Doce indígenas culminan carrera en universidades públicas
20 mar 2014Sociedad Doce estudiantes indígenas del país concluyeron en 2013 la carrera de Bachiller en Educación en I y II ciclos con énfasis en lengua y cultura cabécar, la cual se impartió en la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), en Turrialba.
Maikol Salazar y Perciles Aguilar maestros en la Escuela Guayaba Yökö son un ejemplo de la inserción de estos nuevos profesionales en sus comunidades de origen y el aporte que dan a la educación de las generaciones más jóvenes (fotografías Denis Castro).
Esta promoción estudiantil forma parte de un programa interuniversitario financiado por la Comisión Nacional de Rectores (Conare), y establecido con el fin de ampliar las oportunidades de participación a la población indígena en la educación superior pública.
A unos 60 km de la ciudad de Turrialba, en las estribaciones de la cordillera de Talamanca, se encuentra el Territorio Indígena de Chirripó, en donde labora uno de los estudiantes graduados.
La M.Ed. Hannia Watson Soto, coordinadora de la carrera en la Sede del Atlántico, explicó que las universidades proporcionaron los servicios requeridos por estos alumnos: transporte, alojamiento, alimentación y materiales. También aportaron los resultados de la investigación y abrieron los espacios de capacitación necesarios.
En la Escuela Guayaba Yökö hay 42 estudiantes, de preescolar a sexto grado, y cinco docentes. Es una escuela rural, de difícil acceso y con recursos escasos. No tiene electricidad ni Internet.
Maikol Salazar Céspedes, 25 años, maestro en la Escuela Guayaba Yökö desde 2010 y uno de los estudiantes graduados en el programa: “Muchos cursos estaban basados sobre nuestra realidad, en un 80 % pudimos conversar sobre nuestra cosmovisión y la realidad de aquí”, expresó.
Maikol imparte las clases en español y en cabécar. Él considera que el español es “una herramienta” muy importante para estudiar y para integrarse a la sociedad.
Este joven maestro está consciente de su papel en la defensa de la lengua cabécar y, en general, de las tradiciones y la cultura de su pueblo. Aunque, dijo, “no se puede tapar el sol con un dedo”, hay cambios y los cambios son globales, afectan a todo el mundo.
En las escuelas de Chirripó hay un maestro o maestra de lengua y otro de cultura. Se busca que los alumnos aprendan a leer y escribir la lengua materna y que haya un rescate de las expresiones culturales y de las artesanías tradicionales.
Persiles Aguilar Jiménez, es docente de Cultura en la Escuela Guayaba Yökö. El caballo es su medio de transporte.
En Alto Chirripó se encuentra el Liceo Rural Fila Carbón II, ubicado en Quetzal. Cuenta con nuevas instalaciones, construidas con un préstamo suscrito por el país con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento para la construcción de obras educativas en comunidades indígenas.
Este colegio atiende a 109 estudiantes. Su director, Cristian Hidalgo Ávila, manifestó que se debe trabajar más en la contextualización de los programas educativos a las condiciones de los territorios indígenas, reforzar la enseñanza de matemática y español y proporcionar más tiempo a los alumnos en las pruebas de bachillerato.