La ilustradora mexicana Ixchel Estrada visitó la semana pasada la Universidad de Costa Rica. Durante su visita ofreció una serie de charlas a estudiantes y profesionales de artes plásticas y diseño gráfico.
En una entrevista para la Oficina de Divulgación e Información (ODI), Estrada habló sobre sus inicios, la docencia y la ilustración en América Latina, entre otros temas.
Creo que empezó como algo que traía yo de manera intrínseca, no consciente. Mis padres a mi hermano y a mí nos hicieron una libreta roja en donde pegaban recortes, pegatinas, imágenes y estas imágenes estaban relacionadas a un concepto. Mi mamá es bióloga y en la casa tenía un laboratorio, así que crecí rodeada de ese tipo de cosas. Nunca pensé que la primera ilustradora en mi vida fuera mi mamá. Creo que este asunto de cortar-pegar siempre estuvo muy presente en mi vida.
Entré a la universidad, aunque yo quería ser médico forense, porque quería diseccionar cuerpos, pero cuando me avisaron que para ser forense tenía que cortar a vivos antes, preferí desistir, la siguiente era Bellas Artes entonces creo que tomé la decisión y pasaron las cosas porque así tenía que ser.
Creo que es la base, el principio y el fin. Lo que hago es justamente diseccionar, hago como una especie de seguimiento de forense donde tengo un caso, que en realidad es mi texto, en donde tengo que hacer una investigación, conocer los orígenes, la situación, el sector con el que voy a trabajar. Hago bocetos de cómo creo que voy a plantear mi proyecto, el enfoque que le voy a dar y hago recopilación de imágenes y materiales.
Hay que tomarlos de manera particular. Pensar que sus habilidades y posibilidades son bien diferentes. Porque en la generalidad nos llevamos a muchas personas y me incluyo, que no podemos hacer ciertas cosas, pero que podemos resolverlas utilizando otras herramientas. Que el alumno se dé cuenta que no puede resolver una cosa con lápiz en mano pero puede resolverla a través de tijeras o de papel, es afortunado porque no se siente frustrado.
Ser un comunicador. Un ilustrador no es un dibujante, es una persona que como parte del diseño gráfico tiene que cumplir una misión que es comunicar. Que por encima de la técnica y de lo estético que pueda ser su trabajo, si no comunica no sirve.
Es una ilustración que apoya un mensaje, que da una segunda lectura, que puede ser estéticamente agradable o no, pero que sirve para que el público entienda el mensaje.
Que tengas un buen director de orquesta. Un editor que te sepa guiar hacia lo mejor que necesite un proyecto. De ahí que un editor elija qué ilustrador es el que mejor funciona para cada proyecto. Luego que por encima de tu ego y por encima de cosas personales, tengas la objetividad y a veces aunque no la tengas, que escuches al otro cuando te dice esto no se lee, esto no se entiende, tienes que modificarlo, tienes que quitarle elementos, es muy complejo.
Creo que está pasando por un resurgimiento hacia lo análogo. Se está volviendo la mirada hacia los textiles y las formas de la cultura indígena que nos sustenta como países y que nos otorga todo el empoderamiento gráfico.
Que lea, que lea de todo, como ilustrador puedes estar trabajando para distintos temas o medios, temas que nunca pensaste que ibas a estar tratando de resolver de manera gráfica, es importante leer lo que sea y hablo de lo que sea porque todo nos nutre.
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