“La educación no sirve para nada…si no nos ayuda a descubrir quiénes somos y para qué diablos llegamos a este mundo”, con esta contundente y provocativa frase el coreógrafo y bailarín colombiano Álvaro Restrepo Hernández abrió la Lección Inaugural 2015 de la Universidad de Costa Rica “La educación del cuerpo, el cuerpo en la educación”.
Esta actividad organizada por la Rectoría y Danza Universitaria, se enmarca dentro de la celebración del 75 aniversario de la UCR y como parte de la Semana de la Danza.
Ante un abarrotado auditorio, Restrepo exaltó la necesidad de una educación vocacional, aquella que es “generosa, que explora, que revela y rebela”. Además que logre despertar desde los primeros años la pasión de las personas y así erradicar la frustración.
“Pienso que solo existe un tipo de educación válida y legítima y quiero ser categórico, tajante y radical, y es el tema de la educación vocacional. Si la educación no empieza desde los primeros años a explorar quiénes somos, qué es lo que nos gusta hacer, qué es lo que nos produce placer, a qué nos dedicamos, en qué nos concentramos, ¿De qué diablos sirve la educación? Todos nacemos con un llamado, con esa voz interior, solamente tenemos que ser capaces de que alguien nos enseñe a escucharla”, expresó.
Así mismo, indicó que el papel del maestro debe ser el de guía, orientador y más que todo un fabricante de alas.
“¿Qué es un maestro? o ¿Qué debe ser un maestro? Un fabricante de alas, que enseña a volar y que tiene que estar listo para dejar que los pupilos emprendan el vuelo, hay que ser un médium y un mentor. Pero sobre todo debe ser un partero, porque de eso se trata también la educación, de formar espíritus maestros, no discípulos eternos”, agregó.
De igual manera, se refirió a la importancia de la danza y su labor en la que ciencia y arte se conjugan. Pues la danza es matemática, es física, es geometría, biología, ética, capacidad de trabajo en grupo, relaciones humanas.
Para Restrepo, el escenario, que es un lienzo en blanco, es el territorio natural de la trans, multi e interdisciplinariedad. Agregó que la danza es solo uno de esos posibles lenguajes que el cuerpo habla.
Al finalizar, hizo un llamado a la reflexión a la disciplina de la danza para conocer y mirar lo que se está haciendo en Latinoamérica y dejar de copiar lo europeo y lo estadounidense.
Por su parte, el Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR destacó el hecho inédito e histórico de que esta lección inaugural se dedicara a un tema artístico y reconoció la labor social de Restrepo con su trabajo en el Colegio del Cuerpo.
“Este humanista, literato, músico y coreógrafo, ha dedicado su vida a esta propuesta educativa, cimentada en la pedagogía del respeto, de la dignidad y del placer por la disciplina”, indicó Jensen.
Además resaltó la labor pionera de investigación y creación coreográfica que por 37 años ha realizado Danza Universitaria en el país.
Entre anécdotas y bromas, Álvaro Restrepo se llevó el aplauso del público que asistió a escucharlo en el Auditorio de la Facultad de Educación, para inaugurar de forma oficial el ciclo lectivo 2015.
Restrepo es bailarín, coreógrafo y pedagogo. Nació en Medellín, Colombia el 10 de setiembre de 1957. Creció en Bogotá, donde trabajó como voluntario en un famoso programa para niños indigentes, llamado Bosconia.
Esa experiencia lo marcó y lo llevó a preocuparse, especialmente, por las tragedias de la infancia marginada. Estudió música, filosofía, letras y teatro antes de dedicarse de manera definitiva a la danza. Su trabajo artístico como bailarín y coreógrafo ha sido visto en más de 50 países de América, Europa, Asia y África.
En 1991 es nombrado subdirector del Instituto Colombiano de Cultura y en 1992 director de la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB) en la que crea el primer programa de danza contemporánea de educación superior.
Ha sido maestro y conferencista invitado en muchos países. Ha publicado numerosos artículos de prensa en medios colombianos e internacionales.
En el año 2005 fue nombrado director Artístico del Festival Internacional de Hamburgo en Alemania.
En el año 2007 recibe el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar por su crónica Llora et labora: memorias de la carne, sobre sus años infantiles y juveniles en un colegio benedictino norteamericano en Bogotá.
Desde 1994 vive en Cartagena de Indias donde fundó en 1997, con la bailarina, coreógrafa y pedagoga francesa Marie France Delieuvin, El Colegio del Cuerpo, una corporación educativa sin ánimo de lucro. En estos 18 años de labor ininterrumpida, más de 8 mil niños y jóvenes, de los sectores más desfavorecidos de Cartagena, han pasado por sus programas de educación con la danza y para la danza.