Las tecnologías digitales han permeado en cada ámbito de la vida cotidiana, incluyendo la educación. Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y, sobre todo, los aparatos móviles, han provocado modificaciones en el proceso de aprendizaje y enseñanza de los actuales modelos educativos.
El informe de este año del Programa Institucional Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic) de la Universidad de Costa Rica (UCR) abordó el tema desde diversas perspectivas, tanto desde los esfuerzos realizados por el país para complementar los distintos niveles escolares con los beneficios de las tecnologías como de los retos que quedan por vencer.
En el capítulo Tecnologías digitales y educación desarrollado por Felisa Cuevas Cordero y Nathalia Núñez Artavia, ambas investigadoras del Prosic, se realizó un análisis de los programas y proyectos generados para la incorporación de las herramientas tecnológicas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como del impacto que han generado estos programas.
En la actualidad se apuesta más por la creación y la gestión de conocimiento, compatibles con un proceso de aprendizaje más dinámico, colaborativo y que contribuya al desarrollo de habilidades cognitivas del estudiante en colaboración con las nuevas tecnologías de la información.
Según el capítulo elaborado por Cuevas y Núñez, actualmente se llevan a cabo más de 70 proyectos entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Fundación Omar Dengo (FOD), algunos en colaboración con otras organizaciones, que tienen como fin un nuevo modelo educativo que vaya de la mano con el uso de las tecnologías y que responden a distintos objetivos y públicos metas.
Por ejemplo, Costa Rica cuenta con el Programa Nacional de Informática Educativa (Pronie), que se enfoca en la educación primaria y secundaria y posee una amplia cobertura nacional, en beneficio de miles de estudiantes.
Este programa, creado por el MEP y ejecutado por la FOD, abarca proyectos con distintas perspectivas, como el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales en los estudiantes, el aprendizaje colaborativo, el apoyo al docente en la utilización de las tecnologías, como herramientas pedagógicas y el desarrollo de capacidades de emprendimiento, gestión empresarial, y el uso productivo de las tecnologías en jóvenes de colegios técnicos y académicos.
Asimismo, hay proyectos que buscan la integración de las tecnologías móviles en la propuesta curricular de los colegios rurales del país y con esto la disminución de la brecha educativa, que incluyen también a los centros educativos en zonas indígenas.
“Integrar las tecnologías digitales representa algo más que el equipamiento de los centros educativos. Éstas se deben integrar al currículo, facilitar la creación de redes para el aprendizaje y tener todo un plan de acción”, explicó Núñez.
Existen otros que permiten a los estudiantes de colegios técnicos públicos prepararse para el futuro laboral y añadir habilidades a sus perfiles profesionales, mediante la facilitación de conocimientos en emprendimiento y gestión empresarial. Asimismo, hay otros proyectos dirigidos a personas adultas que las incorpora al uso creativo de la informática.
A la lista se suman muchos que han venido desarrollándose desde hace tres décadas y otros que han sido implementados por el actual Gobierno. Para Núñez, “este tipo de programas pueden colaborar en la reducción de la brecha tecnológica, beneficiando a las poblaciones vulnerables a tener acceso a las tecnologías y a la conectividad, lo cual es uno de los ejes de trabajo; además, desarrollando programas que involucren a la comunidad y a las familias”.
Sin embargo, uno de los principales retos que enfrenta el país es establecer una conexión adecuada en los centros educativos, que con las nuevas tendencias educativas y tecnológicas demandan conexiones más amplias y de mayor capacidad. “En este sentido, las metas de varios países de Latinoamérica y el Caribe van dirigidas a la expansión de la conectividad de banda ancha”, agregó Núñez.
Además, las autoras del estudio afirman que a pesar de que el país ha sido pionero a nivel latinoamericano en las iniciativas mencionadas, no se ha valorado la incidencia ni realizado diagnósticos de rendimiento de los programas y proyectos implementados en los centros educativos del territorio nacional.
“Es de suma importancia realizar estas evaluaciones en pro de mejora y toma de decisiones. Además, dichas evaluaciones deben estar al alcance de quien lo requiera”, indicó Núñez.
Por su parte, las modalidades de educación para adultos, los colegios nocturnos, los artísticos, la educación especial y los institutos profesionales de educación comunitaria tienen una atención significativamente menor por parte del Pronie, según la investigadora.
Según Núñez, “aún hay mucho por mejorar, en el sentido de sistematizar experiencias aprendidas y mejorar las políticas que hay, ya que estas se quedan cortas en la definición de criterios de formación de profesores, lineamientos para la elaboración y creación de contenidos digitales educativos y los procesos de evaluación”.
En esta línea de búsqueda de mejoramiento, tanto el Prosic como el Instituto de Investigación en Educación (INIE) de la UCR, en conjunto con el MEP, realizan esfuerzos para evaluar el impacto de la incorporación de las tecnologías digitales en la educación primaria y secundaria, y así establecer una base que permita realizar evaluaciones necesarias para la toma de decisiones.
© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: noviembre, 2024