El profesor de arquitectura Rubén Bancrofft Hernández estuvo de visita en nuestro país para ofrecer varias conferencias en la Escuela de Arquitectura de la UCR y poder abordar el tema de cómo se analiza la arquitectura en su natal Cuba, entre otros tópicos.
Rubén Bancrofft, quien es graduado y actual docente del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (CUJAE), la universidad politécnica más importante y tercera más grande de Cuba, comentó que la enseñanza de la arquitectura inició en el año 1900 en su país, por lo que ya suman más de un siglo de experiencia en el campo.
De 1963 a 1969 Bancrofft logró terminar sus estudios y graduarse como arquitecto, pero en 1967 empezó a impartir lecciones siendo todavía un alumno, pues tuvo que dar el paso al frente para ayudar en la enseñanza de estudiantes de años inferiores ya que muchos profesores salieron de Cuba cuando se gestó la revolución.
Dentro de su amplia experiencia resalta el haber ofrecido cursos en países como Alemania, Ecuador, Bolivia y en Nicaragua, además desempeñó el puesto de decano y dirigió la Comisión de Preparación del Plan de Estudios Estatal de Arquitectura, una directriz del Estado que tienen que seguir todas las universidades del país.
“Nosotros tratamos de hacer una educación que sirva para la vida, que esté asentada en los elementos básicos de la profesión, de modo tal que las y los graduandos se puedan enfrentar a cualquier tarea: urbanismo, proyectos, de construcción, investigación o docencia; tenemos un sistema de posgrado que va perfilando a las y los estudiantes en campos específicos de lo que quieran hacer”, describió.
Bancrofft explicó que cada año realizan intercambios académicos con universidades de Europa y de América Latina, además dijo que en Cuba cualquier persona puede estudiar arquitectura y la educación en todos sus niveles es gratuita.
“Cada estudiante que termina la enseñanza general en Cuba tiene que realizar un examen para poder ingresar a la enseñanza superior, las y los jóvenes reciben un 50% de la nota si lo aprueban y el otro 50% lo obtienen al superar un examen que realiza cada universidad. También se hacían exámenes de aptitud para ingresar a la carrera de arquitectura, pero este requerimiento se eliminó hace un año debido a que es un proceso muy caro de mantener”, acotó.
Se trata de un sistema muy parecido al de Costa Rica, pues acá se aplica el examen de bachillerato y posteriormente las y los estudiantes se inscriben para realizar el examen de admisión que tienen la Universidad de Costa Rica o el Instituto Tecnológico por ejemplo.
Bancrofft agregó que el 10% de las plazas para entrar a la educación superior se facilitan por medio de un concurso, en donde las y los jóvenes hacen un solo examen y si lo aprueban entran de una vez a la universidad.
“Si alguna persona entra a la carrera de arquitectura en Cuba y no tiene la capacidad para estudiarla, lo tiene que lograr en el camino, la misma universidad se ocupa de ayudarle a nivelarse para tratar de que lo consiga, de todas maneras tenemos la orientación vocacional y si la gente no siente que tiene aptitud para la arquitectura pues no la va a estudiar”, detalló.
Por otra parte, la arquitectura cubana está insertada en un medio tropical, mencionó Bancrofft, por lo que busca aprovecharse de todos los recursos generosos que da la naturaleza como la abundante luz, calor y aire para hacer mejor los edificios, a pesar de ello y debido al bloqueo económico de Estados Unidos, no tienen una diversidad muy amplia de materiales de construcción y han tenido que aprender a hacer las cosas con un mínimo de recursos.
Este arquitecto y profesor cubano indicó que las y los arquitectos se gradúan tras cinco años de carrera en Cuba, mientras que en la Escuela de Arquitectura de la UCR se tardan seis años, a pesar de ello aseveró que los planes de estudios son similares.
La única diferencia que destacó es que en Cuba la enseñanza de la arquitectura da mucho énfasis al tema bioclimático, que se imparte desde el primer año de estudios y lo mismo sucede con la arquitectura patrimonial.
“Si en Cuba no hubiese habido revolución la imagen de La Habana sería como Miami o Panamá, pero como se congeló la especulación urbana, el uso indebido de la tierra y se eliminó la vivienda como negocio porque se consideró que ese era un derecho y una obligación del Estado, y si sumamos el bloqueo económico de parte de EEUU, en Cuba no hubo dinero ni posibilidades para destruir todo el patrimonio existente y hacer edificaciones nuevas, pasamos de la impotencia por no poder ser modernos a que se convirtiera en la gran fortaleza del país, porque somos los únicos en Latinoamérica en tener un museo vivo de arquitectura y ahora estamos tratando de protegerlo”, describió.
Sin titubear Rubén Bancrofft afirmó que Cuba está destinada en un futuro no muy lejano a ser gobernada y dirigida por mujeres, de quienes destacó su inteligencia y valentía, “en Cuba los derechos de la mujeres los fortaleció la revolución, se dio una igualdad en la educación, el 52% de la fuerza técnica son mujeres, en todo el sistema de gobierno el 30% de sus funcionarios son mujeres y eso se sigue fortaleciendo, y los jóvenes en general también, porque tienen todas las posibilidades de desarrollarse primero en la educación y después como profesionales”, destacó.
Asimismo, Rubén Bancrofft ofreció una explicación sobre el panorama actual de la economía cubana en general y la incesante búsqueda que realizan las autoridades del Estado cubano para poder darles una mejor calidad de vida a sus conciudadanos.
“Los salarios no son suficientes y ese es un gran drama nacional, en función de eso se está haciendo una transformación profunda de la estructura económica del país para tratar de encontrar soluciones y una de ellas es que se está pasando el 55% de la fuerza laboral estatal al sector privado de microempresas o cooperativas, pero no al sector privado de la especulación o de facilitación del enriquecimiento ciudadano, sino a negocios de pequeño volumen para que la gente pueda acceder a una ganancia pequeña que le permita vivir dignamente, porque así se evita también las diferencias sociales que genera el capital”, externó.
Finalmente, el profesor Rubén Bancrofft elogió el campus universitario de la UCR al que destacó por sus zonas verdes y la buena arquitectura de sus edificios; con su acento cubano inconfundible exclamó que es uno de los que más le gusta de toda Latinoamérica, además señaló que la educación superior actual tiene que evolucionar hacia una enseñanza integral y con el objetivo de formar ciudadanos comprometidos con el tema social.