En concordancia con la imagen de país verde que Costa Rica ha posicionado en el exterior, sus agronegocios deberían dirigirse a colocar bioproductos o productos orgánicos, muy apreciados en algunas naciones. Así lo señaló el Dr. José Díaz Osorio, académico de la Universidad de Talca, Chile, durante la apertura del II Congreso de Economía Agrícola y Agronegocios, que se efectúa en la Universidad de Costa Rica (UCR).
El Dr. Díaz, quien se refirió en su alocución a las tendencias en los agronegocios internacionales, indicó que no hay economías pequeñas, sino países con más o menos recursos, que deben ser aprovechados al máximo. “En el caso de Costa Rica, que cuenta con un recurso humano valiosísimo y muy bien formado, el sector productivo agropecuario está en capacidad de buscar nichos que impliquen llegar al consumidor con un producto lo más acabado posible bajo el concepto ‘del campo a la mesa’ tratando de evitar la intermediación, priorizando e indagando qué necesita el consumidor”.
Para el especialista chileno, allí hay un nicho muy interesante que puede significar mayores utilidades para los productores nacionales, junto con los ingresos que generan la exportación de piña o café, el turismo o la producción para el mercado interno. “Por ejemplo, algunos países de Europa, Canadá, Estados Unidos y Japón, están dispuestos a pagar mayores precios por bioproductos o productos orgánicos cuando hay de por medio una certificación, por los atributos de los mismos”.
Con esto en cuenta, para el Dr. Díaz el papel de la Universidad es sumamente importante en la formación de capital humano con excelencia, dándole un sello particular que distinga a sus profesionales. “En este caso, la Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios de la UCR podría dirigirse a formar gestores o generadores de negocios, que ayuden al pequeño o mediano empresario a colocar de la mejor forma posible sus productos en el mercado nacional o internacional”.
El II Congreso de Economía Agrícola y Agronegocios fue organizado por la mencionada unidad académica como parte de una estrategia de internacionalización que busca el intercambio de conocimientos, experiencias y metodologías con entidades afines.
Al respecto el M.Sc. Enrique Montenegro Hidalgo, director de la escuela explicó que en este momento están dando pasos al respecto con el fin de evolucionar y buscar la excelencia en los ejes de docencia, investigación y acción social, por lo que aplaudió la participación en el congreso de representantes de instituciones como el INDER, INTA, INCAE, CATIE y de empresarios, egresados, estudiantes y docentes tanto de la UCR, como de Chile, Ecuador, México, Brasil y Nicaragua.
En ese sentido el Dr. Olman Quirós Madrigal, decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, añadió que actividades como este congreso permiten cumplir con otra meta muy importante como lo es desarrollar redes de cooperación para avanzar en el tema de los agronegocios. “La globalización, los TLC y el surgimiento de bloques comerciales nos obliga a cambiar nuestra manera de pensar y de actuar. Ya no se trata de ver la unidad productiva como tal, sino también de preguntarnos si a partir de estas unidades productivas podemos desarrollar agronegocios que fortalezcan a la pequeña empresa familiar”, explicó Quirós.
Durante la apertura del congreso el Dr. Carlos Araya Fernández, director del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA), del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), señaló su interés por la temática del congreso.
“Considerando que la economía agrícola está permanentemente presente en todas las actividades de la agricultura y la agroindustria empezando por el uso y rentabilidad de la tierra y los recursos de producción, los métodos económicos para optimizar la producción y la mejora de los rendimientos, esta disciplina está llamada a contribuir en la toma de decisiones acertada por parte de los productores y las empresas, sobre todo en lo referente a la preservación del ecosistema”, señaló.
Asimismo, destacó el papel de los agronegocios en las cadenas de valor. “La globalización nos ha dado la oportunidad de conocer otros sistemas o ambientes de producción. Pero existe una interacción permanente entre producción agrícola, empresa agrícola, agronegocios y agroindustria, que en la visión integradora actual tiene que contemplar componentes fundamentales como la seguridad alimentaria, la producción de alimentos inocuos, la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social”.