este proyecto que se extendió por cinco años, colaboraron los Comités Técnicos Locales de las organizaciones de Productores de Concepción de Pilas, El Águila, Veracruz, Guagaral y Chánguena, en la Región Brunca, y del Centro Agrícola Cantonal de Los Chiles, en la Región Huetar Norte, entre otros.

La variedad Nambí fue liberada a finales del 2016, en Veracruz de Pérez Zeledón (foto cortesía Néstor Chaves).
 

La nueva variedad se introdujo a Costa Rica en el 2011, como parte del Ensayo Regional de Líneas de Frijol de Grano Negro Tolerantes a los Efectos del Cambio Climático con énfasis en sequía. El material vino desde la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, Honduras y el cruzamiento original fue realizado en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Colombia.

Al alcance del productor

El objetivo de este tipo de proyectos de trabajo conjunto entre investigadores y productores es mantener viva la producción de frijol en el país enfrentando constantemente los retos. Según explicó el Ing. Chaves, es un trabajo permamente pues las necesidades, las técnicas de producción, las enfermedades y las exigencias del mercado van cambiando constantemente.

Para que las nuevas variedades de frijol lleguen a todos los productores interesados, en cada región los Comités Técnicos Locales se encargan de producir semilla comercial de altísima calidad a partir de la semilla fundación que adquieren en la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno de la UCR, a través del proyecto de producción local de semilla.

El frijol es un alimento de gran relevancia en la agricultura y en la seguridad alimentaria nutricional de la población costarricense. Es una excelente fuente de proteína vegetal, es una rica fuente de vitaminas y minerales y no contienen gluten. Además ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer de colon, la diabetes, la obesidad, la osteoporosis y anemia, entre otras.