Emprendedores de las más diversas áreas culminaron la I Fase Azul del 2016, donde se presentaron 41 proyectos nuevos con soluciones que abarcan campos como el diseño, la educación, el desarrollo de Tecnología de Información y Comunicació (TIC) y la cultura.
Con tan sólo 17 años, Jorge Ortega es uno de los 32 emprendedores que culminaron Fase Azul –la primera etapa del proceso de preincubación– en la Agencia Universitaria para la Gestión del emprendimiento (AUGE), donde conocieron con más detalle las herramientas y metodologías que les ayudarán a descubrir lo que realmente quieren lograr y cómo pueden orientar sus ideas y proyectos para que sean sustentables.
Junto a su hermano Josué, Jorge desarrolla Jervice, un proyecto ambicioso vinculado a la inteligencia artificial.
“Jervice es un asistente virtual que a través de una plataforma web y comandos de voz, ya sea por smartphones, tablets o computadoras, uno puede indicarle tareas o eventos que el asistente organiza y acomoda en una agenda y realiza recordatorios de manera automática. Al mismo tiempo, el asistente va aprendiendo del usuario”, apuntan ambos hermanos.
La comunidad de AUGE se expande de la mano con proyectos donde el diseño y la cultura también están presentes. Adriana Naranjo es antropóloga, comunicadora social e ilustradora egresada de la UCR. Lo que busca es combinar sus tres pasiones y, junto a sus dos socias, hacer crecer su proyecto Arborem, una serie de materiales educativos con el apoyo de TIC para niñas y niños, en temas como empoderamiento femenino, derechos humanos y la diversidad cultural humana.
Por su parte Guadalupe Fuentes busca incidir en el campo de la salud. Desde que era una niña ha sufrido de un mal que aqueja a muchos: el asma. Motivada por los molestos efectos secundarios de los medicamentos empleados para controlar las dificultades respiratorias, llegó a AUGE con la idea de un producto natural que pueda mejorar el tratamiento de esta enfermedad y ayudar a otras personas que sufren de este padecimiento.
Para culminar el proceso de Fase Azul, los emprendedores se enfrentaron a la Ráfaga AUGE, esta es una presentación de dos minutos de cada uno de los proyectos a la comunidad emprendedora y a un conjunto de personas expertas, en donde exponen el problema en el que quieren intervenir y la solución que ofrecen.
Los expertos invitados aportan preguntas y opiniones desde diferentes puntos de vista, con el fin de cubrir completamente las principales carencias y virtudes del proyecto.
“La experiencia ha sido maravillosa. Haber participado en esta experiencia me hizo darme cuenta de que mis ideas valen, son buenas, puedo acomodarlas y ser flexible, también aprendí a ver mi mercado meta de una manera distinta”, comenta Adriana Zamora, quien es abogada y desea desarrollar Z&Z Consultores, un proyecto de consultoría integral para Pymes, donde –en un solo lugar– encuentren apoyo en todas las áreas que necesiten.
Esta retroalimentación es sólo parte del proceso de nuestra incubadora. El valor de la comunidad AUGE consiste en crear un ecosistema donde los emprendedores más nuevos puedan aprovechar, observar, experimentar y compartir a partir de la experiencia de aquellos que se encuentran más avanzados. Esto también permite crear una red de trabajo y de contactos, donde la colaboración es uno de los valores más importantes.
“El entusiasmo de la gente de AUGE es contagioso. Además, compartir con personas que tienen una idea o una pasión es muy enriquecedor, saber que todos estamos aprendiendo, que tenemos miedos e inseguridades, pero que no queda más que echarse al agua”, concluye Adriana Naranjo, de Arborem.