Estudiantes contribuyen a renovar Isla San Lucas

Estudiantes del Programa de Voluntariado de la UCR trabajaron en conjunto con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) en la restauración de la Isla San Lucas (foto Laura Rodríguez Rodríguez).

Estudiantes del Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica se dirigieron hacia la región pacífico norte de nuestro país, para contribuir con el proceso de restauración, protección y mantenimiento del Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas.

Alrededor de 18 estudiantes de distintas carreras de la UCR permanecieron, durante una semana en la isla, con el objetivo de contribuir a  extraer y reciclar, materiales y residuos que ponen en peligro la vida de los animales y que deterioran la imagen del refugio (alambres de púa, basura, madera vieja, latas de metal, entre otros).

Durante su estadía, los jóvenes voluntarios también limpiaron y construyeron nuevos senderos en el área protegida, para evitar conatos de incendio y mejorar la travesía de los turistas que visitan el refugio. 

Asimismo, los estudiantes realizaron varios recorridos por los alrededores de las playas que forman parte de la Isla, para recolectar y reciclar la basura que proviene de distintos puntos del país y que debido a las corrientes marinas se acumula en ese lugar.

Los voluntarios también limpiaron y construyeron nuevos senderos en el área protegida, para evitar incendios y mejorar la travesía por el refugio (foto Laura Rodríguez).

Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Ambiental

Por más de un siglo (1873-1991), el Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas funcionó como una penitenciaría, en la cual, según las historias de vecinos de la zona, se enviaban a los privados de libertad que eran considerados como “los más peligrosos del país”. Varios libros y relatos populares describen las supuestas historias de tortura, sufrimiento y violencia que se llevaron a cabo en la antigua prisión.

Tras el cierre de la prisión en 1991; la Isla San Lucas fue declarada como Refugio Nacional de Vida Silvestre y ciertos edificios del lugar, como la Comandancia y la Capilla fueron incorporados al Patrimonio Histórico-Arquitectónico de Costa Rica.

Por esta razón, el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET), junto a otras organizaciones públicas y no gubernamentales trabajan en la recuperación biológica del lugar (se han introducido especies como venados, monos congos, entre otros); en la restauración de los recursos arquitectónicos de la isla; y en el desarrollo turístico sostenible de la zona mediante el uso de los atractivos del refugio.

Como parte de una alianza, entre el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Programa de Voluntariado, desde hace varios años, estudiantes de la UCR tienen la oportunidad de aprender sobre el patrimonio histórico y el valor ambiental del lugar y a su vez contribuir con la conservación y restauración de la isla.

Los voluntarios se encargaron de eliminar residuos y materiales que formaban parte de las estructuras de la antigua “colonia agrícola penal” que se instauró en la Isla San Lucas en1950, y que ponen en peligro la vida de las especies que ahora habitan el refugio (foto Laura Rodríguez).

Una experiencia enriquecedora

Los estudiantes del Programa de Voluntariado manifestaron que  la experiencia de colaborar con la renovación de Isla de San Lucas, los ayudó a entender, de mejor manera,  el valor histórico del lugar y la importancia de preservarlo para que futuras generaciones puedan disfrutar de su flora y fauna.

Juan Carlos González,  estudiante de Ingeniería Civil aseguró que la experiencia de participar como voluntario en ese lugar, fue muy enriquecedora, porque a través de ella, pudo ayudar al medio ambiente e intercambiar conocimientos con otros compañeros.

“Lo más importante es la satisfacción de contribuir no sólo con el medio ambiente y con el patrimonio histórico, sino también dando aportes a los compañeros para poder trabajar en equipo y dejar una huella, en el país” dijo González.

Asimismo, el estudiante de Psicología, José Luis Elizondo explicó cómo este proyecto de voluntariado, contribuyó con el crecimiento personal del equipo de trabajo.

Los estudiantes realizaron varios recorridos por los alrededores de las playas que forman parte de la Isla, para recolectar y reciclar los desechos que se acumulan en el lugar (foto Laura Rodríguez).

“Si tuviera que describir la experiencia en una palabra sería crecimiento o desarrollo, hemos crecido mucho a nivel de conciencia ambiental, conciencia social, el trabajo que aquí se hace es integral; hemos rescatado muchos valores y hemos aprendido como llevar esto a diversas áreas fuera de la isla, y la verdad ha sido muy enriquecedor ayudar al parque y  al medio ambiente” añadió Elizondo.  

Según Cristina Mora Molina, miembro del Programa de Voluntariado de la UCR, mediante este tipo de actividades, la universidad les ofrece a los estudiantes, la oportunidad de acercarse, aún más, a la realidad nacional, y de contribuir a solucionar distintas problemáticas sociales, desde sus campos de acción.

“Más allá de las labores que realizan como voluntarios, los estudiantes que participan de este tipo de proyectos, se sensibilizan con las distintas problemáticas que vive el país y desarrollan habilidades para la vida como el trabajo en equipo, el intercambio de conocimientos, la solidaridad, el respeto, entre otros” dijo Mora.

El Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica está dirigido a toda la población estudiantil universitaria de las diferentes Sedes y Recintos que desee involucrarse de forma voluntaria en proyectos que estimulen la solidaridad humana y el desarrollo personal.