Hombre ilustrado, un librepensador, líder de opinión, maestro y tutor, el fundador de la filosofía política en Costa Rica son tan sólo algunos de las cualidades que le atribuyen sus amigos y colegas universitarios a Manuel Formoso Herrera (†).
Su vida, sus aportes a la Universidad de Costa Rica, a la filosofía, las ciencias políticas y a la opinión pública, así como sus calidades como ser humano, las compartieron en un homenaje póstumo organizado por el Decanato de la Facultad de Ciencias Sociales con la colaboración de la Escuela de Ciencias Políticas y el Centro de Investigación de Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica.
En la actividad que se llevó a cabo el martes 25 de noviembre de 2014, en el miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales, estuvo presente su esposa y familiares, colegas y amigos.
Hijo del periodista Manuel Formoso Peña y María del Carmen Herrera Núñez, nació el 15 de enero de 1932 en San José y al mismo tiempo nace su hermana gemela María del Rocío. Creció en Guadalupe, Goicoechea e hizo la primaria en la Escuela Pilar Jiménez y la secundaria en el Liceo de Costa Rica.
Se graduó como abogado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Costa Rica en el año 1957. Mediante una beca realizó un doctorado en Derecho en la Universidad Complutense en España (1958-1962) y en 1964 obtiene otra beca por dos años para estudiar en Francia. Allí realiza estudios sobre filosofía política y cursos sobre historia de las ideas políticas en La Sorbona en la Escuela de Ciencias Políticas de la Facultad de Letras y también en la Facultad de Derecho.
Abogado, politólogo y fundador del Semanario Universidad, primer decano de la Facultad de Ciencias Sociales. Dedicó más de 30 años a la docencia en la Universidad de Costa Rica, fue profesor en la Facultad de Derecho y Estudios Generales, la Escuela de Ciencias Políticas y la Escuela de Filosofía. Además fue uno de los fundadores del Partido Socialista Costarricense (PSC).
Entre sus obras más importantes se encuentra la edición de las memorias del ex Presidente Teodoro Picado (1944 -1948) y la traducción de “El Príncipe” de Nicolas Maquiavelo, El Contrato Social de Rousseau (con una introducción) y del Segundo Tratado del Gobierno Civil de John Locke, a lo que se suman vastos artículos de opinión que publicó en la página 15 del periódico La Nación de 1968 a 1992 y en el Semanario Universidad. Gran parte de estos artículos los compiló en la obra que tituló: De unicornios, política y planetaridad. (Ed. Juricentro, 1993).
El historiador y decano de la Facultad de Ciencias Sociales M.Sc. Francisco Enríquez Solano recordó que Manuel Formoso fue una de las personas que impulsaron cambios en la Universidad durante el Segundo y Tercer Congreso Universitario.
Durante el segundo Congreso Universitario (1966), junto con un grupo de profesores presentó una ponencia para que la Universidad tuviera su propio periódico, la misma fue aprobada y así surge el Semanario Universidad, el cual dirigió de 1968 a1972.
El Dr. Arnoldo Mora Rodriguez, quien fue su amigo y colega, opina que él vio la enorme importancia de que la Universidad saliera de las aulas y proyectara su imagen ante el país, siendo forjadora de opinión pública y para eso era necesario tener un medio de comunicación.
En 1968 junto con un grupo de profesores de la Facultad de Derecho presenta la iniciativa para crear una Escuela de Ciencias Políticas en dicha Facultad, la cual inició funciones a partir de 1970 y donde se desempeñó como docente durante décadas.
En el tercer congreso universitario (1972-1973) es uno de los impulsores de la creación de la Facultad de Ciencias Sociales, la cual inicio labores en 1974. Él fue el primer decano de esta facultad, cargo que ocupó de 1975 a 1979.
El pensar libremente y el amor a la justicia es el legado que deja Formoso en quienes lo conocieron, según el Dr. José Miguel Rodríguez quien fue su estudiante y heredero de la Cátedra de Pensamiento Político en la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR.
“Manuel era un hombre que sólo podía respirar en las alturas del pensamiento libre, el no era de ataduras, no era de dogmas, solo podía pensar cuando tenía una gran libertad y eso lo inculcaba en sus cursos y en su quehacer universitario”, recordó el Dr. Rodríguez.
Fue un eminente profesor y un maestro, además fue un erudito en las fuentes fundamentales del pensamiento, estudió a Platón y Aristóteles, a Rousseau y Maquiavelo, y se especializó en los grandes ideólogos de las revoluciones democráticas liberales.
Él introdujo el pensamiento de Mao Tse Tung en Costa Rica y así el marxismo asiático, y se interesó por el pensamiento latinoamericanista del Che Guevara, José Martí y Vicente Sáenz. Incluso hizo un seminario para análisis del pensamiento del Che Guevara y lo convirtió en objeto de estudio e investigación universitaria, según recuerdan sus colegas y estudiantes.
En el curso que impartía sobre Pensamiento Político hablaba de los grandes pensadores y despertaba el interés y entusiasmo de sus estudiantes, atraía a los dirigentes estudiantiles de diferentes denominaciones políticas y estimulaba la discusión en sus clases.
La sobrina Ángela Arias Formoso politóloga y exprofesora de la UCR, quien ofreció unas palabras en nombre de su familia, recordó la emoción que él transmitía en clases cuando hablaba de Maquiavelo y Rousseau y cómo enseñaba a ser críticos y divergentes a la vez que se convertía en un amigo para sus alumnos.
Don Manuel Formoso Herrera falleció el pasado 18 de octubre de 2014 a la edad de 82 años en su casa de habitación en Santa Ana. Junto a su esposa la sueca Anita Ohisson tuvo dos hijos Andrés y Cristina y cuatro nietos.
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