Nutricionista de formación, egresada como licenciada de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el año 2000 y con una maestría en Tecnología Educativa de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) en el 2007, Adriana Murillo Castro ama lo que hace, se le nota en su expresión, en sus palabras y en su accionar.
Esta profesora e investigadora de Nutrición afirma que su trabajo le llena y le satisface enormemente, pero además su corazón y su pensamiento están por completo dirigidos hacia su hijo Santiago de cinco años.
Procedente de Atenas, Alajuela, y nacida en 1974, Adriana comparte su pasión académica con el gusto por pasear y compartir con sus familiares, “me encanta viajar, ya sea un paseo cerca de mi casa o ir lejos, me gusta conocer lugares, disfruto mucho de cualquier cosa que se me presente. Uno tiene que aprender a disfrutar eso porque en las diferentes etapas de la vida se presentan oportunidades de vivir muchas cosas”.
Inmediatamente trae a colación a su pequeño Santiago y cuenta su experiencia como madre con una emoción que se le nota en sus ojos, “cuando una está soltera y sin hijos puede hacer más cosas, en mi caso disfruto de otras cosas y mi mayor satisfacción es pasar tiempo con él, poder compartir su inicio en el proceso de escuela y verlo crecer”.
Sus aficiones, aunque un poco relegadas, son el teatro, el cine y leer, también le gusta compartir con sus compañeras y compañeros de trabajo, “para mí la UCR significa formación personal, experiencia, valores, familia, es mi casa de enseñanza, de aprendizaje, compartir y generar conocimiento; tiene mucho significado para mí estar acá con mis estudiantes, compañeros y compañeras de labores”.
Adriana revela que tiene un “angelito” que le ayuda a mantener una alimentación balanceada y así tratar de ser ejemplo de su profesión, “aplico mis conocimientos en mi vida, lo que pasa es que comer bien no es tan terrible como se piensa, se puede comer de casi todo y disfrutar. A veces a las nutricionistas nos asocian con dietas, sufrimiento y restricción, pero al paciente se le debe dar un programa estricto cuando llegan con algún padecimiento. Se puede jugar un poco más con ciertas cosas, pero siempre con ese ‘angelito’ que avisa que hay que mantener el control”.
Una vez que se graduó de la UCR Adriana trabajó un año en el Ministerio de Salud en un proyecto de capacitación para hogares de ancianos y después se le presentó la oportunidad de realizar una estancia de investigación en el exterior.
“Fui al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico de México en el 2001 para estudiar biotecnología de alimentos, aproveché que estaba allí para obtener al mismo tiempo una especialidad o diplomado en asistencia geronto-pediátrica; ya había tenido la experiencia de trabajar con adultos mayores y entonces quise aumentar mi experiencia en esa área”.
Al regresar a Costa Rica logró entrar a laborar en la Escuela de Nutrición, en donde ya lleva 12 años de impartir lecciones, investigar y extender el conocimiento a las comunidades.
“Esta Unidad Académica está dividida en tres áreas: Alimentos y Servicios de Alimentación, Nutrición Humana y Clínica, y Nutrición Pública; yo me incorporé en la primera como docente y también asumí la coordinación de acción social. En cuanto a investigación mi tesis de licenciatura fue un seminario de graduación que abordó las propiedades del frijol y el primer proyecto en el que trabajé fue el de hongos comestibles junto a la investigadora Giselle García Pereira, quien trabaja en el CIA (Centro de Investigaciones Agronómicas)”.
Adriana manifestó que en la parte docente siente una responsabilidad muy grande al contribuir directamente con la calidad académica que al final tienen las y los profesionales de Nutrición, “tenemos la responsabilidad de transmitir al estudiante los valores que caracterizan a la Universidad. Es muy gratificante ver a las y los jóvenes cuando inician, formar parte de su crecimiento, ver su nivel de madurez y constatar que al final tienen una excelente actitud emprendedora, dominan muy bien los temas y su sentido social desarrollado; es muy satisfactorio”.
Entretanto, Adriana comentó que el proyecto de investigación más reciente en el que participa es el que desarrolla junto a otras profesionales de Nutrición en el Área de Salud de Goicoechea y Alajuela, sobre factores condicionantes para el exceso de peso y obesidad en mujeres, allí trabajan en la elaboración de una estrategia que indique cómo desarrollar un modelo educativo que pueda ayudar a intervenir a este grupo de mujeres.
Por último Adriana enfatizó que la acción social significa trabajar hacia afuera, con las comunidades, sobre todo las que están en condición de vulnerabilidad, para aportar y contribuir en mejorar la calidad de vida de sus pobladores, “para mi es estar en contacto con la realidad, con lo que viven las personas día a día, lo que sienten y lo que necesitan. Al cumplir con todo esto lo que siento es satisfacción porque estoy retribuyendo a la sociedad mucho de lo que he obtenido por medio de la UCR”, concluyó.
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