Recientemente, la sección de Colecciones Patrimoniales del Museo Regional de San Ramón, realizó el conversatorio “Boletos de café una manifestación del patrimonio cultural en la región de Occidente”.
La actividad, según el M.Ed. Mainor Badilla, es parte de una serie de propuestas que el Museo Regional trata de gestar, orientadas a rescatar elementos patrimoniales e históricos de la región de Occidente.
En el conversatorio, el profesor M.Ed. Eduardo González Ayala, realizó un recorrido histórico por el desarrollo institucional y la economía cafetalera en el cantón de Naranjo, como introducción al tema de los boletos de café usados en las haciendas cafetaleras en la región de Occidente.
Melina Salazar, egresada de la carrera de Enseña de la finca.o de patrimonio hñanza del Inglimellidosr su familia, identificar sus rao el nombre de la finca.o de patrimonio hñanza del Inglés de la Sede de Occidente, se encargó de explicarle a los presentes todo lo relacionado con los boletos de café, ella se ha dedicado desde hace cuatro años a investigar sobre este tema en el cantón de Naranjo.
Salazar afirmó que los boletos de café llegaron a la zona de Occidente a partir de 1880, y era la forma de pago de los hacendados cafetaleros hacia sus trabajadores. Fueron por mucho tiempo “una moneda privada y la moneda no oficial del país”.
El valor de los boletos de café, según Salazar va más allá, ya que “su función social e histórica es la más importante. Los boletos les permiten identificar su familia, sus raíces, es una representación de lo que son, sus fincas, sus nombres, sus apellidos”.
Los primeros boletos que se confeccionaron fueron los metálicos, en materiales como níquel, aluminio, cobre y latón. También existieron los de cartón, más recientemente los de plástico, y los actuales, los de la Cooperativa de Productores de Café y Servicios Múltiples de Naranjo R.L. (Coopronaranjo) que funcionan con código de barras.
Según Salazar actualmente en Naranjo existen más de 100 beneficios familiares que siguen utilizando sus boletos, “tenemos los dos grandes en la zona que son Coopronaranjo y la Hacienda Santa Anita”.
Mencionó que en el distrito de San Miguel al menos cuatro pulperías reciben los boletos al igual que los comercios pertenecientes a Coopro Naranjo. “En la época de recolección de café la mayoría de comercios lo reciben, incluso en puestos del mercado” aseguró.
Salazar además de investigar sobre el tema ha coleccionado alrededor de 200 boletos de café de diferentes denominaciones. Según ella existen de media cajuela, una cajuela, 5,10 y 20, y de un cuartillo.
Destacan los de Ramón Ulate que han sido utilizados por varias generaciones de familia; los de Carlo Méndez Arrieta de San Juanillo, quien todavía utiliza los boletos que utilizaba su abuelo; los de don Pepe Ramírez que tiene la colección completa y uno de Antolín Chinchilla que considera uno de los mejores por su estado y porque dice Naranjo, Alajuela.
Además, dentro de su colección tiene una moneda resellada que es de Max Gurdián, “es una de las reselladas que entraron al país provenientes de Estados Unidos Mexicanos”.
También tiene alguna monedas de Grecia y ejemplares de plásticos y código de barras, que según Salazar demuestran “la progresión del boleto y cómo el boleto puede seguir existiendo y manteniéndose vigente”.
Las personas interesadas pueden visitar el Museo Regional de San Ramón y apreciar una muestra de la colección de boletos de café de Melina Salazar, hasta el 10 de julio.
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