A sus 39 años, y con tan solo 13 de ejercer la docencia el Dr. Guillemo Loría Salazar llegó a ser catedrático universitario, el grado más alto en el régimen académico que otorga la Universidad de Costa Rica. Esta prematura distinción se debe a la númerosa cantidad de investigaciones y otros requisitos académicos con los que cumplió sobradamente este ingeniero en carreteras, que se ha destacado por su trabajo dentro y fuera del país.
Además de profesor, investigador y coordinador el Programa de Investigación en Infraestructura de Transporte (PITRA) del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LanammeUCR), como parte de sus labores cotidianas está la atención a la prensa nacional, que con frecuencia le solicita entrevistas para conocer o aclarar diversos aspectos de la red vial nacional.
Sus habilidades de comunicador las ha cultivado desde niño cuenta el ingeniero, gracias a los consejos de su madre quien como maestra de escuela siempre dirigió los grupos de oratoria. Actualmente “ella me corrige cuando me ve en la televisión y pronuncio mal una palabra” confesó el Dr. Loría.
A pesar de sus múltiples ocupaciones este joven académico universitario saca tiempo para ir al gimnasio entre cuatro y seis veces a la semana. “Este hábito lo adquirí hace algunos años por un asunto de salud y de relajación” dijo Loría, a quien además le gusta tocar el bajo eléctrico desde muy joven y ha integrado varios grupos musicales.
Su afición por este instrumento también lo ayuda a relajarse, sobre todo cuando interpreta rock pesado que es su género favorito. Aerosmith es el grupo que sigue con más pasión, pero también es aficionado de la música de John Patitucci que interpreta jazz, así como de Abraham Laboriel un bajista de música cristiana. Como le gusta e interpreta todo tipo de música, comentó que también en los ritmos latinos es seguidor de Carlos Vives.
“Siempre fui muy buen estudiantes, fui mejor promedio del colegio un año. Nunca me he considerado brillante, solo tengo una combinación de una inteligencia normal con mucho trabajo eso sí” afirmó Loría.
Sin embargo la elección de la vocación fue complicada “porque yo no sabía si irme por una ciencia social o algo más científico. Al final yo me di cuenta que podría llegar a ser un gran profesional en otro campo, pero que si no dominaba o me probaba a mi mismo que podía solucionar problemas físicos y matemáticos complicados, no me iba a sentir bien como persona después”.
En esta elección influyó su padre el Dr. Luis Guillermo Loría Meneses, catedrático de la Escuela de Física e investigador del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares de la UCR. “Yo quería hacerme físico como él y me dijo que no, que estudiara una ingeniería… y si le tomás el gusto a la física, luego estudiá eso”. Al final, reconoce el ingeniero Loría, “terminé haciendo ciencia de rebote, porque yo quería dedicarme a hacer casas”.
Ha estado casado por 15 años, “me casé muy jovencito”, dice en tono alegre y tengo un hijo de cinco años y medio que se llama Joel, al que espera darle un hermano o hermana en algún momento. Luis Guillermo proviene de una familia de Cartago y tiene dos hermanas, Mónica que es relacionista pública y Marcela que sí siguió los pasos de su padre y hoy en día estudia su doctorado en meteorología en la Universidad de Nevada.
Como líder en la investigación en carreteras el Dr. Loría comentó que tanto en la universidad como en el país él vislumbra un futuro positivo para la ingeniería vial.
“En el campo académico es promisorio, nosotros acabamos de arrancar con una maestría que nunca había existido en el país. Hay una lista de 20 personas esperando poder venir a hacer el posgrado aquí por el peso que tiene a nivel científico este laboratorio” expresó con orgullo.
Por otra parte, el Lanamme desde el punto de vista científico ya está muy bien posicionado. “Cuando yo empecé aquí en el Laboratorio en el año 97 todo era muy primigenio, teníamos tecnología de los años 50. Ahora pocos laboratorios en el mundo tienen lo que nosotros tenemos”.
Para el país, Luis Guillermo también tiene una perspectiva positiva. “Ya hay algunos proyectos más grandes que dan alguna esperanza, la figura de nuevos materiales y metodologías de diseño que hemos impulsado desde el Lanamme ya está calando, finalmente, también veo que vienen cosas mejores para el país” recalcó con satisfacción.
La preparación de los profesionales y la investigación del laboratorio se van a juntar y “por fin vamos a incidir”. Como decía Mario Arce, el ingeniero que inició con el PITRA “que las carreteras conozcan lo que hacemos” recordó Loría.
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