Con una conferencia magistral de su exalumno MBA Pablo Vargas Morales, director ejecutivo (CEO) de Café Britt, la Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios de la Universidad de Costa Rica (UCR) conmemora su Cuadragésimo Aniversario de fundación.
En la actividad, que tendrá lugar este viernes 21 de marzo, a las 5:00 p.m., en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, Vargas se referirá a la competitividad de las empresas del sector agropecuario costarricense y el aporte de las y los graduados en economía agrícola a ese proceso.
Según lo explicó el Dr. Olman Quirós Madrigal, director de la unidad académica, al igual que Vargas, son cientos los economistas agrícolas que cada día aportan sus conocimientos a favor del sector agropecuario y el desarrollo nacional.
La escuela, que surgió como parte de los acuerdos del Segundo Congreso Universitario, efectuado entre el 29 agosto y el 3 setiembre de 1966, fue fundada en 1974. Desde entonces, ha graduado 375 economistas agrícolas con grado académico de licenciatura y 575 con grado académico de bachillerato.
Aunque en principio Economía Agrícola fue un departamento de la entonces Facultad de Agronomía, conforme fue evolucionando la sociedad y creciendo el sector agropecuario nacional, se vio la necesidad de especializar a los profesionales en ciencias agropecuarias no solo para realizar estudios económicos, sino para ayudar a fortalecer las empresas agropecuarias. “Se necesitaba una persona que tuviera conocimientos de agronomía, pero que su enfoque principal fuera el análisis agroeconómico y empresarial”.
Para la formación en posgrado de los primeros cuadros de profesores en el exterior, se contó con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Siempre en concordancia con la realidad nacional, en estas décadas la escuela ha evolucionado pasando de un énfasis de desarrollo rural, hasta convertirse hoy en una unidad académica con énfasis en los agronegocios y en agroambiente, que es lo que requiere la Costa Rica de hoy en el contexto de la globalización y en la era de los tratados de libre comercio.
“Para bien o para mal, dijo Quirós, el país se enfrenta a tratados de libre comercio y requiere de profesionales capacitados para hacer negocios. La idea es que nuestros graduados, sean capaces de aprovechar las oportunidades que ofrecen estos tratados para los agronegocios y fortalezcan a los empresarios agropecuarios en aspectos de administración y estrategia empresarial con miras a transar exitosamente”.
Dada la malla curricular de la carrera, actualmente hay egresados de economía agrícola laborando en campos tan diversos como gestión de calidad en empresas exportadoras, análisis estadístico empresarial, finanzas, mercado agropecuario, administración de empresas agropecuarias, economía de recursos naturales o economía ambiental en gobiernos locales, por ejemplo, sin contar la incursión de algunos en el campo político, lo cual les ha llevado a ocupar cargos de ministros o presidentes ejecutivos.
A futuro el reto más cercano es culminar con éxito el proceso de acreditación iniciado hace más de un año con la autoevaluación.
Entre los puntos medulares está continuar fortaleciendo esa correspondencia de los contenidos curriculares a las necesidades del país y seguir respondiendo a los requerimientos de las empresas agroexportadoras. “Tal vez no vengan más tratados de libre comercio como los firmados hasta ahora -acotó Quirós- pero si se están revisando los suscritos y creo que los cambios vendrán en el área de agronegocios”.
Paralelamente, la escuela ha empezado a fortalecer relaciones con otras universidades y centros de investigación, tanto en América Latina como Europa, que se fundamentan también en los agronegocios.
Así se han iniciado conversaciones con universidades de Centroamérica, México, Chile y Ecuador, y próximamente se tendrá la visita de estudiantes y profesores del Posgrado en Agronegocios de la Universidad Agraria de La Molina, de Perú, institución con 106 años de experiencia en este campo y una de las más prestigiosas universidades agrarias del continente. La idea es propiciar la creación de redes de agronegocios.
De la misma forma, se han iniciado contactos con las universidades alemanas de Hohenheim, ubicada en Stuttgart, capital del Estado federado alemán Baden-Wurtemberg, y de Göttingen que tiene, en conjunto con la Universidad de Talca de Chile, una Maestría en Agronegocios Internacionales. El objetivo es impulsar a jóvenes académicos de la escuela para que hagan sus posgrados en esas universidades.
“Tenemos poco más de un año de haber iniciado el proceso de autoevaluación y aunque hemos tenido que superar algunos inconvenientes por cambios en la reglamentación del SINAES, esperamos presentar la documentación necesaria para la convocatoria del SINAES de abril del 2015”, concluyó Quirós.
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