En la actualidad la Universidad de Costa Rica (UCR) comparte con el país en su conjunto el reto de apoyar a las zonas más alejadas de la Gran Área Metropolitana con el fin de que superen los rezagos existentes y puedan convertirse en polos del desarrollo nacional y de producción de conocimiento, con proyectos de vida propios.
Así lo manifestó recientemente, el Dr. Henning Jensen Pennington, Rector de la UCR, en el marco del Primer Foro Institucional 2015 que analiza los aportes de la Institución al fortalecimiento del Estado Social de Derecho, la Institucionalidad Democrática y las Garantías Sociales en el país.
En esa línea, el Dr. Jensen recalcó que a la Universidad le corresponde comprometerse con un proceso transformador, que ponga fin a la condición relativamente periférica de las sedes regionales. “Sin debilitar el vínculo que cada sede tiene con una región particular, tenemos que repensarlas como sedes de carácter nacional, capaces de extender y diversificar el quehacer académico, con identidad y funciones particulares, y con el nivel de excelencia que distingue a la Universidad de Costa Rica”.
Por eso, con el convencimiento de que los principales focos de desarrollo futuro institucional están en las sedes regionales y la importancia de éstas en la promoción de una nueva etapa de movilidad social, económica y política dentro del país, la actual administración ha impulsado y apoyado decisiones de las sedes, orientadas hacia este nuevo paradigma de regionalización, como estrategia clave para contribuir con el desarrollo local y, simultáneamente, descentralizar y democratizar el conocimiento.
Entre esas acciones, Jensen citó la gran inversión que se ha venido haciendo en infraestructura y equipamiento, así como en los recursos necesarios para asegurar su calidad académica, dinamizar los vínculos interregionales y reclamar su justa participación en el desarrollo de la investigación y la acción social. “La oferta académica se está transformando, crecientemente orientada hacia carreras innovadoras, en muchos casos propias de las sedes. De hecho, en los últimos años, salvo dos, todas las carreras nuevas fueron creadas en sedes regionales”, recalcó.
También, con la clara conciencia de que el fortalecimiento de las sedes regionales se debe hacer con reafirmación y actualización de la responsabilidad que la UCR tiene en la defensa de la educación con un derecho fundamental, se desarrollan dos proyectos piloto innovadores con miras a aumentar la equidad en el acceso a la Universidad.
Uno de ellos, el proyecto +Equidad, aspira a aumentar las posibilidades de ingreso a la educación superior pública, no solo a la UCR, de jóvenes que estudian en colegios de zonas rurales, costeras y fronterizas con índice de desarrollo social bajo y muy bajo.
Con el proyecto de Admisión Diferida, que se implementó por primera vez en el 2015, se crearon cupos reservados exclusivamente para colegios con muy bajo índice de admisión. “Ambos programas buscan mantener el balance entre el criterio de excelencia académica y la necesidad de un trato diferenciado a poblaciones estudiantiles desfavorecidas”.
Para Henning Jensen esto es necesario pues si bien con los años se ha avanzado hacia un modelo de educación superior más incluyente, flexible y abierto, para cumplir con los objetivos de equidad, inclusión y acceso democrático a la educación superior, se debe actuar en respuesta a la diferencia de cada condición particular. “Recordemos que el concepto de equidad es más cercano al de justicia que al de igualdad. Ante puntos de partida desiguales, con el apoyo adecuado y oportuno, debemos aspirar a un punto de llegada que garantice las mismas oportunidades”, sentenció.
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