El libro Coriumgrabado Huecograbado mediante planchas de cuero, del artista e investigador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, Dr. Salomón Isaac Chaves Badilla, aporta valiosos conocimientos en el área de las nuevas tendencias del grabado contemporáneo.
Es resultado de las investigaciones efectuadas por el Dr. Chaves durante su doctorado realizado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, España.
Fue editado con el apoyo de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova), el Sistema Editorial de Difusión Científica de la Investigación (Siedin) y la Escuela de Artes Plásticas.
Su presentación se llevó en esa Unidad Académica, con la participación del autor, la directora de Proinnova, Dra. Marianela Cortés Muñoz, y el director del SIEDIN, Mag. Alberto Murillo Herrera.
Según dijo la Dra. Marianela Cortés, cuando en marzo de 2012 el Dr. Chaves se acercó a Proinnova por recomendación de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa, vislumbraron en su proyecto un gran potencial innovador.
Agregó que en aquel momento realizaron varios estudios que les permitió determinar que a nivel internacional no existían registros de invenciones similares a las que proponía Salomón, y que las técnicas desarrolladas por él eran sujetas a protección.
De manera que procedieron a redactar una patente y a presentar la solicitud ante el Registro Nacional de Costa Rica, con el fin de proteger la propiedad intelectual que se había generado en el proyecto derivado de su investigación.
Ésta constituye la primera solicitud de patente en el área de Bellas Artes en el país. Posteriormente Proinnova contribuyó con la edición y divulgación de este libro, como parte de su misión de promover la innovación que impacte la sociedad costarricense, señaló la Dra. Cortés.
Por su parte, el Mag. Alberto Murillo indicó que el trabajo de Salomón es muy interesante, porque propone una nueva estética para el grabado.
Agregó que esta publicación reúne todo lo necesario para que cualquiera que tenga una experiencia en grabado, aunque sea de principiante, pueda desarrollar la técnica de la impresión en hueco con matrices de cuero.
También indicó que está redactado con sencillez, para que cualquier lector, no solo del campo artístico, tenga en él una fuente de recurso técnico muy valiosa. Además tiene la invitación de la Editorial de la UCR para que lo termine de acondicionar, con el fin de que lo presente para ser considerado para una edición bajo el sello editorial, y así poder proyectarlo a nivel nacional e internacional.
El Mag. Herrera expresó que con este libro Salomón aporta un capítulo más a la investigación hecha por la Escuela de Artes Plásticas en el área de las nuevas tendencias del grabado contemporáneo, que es un grabado poco tóxico, sostenible en la parte artística, y que puede llegar a los 90 o 100 años sin que la técnica lo deteriore.
Según expresó el Dr. Chaves, la UCR lo becó para realizar estudios de doctorado en España, para lo cual se propuso realizar un trabajo que contribuyera con la Facultad de Bellas Artes y a la vez se sintiera a gusto al producir arte y generar conocimiento.
Agregó que este hecho se compaginó muy bien con el contexto histórico de finales de los noventa y principios del dos mil, en que se pone en boga la tendencia del llamado grabado no tóxico y en el que el artista comienza a verse como un investigador.
Lo primero que hizo fue llevar cursos y aprender diferentes técnicas de grabado no tóxico. Luego, dada su afinidad con los productos de cuero, viajó a estudiar a Marruecos en donde los artesanos utilizan este material desde hace 800 años.
Empezó a ver que el cuero se consolidaba muy bien en la matriz, lo que lo llevó a hacer pruebas para ver si la matriz se estabilizaba para poder generar una plancha que pudiera transmitirse al papel, lo que le permitió hacer descubrimientos muy interesantes y fascinantes.
A este nuevo "engendro" buscó darle un nombre que correspondiera con las características del material. De modo que lo denominó Coriumgrabado, del latín corium que significa cuero. Además procuró que tuviera un asidero científico y técnico.
También investigó las cualidades del cuero como recurso no tóxico, ya que uno de los problemas fundamentales del grabado en hueco, es que para ello tradicionalmente se emplean químicos, y en su caso no quería recurrir al uso de sales corrosivas.
Al respecto indicó que el cuero tiene una particularidad especialísima y es que absorbe agua cuando se humedece y se vuelve increíblemente maleable, por más duro que parezca. Esto permite crear huellas que cuando se secan permanecen allí.
Añadió que su primera misión fue investigar los antecedentes del origen del arte de trabajar el cuero, a nivel decorativo o funcional. Luego lo hizo con la estructura de la piel, el proceso de los curtidos y los procedimientos más industriales y modernos.
En cuanto al uso del cuero como plancha para huecograbado, el Dr. Chaves indicó que para ello examinó alrededor de unos 15 o 16 tipos diferentes y encontró que los más estables son los denominados badano, cuero de oveja o bovino. Además del cuero de suela, que es el más barato y accesible, y no tiene tanto tratamiento estético, pero es justamente el ideal.
Al respecto señaló que el cuero es un material de extraordinaria nobleza y suceptibilidad, lo cual permite impregnarle formas y texturas con una relativa sencillez técnica, sin necesidad de recurrir a ningún tipo de mordente tóxico, pues el mordente que se utiliza es el agua.
También investigó las herramientas básicas para trabajar el cuero, como las que emplean los artesanos e hizo una adaptación de algunas muy sencillas, sobre todo para artistas interesados en su uso y estudiantes de Bellas Artes.
En este sentido manifestó que su objetivo no es generar una técnica que compita con otras, sino una más que sea accesible a otras poblaciones, como niños y personas adultas mayores, pues no se requiere tener un laboratorio con químicos para aplicarla.
El Dr. Chaves también indagó las diferentes alternativas para generar tonos o manchas con sus respectivas degradaciones utilizando herramientas como las ruletas que se usan tradicionalmente en metal. Además de una técnica que le pareció especialmente interesante y es la posibilidad de procesar el cuero para sacar las diferentes capas o flores del cuero.
Otro de los aspectos que investigó fue el hecho de poder dar una alternativa al llamado barniz blando, que en grabado en metal generalmente se utilizan una serie de procesos que muchas veces no salen del todo como se quisiera. Mientras que en cuero se logra simplemente humedeciéndolo, luego se coloca la textura que se desee, se pasa por la prensa húmedo, se quita dicha textura la cual ya quedó allí, y por más ínfima que sea va a dar el registro perfecto para imprimir.
En este sentido el Dr. Chaves comentó que la conservación de las planchas de cuero es muy sencilla, simplemente hay que alejarlas del agua y tenerlas en un lugar seco, no generan un gran peso como las planchas de cobre, no se oxidan, se puede desarrollar la técnica en cualquier lugar, las herramientas son mínimas y la plancha va a permitir volverse a imprimir después de muchos años.
De manera que su libro lo que pretende es dar un acompañamiento para que la persona pueda desarrollar la técnica, por lo cual tiene una visión evidentemente didáctica. También apuntó que este proyecto le permitió aprender que "la tradición y el pasado siempre nos va a seguir dando lecciones".
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