Cerca del 10% de la población costarricense es zurda, mostrando mayor incidencia entre la población urbana menor a los 29 años de edad, posiblemente esto se deba a que el sistema educativo ya no obliga a los estudiantes de primaria a escribir con la mano derecha como ocurría alrededor de la primera mitad del siglo anterior. Dicha conclusión se obtiene de la Encuesta de Actualidades 2015, realizada por la Escuela de Estadística, cuyos resultados se presentaron a finales de diciembre del año pasado.
El estudio fue dirigido por los estudiantes Pamela Alvarado Salazar y Emily Natasha Díaz Badilla, bajo la supervisión del magister Johnny Madrigal Pana, docente e investigador de dicha escuela. Se aplicó entre 1087 personas de todo el país y se propuso cuantificar la cantidad de personas zurdas de Costa Rica, y comparar dichos resultados con algunas características con los diestros. Asimismo, confrontar los datos con los obtenidos en otros estudios realizados a nivel mundial.
En términos generales, la encuesta reveló que el 6% de la población se define como zurda, pero que entre los niños mayores de 7 años un 15% son zurdos, por lo que al ponderar los resultados se obtiene que el 10% presenta dicha característica. Esto coincide con otros estudios que señalan que entre el 10% y 11% de la población mundial son zurdos, en contraste con el 2% que se registraba a inicios del siglo XX a nivel global.
Entre los hallazgos se encontró que la edad promedio de los zurdos es inferior en comparación con los derechos, en los primeros es de 36 años y de 43.2 para los diestros. Una diferencia significativa es que solo un 2% de las personas de zona rural afirmaron ser zurdos, frente al 7.4% de las urbanas. Una posible explicación es que “los zurdos se les dificulta más el uso de las herramientas, pues son hechas para diestros. Esto podría hacer que usen más su mano derecha para acostumbrarse al trabajo manual y terminan siendo diestros”, dijeron los investigadores.
Aunque no existe un consenso científico sobre las razones de la zurdera, este estudio determinó que 18.4% de los zurdos tuvo una madre con igual característica, mientras que solo el 12% dijo tener padre zurdo, lo que podría interpretarse que la zurdera materna tiene mayor incidencia en sus hijos.
Uno de los aspectos explorados es el trato recibido durante la infancia, sea en el ámbito escolar o familiar. El 13.4% afirmó que recibió comentarios o acciones negativas debido a su condición. La incidencia fue mayor entre mujeres. Sin embargo, “esto se complementa con el hecho de que 32.9% de personas zurdas tiene grado universitario y solo 23.6% de las diestras, aspecto que se refleja en un promedio mayor de escolaridad, del 10.9% y 9.6%, respectivamente”, acotaron los estadísticos.
Existen muchos mitos sobre la zurdera. En el pasado se asociaba a desordenes mentales y del aprendizaje. Con el tiempo, los científicos confirmaron que no se trata de ninguna afección, solo una variación genética aún poco estudiada, que tiene que ver con la lateralidad y los hemisferios cerebrales. El lado izquierdo del cerebro controla la parte derecha del cuerpo; se relaciona con la lengua, la escritura, la lógica y el pensamiento lineal. El derecho asume el control de la mano izquierda, se vincula con todas las actividades creativas y las emociones. Pero es importante aclarar que ambos son complementarios, aunque especializados.
A partir de estas características anatómicas uno de los mitos no comprobados del todo es que la dominación del cerebro en los zurdos los convierte en pensadores más creativos y visuales que los diestros. Tomando en cuenta este criterio, la encuesta preguntó a las personas sobre sus habilidades y destrezas. Los resultados arrojaron que más zurdos se dedican a actividades creativas y deportivas que los diestros. Por ejemplo, el 59.5% de zurdos practica deportes y solamente 47.1% de los diestros. En lo que respecta a las labores artísticas el 30% de zurdos pintan, esculpen y hacen grabados, mientras que solo el 21% de los derechos.
“Es importante aclarar que las diferencias entre ambos grupos de población no resultaron estadísticamente significativas. Esto sugiere que para estudios futuros el número de personas zurdas entrevistadas debe aumentar para corroborar las diferencias encontradas”, recomendaron los investigadores.