Acompañadas por una llovizna que caía insistente y las suaves notas de la Camerata Vivaldi ocho esculturas del maestro José Sancho Benito fueron surgiendo una a una para el deleite de quienes se habían reunido para su develación.
A partir de ahora ellas darán la bienvenida a los cientos de transeúntes que diariamente ingresan a la Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio Brenes” por el Paseo Escultórico, ubicado frente a la Facultad de Derecho.
Estas esculturas fueron donadas por el artista a la Universidad de Costa Rica, en donde permanecerán “para lucirse a perpetuidad”, según sus propias expresiones.
El Paseo Escultórico incluye las obras “Hachas”, “Gran sierpe”, “Reptil” y “Pareja”, elaboradas en granito negro; “Leda y el cisne”, en granito de Escazú; “Tropel”, en mármol rojo de Verona; “Osos amorosos”, en mármol blanco, y “Antárticos”, en acero doblado y pintado.
Además de la pieza “Osezno”, hecha en mármol blanco, la cual está ubicada en la entrada principal de la Escuela de Biología.
La inauguración de este Paseo se llevó a cabo el pasado 20 de agosto, con la participación del maestro Sancho, autoridades universitarias, invitados especiales y familiares.
Como un reconocimiento al artista, el vicerrector de Acción Social, Mag. Roberto Salom Echeverría, le entregó un certificado de agradecimiento y el libro Orquídeas de Costa Rica.
Gracias infinitas
“Gracias infinitas a todos por estar aquí”, dijo el artista José Sancho a quienes se reunieron para inaugurar sus obras.
Agregó que este conjunto escultórico hecho en granito y mármol en la última década del siglo pasado había iniciado un largo peregrinaje. Comenzó su ejecución en un taller en Carrara, Italia, y culmina hoy su viaje natural y definitivo en su propio hábitat por estar instaladas ahora bajo las condiciones apropiadas para permanecer y lucirse a perpetuidad, nada menos que en el Campus de la prestigiosa y Benemérita Universidad de Costa Rica en la Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio”.
También indicó que “reconozco que me siento muy privilegiado y agradezco infinitamente a quienes con su especial sensibilidad apoyaron nuestra propuesta de donación. Les corresponde ahora a los maestros y a los alumnos apreciarlas, cuidarlas y no hacerles daño en este bello entorno acertadamente embelesante y concebido desde su origen como un pasaje para esculturas, porque los pedestales ya estaban hechos”.
El artista expresó su profunda gratitud al rector Henning Jensen y al vicerrector de Acción Social, Roberto Salom, “quienes acogieron con decidido entusiasmo nuestra oferta original y contribuyeron con especial diligencia y empeño para hacer posible esta feliz instalación que hoy estamos inaugurando con mucha lluvia, la cual es parte también del paisaje”.
Además destacó la eficiente tarea ejecutada por los señores Euclides Hernández y Luis Paulino Delgado, de la Vicerrectoría de Acción Social, así como la labor del Arq. Óscar Molina, la Ing Silvia Villalobos y la Arq. Sofía Martorelli, de la Oficina de Servicios Generales.
Los honrados somos nosotros
Por su parte, el vicerrector de Acción Social, Roberto Salom Echeverría, en nombre del rector Henning Jensen, dijo que “en verdad los honrados somos nosotros. Hemos procurado embellecer esta alameda que va a dar albergue a las esculturas que con tanta generosidad el maestro Pepe Sancho nos ha donado a perpetuidad como dice él”.
También manifestó que este Paseo Escultórico “se convertirá en un referente privilegiado que distinguirá de forma muy especial al campus Rodrigo Facio, gracias a la presencia de las extraordinarias esculturas, donadas por su autor: el reconocido escultor nacional José Sancho, a quien expresamos nuestra gratitud, admiración y afecto”.
Agregó que “la presencia de obras artísticas es un elemento fundamental en nuestro propósito de humanizar los espacios institucionales, más allá de sus fines utilitarios. Colocadas en un lugar muy distinto al claustro de un museo, en espacios públicos y abiertos como este, en complicidad con los colores de la naturaleza y las miradas de las y los transeúntes, obras artísticas como estas bellas esculturas adquieren nuevos poderes estéticos y comunicativos”.
“Gracias, don José, por haber pensado en la Universidad de Costa Rica como depositaria de este invaluable legado creativo. Nuestro compromiso institucional es resguardar sus obras y compartirlas como parte del contexto físico y simbólico del campus, donde cotidianamente nos recordarán la trascendencia del arte como expresión de la creatividad, del pensamiento crítico, y como proceso de investigación y reflexión cultural”, expresó el Mag. Salom, quien leyó el mensaje del señor Rector.