En su día a día, Berny Joel Jiménez Cedeño combina su amistad inquebrantable con los números y la matemática, y su pasión por el arte, específicamente por la pintura.
Él es estudiante de primer año de la carrera de Contaduría Pública en la Sede del Caribe de la UCR y fue el ganador de la edición 2016 del Certamen Estudiantil de Artes Visuales Bidimensionales: Ambiente Universitario.
Dicho concurso lo organiza el Consejo Universitario desde 1984 y con ello busca estimular y promover las diferentes actividades artísticas dentro de la población estudiantil de esta casa de enseñanza de estudios superiores.
La Universidad de Costa Rica: equidad e inclusión social de los pueblos indígenas, fue el tema principal para esta nueva versión del concurso y Berny Jiménez convenció a los organizadores de ser el mejor con una obra a la que denominó: El corazón indígena adaptado en su entorno.
“Desde niño he tenido esa iniciativa por el arte y siempre trato de aprovechar al máximo todas las posibilidades que me hagan crecer en el ámbito del dibujo: llevé cursos en la escuela, participaba en los concursos y gané premios en primaria y secundaria. Para mi es una inmensa alegría poder entrar a la UCR y tener el chance de desarrollar parte de lo que integra mi personalidad, por eso cuando me enteré de este certamen pensé que era mi gran oportunidad, fui creando el plano de lo que quería proyectar con la pintura y apenas tuve tiempo debido a la carga académica que llevo me puse en acción y lo pude terminar a tiempo”, indicó.
Dentro de las técnicas de pintura que más le gusta utilizar a Berny están las tizas pastel y el óleo,
Berny vive en el centro de la ciudad de Limón con sus padres y cuatro hermanos, familia a la que considera la base de su formación como persona, tiene 21 años y se graduó de bachillerato de secundaria en el Liceo Nuevo de Limón; pero además tiene palabras de admiración por la labor que realiza la Universidad de Costa Rica.
“He podido constatar que el interés de la UCR es formar personas solidarias, humanitarias, pacíficas, colaborativas, respetuosas, defensoras de los valores y derechos humanos, una vez que inculca esto se produce en la persona la disciplina, el amor por el estudio y la responsabilidad, pues los estudiantes se sienten como en su casa y por eso desarrollan al máximo sus capacidades; al final lo que obtienen es una mejor calidad de vida”, declaró.
“El arte me hace estar en calma, en paz, siempre saco tiempo para crear ideas, ver esculturas y observar manualidades, pues también me gusta ver el arte que elaboran los demás” mencionó el joven artirsta.
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