La defensa comunitaria del territorio y los problemas ambientales y de tenencia de la tierra son analizados en una nueva cátedra creada por el Programa Kioskos Socioambientales para la Organización Comunitaria, de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica.
La iniciativa fue inaugurada en un acto realizado el 20 de noviembre en el auditorio de la Escuela de Arquitectura, con la presencia del vicerrector de Acción Social, M.Sc. Roberto Salom Echeverría, y de los líderes comunales Erlinda Quesada Angulo, de Guácimo, y Wilberth Gómez, de Sixaola, Talamanca, ambos de la provincia de Limón.
La Cátedra dará énfasis al fortalecimiento de los procesos de formación y articulación comunitarias frente a los problemas socioambientales, que se han agudizado en los últimos años en un contexto de aumento de la desigualdad social y de la pobreza, explicaron los organizadores de la actividad.
Consideraron que la UCR es un “actor determinante” en la sociedad costarricense que debe asumir su compromiso ético y papel activo en la transformación de la realidad social.
La Cátedra desarrollará diversas actividades, entre estas, seminarios, charlas, cursos cortos, encuentros comunitarios y talleres de formación metodológica en comunidades.
El coordinador de Kioskos Socioambientales, Lic. Moisés Salgado Ramírez, explicó que este proyecto académico es un paso más en el trabajo desarrollado de acompañamiento a organizaciones sociales y comunales en zonas rurales, con el objetivo de responder y resistir ante esta dinámica y defender el territorio”.
“Nos referimos a una vinculación con orientación pedagógica crítica que busca un acercamiento colectivo desde el respeto y la escucha a las raíces históricas de los principales conflictos socioambientales de nuestro país”, aseguró Salgado.
El funcionario detalló que desde el 2008 este Programa se ha vinculado a diversas comunidades del país y apoyado diversas luchas ante proyectos hidroeléctricos, de minería y conflictos agrarios, en lugares como Talamanca, Upala, Los Chiles, Guanacaste, Guatuso, Guácimo, Palmar Norte y Palmar Sur, entre otros.
Dijo además que la Cátedra hará un abordaje interdisciplinario del tema, tal como el Programa Kioskos lo ha venido haciendo mediante la discusión y el análisis junto a diferentes actores y sectores académicos de la UCR y de otras universidades públicas.
Para el Vicerrector Salom, la UCR tiene el “compromiso moral” de la acción social que no es sino otra cosa que la vinculación con la sociedad, como parte de su quehacer académico. Este además comprende la docencia y la investigación.
“La acción social es una puesta en práctica del conocimiento” e “implica un vínculo con las comunidades”, afirmó Salom.
El funcionario también se refirió a lo que no es la acción social, y al respecto dijo que “no es un servicio, no implica un compromiso permanente en las comunidades, no sustituye al Estado y no es repetitiva”.
El líder comunal Wilberth Gómez comentó que en la actualidad no hay una ley que ampare al campesinado costarricense y que continúa la lucha por las tierras que adquirieron de forma legal en los años 90.
Expresó que de acuerdo con la nueva legislación, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) concede arriendos de terrenos por cinco años, a diferencia de décadas atrás, que se otorgaban títulos de propiedad. “El territorio es patrimonio del Inder. En vez de progreso, vamos en decadencia. Firmar un arriendo es perder el derecho a la tierra”, argumentó.
Gómez rememoró que la conquista por la tierra la inició en los años 80, a los 14 años de edad, cuando llegó a Talamanca junto a sus padres y tuvieron que luchar contra la compañía bananera por la posesión de unos “cacaotales abandonados”. “En Talamanca hay grandes riquezas que son muy atractivas para las empresas transnacionales”, aseguró el dirigente campesino.
Erlinda Quesada narró cómo en los años 80 empezó la explotación de tierras primero para el monocultivo del banano y luego de la piña en la parte norte del Caribe costarricense, que comprende los cantones de Siquirres, Guácimo y Pococí.
“Se dio un proceso de expansión de estos cultivos en el que el campesinado salió perdiendo, porque se les empezó a despojar de sus tierras para convertirlas en grandes desarrollos que han traído graves problemas ambientales y de salud”, comentó Quesada.
A juicio de la líder comunal, la expansión piñera ha ocasionado más problemas que la del banano, entre los que mencionó la persecución y hostigamiento de los pobladores y sus dirigentes y la lucha por el derecho al agua potable.
Quesada agradeció a la UCR por su apoyo con estudios científicos, que les permitió ganar en el ámbito judicial su lucha en contra de una empresa piñera que contaminó el agua.
Por su parte, el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), Lic. José Julián Llaguno Thomas, expuso una radiografía de la situación de tenencia de la tierra en Costa Rica.
Al respecto, indicó que tres empresas agroindustriales transnacionales ocupan grandes extensiones de monocultivos, los cuales se encuentran ubicados muy cerca de los asentamientos campesinos y de las áreas protegidas por el Estado, que representan un 25 % del territorio nacional. Otro 25 % de la superficie pertenece al Inder y un porcentaje menor son territorios indígenas.
Esto significa que entre más grandes los monocultivos más pequeños son los asentamientos campesinos y que existe una fuerte competencia por los recursos, concluyó el especialista.