Con el fin de propiciar un mejor rendimiento académico en centros educativos de Paraíso, Jiménez y Oreamuno de Cartago, desde el año 2010 funciona en el Recinto de Paraíso de la Universidad de Costa Rica (UCR) el Laboratorio Educacional Interdisciplinario, un proyecto que cuenta con respaldo del Trabajo Comunal Universitario (TCU).
Según lo comentó el M.Sc. Alí Durán Abarca, coordinador del proyecto y docente del Recinto de Paraíso, las poblaciones beneficiadas pertenecen a instituciones de educación pública formal y no formal como el CEN-CINAI, asociaciones de desarrollo, bibliotecas públicas y albergues. “Las intervenciones de los alumnos de TCU han permitido a las y los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, mejorar y aumentar su rendimiento, y a las y los docentes, una mayor motivación para su trabajo en el aula”.
Para elevar el nivel académico se efectúan talleres de capacitación en los que se elabora material didáctico impreso y digital, y otros sobre autoestima, técnicas de estudio, agresión doméstica, defensa del medio ambiente y hábitos de higiene y de lectura.
También han realizado foros sobre películas educativas; talleres de reciclaje, expresión corporal y nutrición; e impartido cursos básicos de inglés y computación. Además se ofrecen asesorías y asistencias educativas por medio de charlas y conferencias sobre temas relevantes en los campos psicológico, tecnológico, ambiental, cultural y administrativo y se realizan actividades dirigidas a las poblaciones de cerca de 22 instituciones.
Para el diseño del material didáctico las y los estudiantes trabajan siguiendo los lineamientos y sugerencias de los docentes con base en los contenidos del currículo escolar. Entre otros se han desarrollado tarjetas, pizarras informativas, juegos, bingos, dominós, rotafolios, títeres, carteles, manuales de apoyo, decoraciones para efemérides, antologías, discos compactos con juegos y ejercicios, lo cual permite que las y los alumnos asimilen de una forma más fácil los contenidos de un curso.
Durán indicó que tampoco no se puede obviar el aporte que este TCU ha dado a los centros educativos para la creación y transformación de espacios subutilizados o en mal estado, en los que ahora existen aulas, bibliotecas, rincones de lectura, huertas, jardines, murales y zonas de juego.