Costa Rica cuenta con el primer Atlas de carencias críticas, en donde se visualizan 107 conglomerados de pobreza (16% de todo el territorio nacional), el cual se construyó con nuevas tecnologías, y con una metodología susceptible a ser analizada a la luz de diversas variables, que permitirán a las instituciones que se dedican al bienestar social del país, sacar sus propios datos y ofrecer soluciones.
Este Atlas elaborado por los investigadores del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) Lic. Juan Diego Trejos Solórzano y Lic. Leonardo Sánchez Hernández, requirió el uso de técnicas más avanzadas de información geográfica y estadística espacial. La información básica fue tomada del Censo del año 2011.
Para el director del IICE Mag. Max Soto Jiménez el aporte de esta investigación es lograr integrar por primera vez en el país las bases de datos de cartografía y vivienda, con rutas de transporte público, centros educativos, red de cuido, servicios de salud, así como datos topográficos y fallas geológicas.
Esto permitió aproximar, según el método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), las posibilidades de la población de acceso a educación y transporte y su condición de vulnerabilidad a los desastres naturales, dijo el economista Soto.
Las carencias críticas en las que se sustentan la formación de conglomerados en este atlas son cuatro: albergue digno, agua potable y saneamiento, conocimiento y acceso a bienes y servicios. Si en un hogar se cumplen tres o cuatro de estas carencias se calificaría como en pobreza extrema.
Uno de los mayores aportes de este Atlas que tiene un antecedente en el año 2000 también elaborado por los investigadores del IICE Floribel Méndez Fonseca y Juan Diego Trejos, es que se agruparon las viviendas en unidades geoestadísticas mínimas, es decir de una cuadra o equivalente, lo que facilita a las instituciones que tienen programas sociales determinar exactamente en donde están las personas más pobres que requieren de su atención.
Los autores del Atlas destacaron algunas conclusiones que se derivan de esta estadística. uno de ellos es que en la región central del país hay 35 conglomerados de carencias críticas, solo en la Gran Área Metropolitana hay 26 conglomerados. Aunque no son los más pobres, representan una cantidad importante de población por la densidad del área.
Sin embargo, los más pobres se encuentran en las regiones Brunca, Huetar Atlántica, y Huetar Norte. Al respecto el director del Observatorio del Desarrollo economista Pablo Sauma Fiatt sugirió a que se hagan esfuerzos diferentes para atacar la pobreza en regiones dispersas. Recordó que la pobreza en zonas rurales debe solventarse no solo en lo social sino también con fuentes de empleo. Sobre este aspecto subrayó que en los conglomerados más pobres el trabajo suele ser menos calificado.
Por otra parte, el Dr. Sauma recomendó la ubicación de los Cen Cinai y Ebais en áreas que, por la migración, se han ido poblando más, así como la reubicación de aquellos centros de salud y de atención integral que están en lugares que ya no son residenciales y cambiaron su vocación hacia el comercio, como sucede en algunos distritos de San José.
El economista del IICE Juan Diego Trejos ofreció algunos datos reveladores que el Atlas sacó a la luz en cuanto a servicios, salud, agua potable, electricidad, y variables sociodemográficas como escolaridad y desempleo.
El Pacífico Central, por ejemplo es el que destaca con un 33% de los conglomerados que no poseen escuela primaria. En promedio el 9% de los conglomerados no cuentan con una escuela y el 12% solo tienen una escuela en la zona. Además uno de cada tres conglomerados no tienen un colegio de secundaria. Esto significa un 32% a nivel nacional.
El 92% cuentan con servicio de transporte público (autobús). Sin embargo el estudio no midió frecuencia ni calidad del servicio.
En cuanto a salud el 30% de los conglomerados pobres no tienen el servicio de Ebais, en las regiones periféricas este porcentaje alcanza el 42%.
El 22% de los conglomerados no tienen acceso al servicio de agua potable, esto represente un 6% en el ámbito nacional y el 5% no cuentan con servicio de electricidad en el país. No obstante en las región Brunca y Atlántica este porcentaje asciende a 10% y 11% respectivamente.
Los hogares pobres se caracterizan según este Atlas por tener mayor cantidad de miembros de la familia y más niños en proporción a los adultos. El 29% de los conglomerados pobres están liderados por mujeres jefas de hogar.
La escolaridad de los jefes de hogar en general es de un promedio de cinco años. El desempleo es de un 8,5% mayor en los hogares pobres que en los no pobres y en la Gran Área Metropolitana el desempleo asciende a un 30% en estos conglomerados.
Una de las variables que se contemplaron en este Atlas fue la de riesgo a desastres naturales. El 42% de los conglomerados presentan problemas de inundaciones o vulnerabilidad ante este fenómeno. Además el 20% de las concentraciones de pobreza tienen en promedio pendientes con una inclinación mayor al 20% lo cual las expone a eventos de deslizamientos. El 72% se encuentran en áreas afectadas por fallas tectónicas, según la Comisión Nacional de Emergencias.