Sus músculos recios, sus amplias caderas y su mirada penetrante evidencian sus largas y pesadas jornadas de trabajo bajo el sol abrazador de las pampas guanacastecas.
Sea en cenízaro, cedro, guanacaste o madero negro, la Chola siempre evocará a esa mujer valiente forjadora de pueblos y añoranzas.
Manuel Vargas Murillo ha hecho de ella su motivo de inspiración artística. Una muestra de ello la podemos apreciar en la exposición que presenta en el vestíbulo del edificio administrativo A de la Universidad de Costa Rica.
Está conformada por doce esculturas en madera, entre las que figuran "Chola al viento", "Solo mírame", "Chola con pañoleta al viento", "Mi otro vestido", "De cuclillas" y "Aquel recuerdo".
La curaduría de esta muestra estuvo a cargo del propio artista y del Mag. Luis Paulino Delgado Jiménez, asesor de Artes Visuales de la Vicerrectoría de Acción Social.
Esta exposición es auspiciada por la Dirección de Extensión Cultural de esa Vicerrectoría y permanecerá abierta hasta el 7 de noviembre, de 8:00 a. m. a 5:00 p. m.
Según expresó el presidente de la Asociación Nacional de Escultores de Costa Rica, Luis Alonso Ramírez, "A la mujer guanacasteca la ha enaltecido proyectando su frescura, su humildad, su alegría y su valentía. Las Cholas han sido su mayor inspiración, y enaltecer sus pensamientos y vida cotidiana, su propósito".
También señaló que “sus esculturas hablan y transmiten los mensajes de la mujer, madre y trabajadora: esas Cholas en madrea, piedra o bronce personifican el mundo rural y citadino… desde sus comales, sus computadoras, sus bateas en donde lavan su ropa, sus electrodomésticos, hasta en las pulperías y los supermercados. Como la “Chola del viento”, homenaje al sitio que le vio nacer, viviendo y enfrentando esos vientos, los que desde su infancia le permitieron disfrutar esa sensación de libertad, una de las mayores riquezas del ser humano”.
Por su parte, el Mag. Luis Paulino Delgado indicó que “sus raíces guanacastecas, la de su pueblo natal Tilarán, son el lugar del que aprendió y se inspiró en los trabajos escultóricos de su abuelo. Apreció y elevó la mujer guanacasteca al ícono que ha llamado Chola, mujer que lucha día con día bajo el sol, la luna, las estrellas, sus ríos y montañas, quien realiza un trabajo digno, ya sea en la tierra o en la cocina, con miras a sacar adelante la familia”.
Agregó que “su obra se caracteriza por la robustez de sus figuras en madera, en piedra o modeladas en barro para ser chorreadas de forma permanente al bronce”.
“¿Quién no ha sido sorprendido por la Chola de la avenida Central?, obra suya, en las que las manos de los transeúntes son llamados al deseo de tocar y el de asimilar el volumétrico y robusto aspecto de la mujer guanacasteca. Las Cholas son la inspiración de su obra en diferentes posiciones: contra el sol, el viento o el desafío por vivir en plenitud la vida en la pampa guanacasteca”, enfatizó el Mag. Delgado.
Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR y en el Instituto Técnico Profesional “Pietro Tacca” en Carrara, Italia.
Ha expuesto sus obras en forma individual desde 1981 en numerosas galerías del país, y colectivamente lo ha hecho tanto a nivel nacional como internacional en Estados Unidos, Italia, Israel y Guatemala.
Tiene obra pública en las Municipalidades de San José y Santa Ana, el Banco Nacional, en Tilarán y en los Museos del Banco Central.
Manuel ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos, Mención de Honor en el Certamen de Escultura y Dibujo “José Joaquín Trejos Fernández”, del Banco Popular; Premio “Escultura mayor”, en la III Edición Escultura Mayor, y el Premio Ancora, otorgado por La Nación por la exposición “5 escultores, un legado”.
Es considerado como uno de los valores de la expresión artística tridimensional en Costa Rica.
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