Elecciones y cambio de gobierno impulsan ICC

De acuerdo con los datos de la encuesta la confianza de los consumidores subió no necesariamente porque se valore la situación económica actual, sino porque se vislumbra para el futuro una situación económica más favorable (foto tomada de www.elfinancierocr.com).

El Índice de la Confianza de los Consumidores (ICC) aumentó 3,3 puntos porcentuales en el mes de mayo según la encuesta número 42 elaborada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, en la cual se constata también que las expectativas futuras del principal sostén económico de los hogares costarricenses son  optimistas en cuanto a empleo, disminución de la pobreza y adquisición de bienes duraderos.

El ICC llegó a 49.8% , es decir a la mitad de la escala, mientras que hace seis meses se encontraba en 37,9% uno de los índices más bajos de los últimos cuatro años.

En esta ocasión la encuesta que mide el ICC se realizó del 2 al 14 de mayo, cuando ya había pasado la segunda ronda de elecciones presidenciales y el traspaso de poderes, hechos que históricamente han marcado una tendencia a elevar el Índice.

El aumento en el ICC se ha dado en los últimos tres cambios de gobierno y en período electoral, recordó el coordinador de la encuesta de la Escuela de Estadística M.Sc. Johnny Madrigal Pana (foto Archivo ODI).

El coordinador de la encuesta M.Sc. Johnny Madrigal Pana al respecto recordó que lo mismo sucedió en las encuestas de febrero y mayo tanto del 2010 como del 2006.

El estadístico comentó que “no podemos afirmar que estamos optimistas, pero si menos pesimistas” y añadió que las respuestas de optimismo se dan en todos los estratos económicos, en hombres y mujeres y en personas de todos los niveles educativos.

Llamó la atención el especialista Madrigal que incluso en las familias que tienen grandes dificultades económicas la confianza también aumentó.

El ICC llegó a la mitad de la escala, pero ha aumentado 12 puntos porcentuales en los últimos seis meses.

Aunque los resultados de esta encuesta no son tan altos, tanto en el índice como el grado de optimismo y sus expectativas hacia el futuro, si es válido subrayar que con respecto a hace tres o seis meses todos los porcentajes aumentaron considerablemente en forma positiva.

Los pesimistas disminuyeron de 26% a 14% y los optimistas se duplicaron, es decir pasaron de 13,8% hace seis meses, a un 25.8% en este mes de mayo.

El índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) que se deriva del ICC no muestra grandes cambios desde hace casi un año. Actualmente está en 38,7%, mientras que el Índice de Expectativas Económicas (IEE) aumentó en los últimos seis meses de 38,3% a 57,2% , es decir casi 20 puntos.

Las personas que se muestran optimistas ante la economía nacional y personal aumentaron en los últimos seis meses, pasaron de 13,8% a un 25.8% en este mes de mayo.

Estos resultados confirman que la confianza de los consumidores subió no necesariamente porque se valore la situación económica actual, sino porque se vislumbra para el futuro una situación económica más favorable.

Al respecto el 31,5% de los encuestados respondió que en los próximos cinco años el país tendrá buenos tiempos, hace seis meses esa respuesta apena alcanzó un 16,9%.

Con respecto a la política económica y social del gobierno anterior solo el 9,3% afirmó que terminó haciendo un trabajo bueno, la mayoría (62,5%) opinaron que hizo un trabajo pobre.

La valoración del momento para la compra de bienes duraderos es desfavorable, solo el 20,8% consideran que son buenos tiempos para adquirir una vivienda y un 10% consideran que son buenos tiempos para comprar vehículo.

El M.Sc. Madrigal comentó que aunque hay un panorama macroeconómico favorable por la estabilidad del tipo de cambio y las expectativas de un nuevo gobierno, también hay factores que en un corto plazo pueden detener la tendencia creciente de la confianza de los consumidores.

Algunos de estos factores son: el porcentaje de inflación (3,2%) a mayo cuando la meta es de 4% para este año, el incremento anunciado para el precio de los combustibles y en el ámbito social, la huelga de los educadores que se prolongó por cuatro semanas.