La Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica en Puntarenas celebró este mes cuatro décadas de su presencia en este puerto, con una actividad en la que tanto estudiantes, egresados y autoridades universitarias reconocieron el aporte que ha dado la UCR y el esfuerzo de muchas personas por hacer de un sueño una realidad que hoy llega a su 40.º aniversario.
En una repleta cancha de la Sede del Pacífico, y junto a la directora de este recinto, la Mag. Marjorie Jiménez Castro, el personal docente y administrativo y estudiantes, escucharon las palabras del Dr. Henning Jensen Pennington quien recordó que la visión de regionalización universitaria impulsada por el rector Carlos Monge Alfaro en la década de los sesenta, trajo como feliz consecuencia la extensión de la educación superior dentro de un “proyecto de país consciente de su diversidad, acorde con un modelo de sociedad que contribuya a promover la equidad y la justicia social”, señaló.
Esa base estratégica posibilitó que “la visión de la comunidad puntarenense por tener oportunidades de educación superior, se concretara con el inicio de los cursos de humanidades en 1975, en un Centro Regional Universitario como servicio descentralizado de la Sede de Occidente”, rememoró Jensen Pennington.
Precisamente un pionero de esa generación, “carné 75”, manifestó que “1975, es un año de grandes cambios para la comunidad puntarenense. Se abren las puertas de la Universidad de Costa Rica para la juventud porteña.
Después de luchas, esfuerzos, marchas por las calles puntarenenses y de un intenso diálogo, se concretiza esta hermosa realidad a través de los Estudios Generales. Primero se instaló en el Colegio Técnico Profesional de El Roble, luego sería la Escuela Mora y Cañas, la Escuela Antonio Gámez, y por fin la Sede del Pacífico en el Cocal.
Profesores como don Romano Vázquez, doña Miriam Pineda, don Adrián Barrantes y don Alberto Meza, fueron los primeros profesores de los Estudios Generales”. Hoy ese pionero del 75 es el profesor Julio Guerrero, docente en la Sede del Pacífico.
Al recordar el proceso vivido, el rector expuso: “En 1977, aquel Servicio Descentralizado es elevado al rango de División Universitaria de Puntarenas, adscrita siempre al Centro Regional de Occidente. En 1984, esta División Universitaria se transforma en Recinto de Puntarenas y en 1989 el Consejo Universitario transforma el Recinto Universitario en una Unidad Académica Especial dependiente de la Rectoría. Finalmente, en 1992, el Consejo Universitario otorga el grado de Sede Regional del Pacífico a este centro de estudios superiores”.
Acorde con el enfoque estratégico que compromete a la Universidad de Costa Rica con el desarrollo nacional, el rector dijo: “El Pacífico Central es una región con un gran potencial... en donde múltiples capacidades de sus gentes pueden aprovecharse para contribuir con el desarrollo económico y social de esta zona. No es saludable que las oportunidades académicas y laborales se concentren en la capital. El esfuerzo que muchas y muchos jóvenes hacen por seguir sus sueños profesionales, y que es un esfuerzo de sus familias también, es loable. Pero queremos que lleven sus conocimientos a sus comunidades y a sus regiones, y sé que el trabajo que se desarrolla a nivel de regionalización, hace que esto sea posible”.
“Los logros siempre se acompañan de retos. Sabemos que el crecimiento en la matrícula nos obliga a fortalecer nuestras capacidades docentes y administrativas, pero también en infraestructura y capacitación. Por ello, no es en vano que a partir del próximo año iniciará en Esparza la ampliación de esta Sede, y esperamos que el campus actual, Arnoldo Ferreto Segura, también se fortalezca con mejores instalaciones y equipos”, expuso el rector.
Al revisar logros y dificultades, la magistra Marjorie Jiménez Castro, directora de la Sede del Pacífico, expresó que “en los años de 1950, aparecen los primeros registros que muestran el interés de la comunidad de Puntarenas por contar con un recinto universitario. El gestor de esta propuesta fue el periodista Armando Rodríguez Gutiérrez, sin embargo el proyecto se concretó en 1970, cuando un grupo de bachilleres de secundaria y las fuerzas vivas presionaron a los legisladores y autoridades universitarias de entonces, para crear en la provincia un centro regional. Finalmente, este mandato fue acogido por Arnoldo Ferreto Segura, quien presentó el Proyecto de Ley para gravar con impuestos a los barcos atuneros con bandera extranjera en aguas patrimoniales costarricenses. El proyecto de ley fue aprobado en 1975”.
“A partir de aquel momento, la Sede llevó a cabo sus labores académicas en distintos lugares… la ausencia de lugar propio fue suplida cuando el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico y la Municipalidad de Puntarenas, traspasaran en 1992 el terreno en el cual nos ubicamos desde entonces y es a partir de julio de 1994, que la Sede del Pacífico Arnoldo Ferreto Segura llega a contar con un edificio propio y apto para la actividad académica.
A partir del 1997 y hasta el 2010 hubo un acelerado crecimiento en infraestructura, se concluyó la Biblioteca Luis Ferrero Acosta, la soda, el edificio de Residencias Estudiantiles, el edificio de aulas, el salón multiusos, el aula de la Etapa Básica de Música, el actual edificio de la Coordinación de Acción Social y la bodega de suministros, detalló al directora de la Sede.
Así mismo, este crecimiento evidencia la necesidad de seguir invirtiendo en infraestructura, para proveer no solo de un espacio apropiado al volumen de actividades que se realizan, sino que tome en cuenta el impacto, el aumento en matrícula y los proyectos a futuro”, dijo la directora.
“Esta nueva fase en la historia de la regionalización de la educación superior en el Pacífico, nos obliga a repensarnos como sede, como universidad del futuro. Queremos seguir siendo una sede que responda a las necesidades de una región y de un país, con una oferta académica novedosa y pertinente. Queremos convertirnos en una sede con recintos que atiendan distintas necesidades para no competirnos internamente, queremos una regionalización en la que participen todas las universidades estatales… queremos ser Universidad de Costa Rica en todas sus dimensiones” agregó Marjorie Jiménez.
A ese enfoque centrado en el servicio universitario a la comunidad y al país, se sumó el representante estudiantil Ulises Vargas Hernández, quien afirmó que la UCR debe llevar su compromiso de la formación a la transformación de la sociedad, generando conciencia y compromiso social.
Para ello, dijo el estudiante, ha sido crucial la orientación de la Sede del Pacífico hacia un contacto estrecho con las comunidades mediante talleres dedicados al diagnóstico de las distintas regiones, con la participación activa de sus habitantes.
Ese acercamiento, dijo Ulises Vargas, ha sido la base para acompañar el esfuerzo hacia el desarrollo mediante el emprendedurismo, el arte y la cultura. Por ello, enfatizó el dirigente, el aporte estudiantil ha sido clave para, junto al personal docente y administrativo, ejecutar las acciones que derivan del enfoque que vincula la docencia con la investigación y la acción social. “Así, agregó, debemos hacer esfuerzos especiales para que la tarea de investigación no nutra solamente a la academia, sino que al fortalecer el vínculo comunitario podamos también enriquecernos del saber popular y devolver el conocimiento, construido socialmente, para el desarrollo de esas comunidades y sus habitantes”.
“Para ello, concluyó Vargas, el movimiento estudiantil debe fortalecerse y tener la capacidad de continuar sus luchas históricas por un presupuesto justo para la universidad y la educación pública, así como por la defensa de los derechos sociales”.
Las zonas de influencia de la Sede: Puntarenas, Quepos, Jacó, Jicaral, Pochote, Orotina, San Mateo, Cóbano, Paquera y Monteverde, entre otras.
© 2024 Universidad de Costa Rica - Tel. 2511-4000. Aviso Legal. Última actualización: diciembre, 2024