Gracias al convenio firmado el 18 de agosto del año en curso entre el Archivo Histórico Musical de la la Escuela de Artes Musicales y el Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel la UCR albergará temporalmente el acervo musical de los maestros de capilla y compositores que escribieron para los actos litúrgicos desde el siglo XIX e inicios del XX.
Este convenio fue ratificado el pasado martes 29 de setiembre, con la visita oficial de la investigadora Zamira Barquero Trejos, coordinadora del Archivo Histórico Musical, al Archivo Arquidiocesano. En ese acto, recibió las primeras cajas con la documentación que será procesada por la UCR. Gracias a este acuerdo, la UCR revisará, catalogará y restaurará las partituras antiguas que se ubiquen entre los materiales recibidos. El convenio establece que la UCR las tendrá en calidad de préstamo y uno de los compromisos es digitalizarlas para crear un fondo para ambas instituciones, que estará disponible al público en los sitios de web.
En palabras de Pablo Durand Baquerizo, jefe del Archivo Arquidiocesano, cuando se plantearon la necesidad de recuperar la música que se tocaba en las iglesias costarricenses en los siglos anteriores, no dudaron en depositar su confianza en el Archivo Histórico Musical de la Escuela de Artes Musicales. Parte de los documentos ya fueron previamente inventarios por la profesora Barquero, y la mayoría corresponde a compositores de finales del XIX e inicios del XX.
Este será un proyecto bianual. Inició en el año 2010 como parte del trabajo de la investigadora Barquero Trejos. Ese año, ella asumió la tarea de revisar varias fuentes documentales para localizar partituras de las épocas coloniales y posteriores.
“En el archivo estamos en esa parte de rescate de partituras de autores costarricenses. La iglesia católica fue pionera de la música occidental en Costa Rica y América Latina porque fue parte de la evangelización de la población indígena. No tenemos documentos coloniales, pero si hay citas de otros investigadores, como las que menciona María Clara Vargas que nos indican que en los cultos católicos habían instrumentos y cantantes, pero no hay documentos que lo confirmen.
Hasta el momento, el documento musical más antiguo encontrado en el Archivo Arquidiocesano corresponde a un libro de capilla de 1891. Este recopila obras de varios compositores costarricenses y extranjeros. Su autor fue un maestro de capilla alajuelense, que incluyó en sus escritos una misa con tres voces y orquesta.
La profesora Barquero Trejos espera que tras este minucioso trabajo aparezcan más obras desconocidas. Incluso, que entre los hallazgos se reconozcan a compositores que han permanecido en el anonimato por más de dos siglos. Lo relevante es que todo lo que se encuentre se recupere y se incluya en los repertorios de la música costarricense contemporánea.
El Archivo Histórico Musical de la UCR reúne 5052 obras de 259 compositores, algunas datan de la Campaña Nacional de 1856. Por su parte, el Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel fue fundado oficialmente en 1921; pero desde las primeras diócesis del siglo XIX ya funcionaba el archivo de la Vicaría Foránea de Cartago, que en 1852 fue trasladado a San José. El volumen más antiguo que resguarda en ese lugar es el libro de bautizos de San José de 1738. Actualmente, en ese sitio se pueden consultar materiales que ocupan 892 metros lineales, que incluye una colección de unas tres mil fotografías, alrededor de dos mil planos y unos trescientos afiches.