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Vandana Shiva en la UCR:

“Transgénicos contaminan la biodiversidad, la academia y la democracia”
31 ene 2014Personalidades
Casa de Semillas
Roxana Chávez compartió con Vandana Shiva su experiencia en la Casa de Semillas Criollas de Atenas, Alajuela. (foto Laura Rodríguez Rodríguez)

Ante tres auditorios colmados de personas en la Universidad de Costa Rica (UCR), la Dra. Vandana Shiva, activista, filósofa, científica y escritora india, defendió su lucha contra las semillas transgénicas enfatizando que éstas no solo contaminan la biodiversidad, sino también los sistemas de conocimiento y la democracia.

Shiva, quien inició su lucha en 1996, ha hecho de la Navdanya (fuerza de la verdad) que otrora utilizara Mahatma Gandhi, su lema para reclamar el derecho de su pueblo y en general de las y los agricultores del mundo, a utilizar las semillas criollas y rechazar la imposición de las semillas transgénicas, promovida por poderosos consorcios internacionales.

La visitante contó cómo, con la introducción de las semillas de algodón Bt por parte de la más reconocida empresa de transgénicos en el ámbito mundial, por desconocimiento y falsas promesas muchos algodoneros de su país firmaron contratos para la utilización de esas semillas, lo que a la postre los llevó a endeudarse, a perder sus tierras y en muchos casos a tomar la medida desesperada del suicidio.

Y aunque, en la actualidad el 95% de la semilla de algodón que se utiliza en India es la Bt y los sistemas públicos están inválidos y ya no tienen semilla para proveer a los campesinos, Vandana Shiva decidió apoyar el rescate de la semilla criolla del algodón en Vidharba, región oriental de Maharashtra, localidad donde entre el 2001 y el 2008, el número de suicidios se elevó de 52 a 1 248.  Allí su Movimiento Semillas de Libertad, inició el establecimiento de bancos comunitarios de semillas criollas de algodón y otros cultivos, que han ido creciendo hasta sumar más de 100 en toda la India.

Contaminación

¿Por qué el ímpetu de su lucha? Para Vandana Shiva esa estrategia de uniformar la semilla por parte de cinco corporaciones surgidas de la industria de la guerra, generan en primer lugar contaminación genética que atenta contra la biodiversidad.

Esto ocurre porque al introducirse un gen específico en una semilla, estas empresas la reclaman como su creación y solicitan una patente, lo que les da derecho a cobrar réditos a las y los campesinos que logran convencer de sus ventajas. Por ejemplo, la semilla de algodón Bt fue diseñada para eliminar el uso de pesticidas en el control de la plaga del picudo del algodonero, que es una especie de escarabajo, y prevenir otros daños, eliminando la necesidad de fumigaciones complementarias.

Público
Gran cantidad de personas acudieron al Auditorio de la Ciudad de la Investigación para escuchar una de las conferencias de la científica india. (foto Laura Rodríguez Rodríguez)

Pero para Shiva, “la realidad es que los transgénicos están fallando, porque aunque se les ha inoculado un gen que supuestamente ayuda a reducir el uso de pesticidas y herbicidas, como la naturaleza no es una máquina a la que se puede manejar como un niño manipula las piezas de un juego de Lego, han surgido nuevas plagas a las cuales no pueden responder y hay que seguir empleando agroquímicos que las mismas empresas venden”.

Otro efecto de esta contaminación es la extensión de las características tóxicas de las semillas transgénicas a otros campos mediante el proceso natural de polinización o el viento, situación que en algunas latitudes ha provocado demandas a productores por parte de estas compañías, que aducen robo de propiedad intelectual.

El segundo tipo de contaminación, es el de los sistemas de conocimiento. “Los derechos de propiedad intelectual bloquean el intercambio de conocimientos, porque los transgénicos existen básicamente para producir dinero”, acotó Shiva. Esto, dijo, empieza a afectar a los sistemas universitarios porque “son tantos los millones de dólares que ganan estas empresas colocando sus transgénicos y agroquímicos en países como la India y Brasil, que para ellas es fácil pagarle extra a científicos de las universidades para que las respalden, marginando a aquellos investigadores que hacen ciencia biológica”.

Mencionó el caso del Dr. Árpád Pusztai, experto mundial en lecitinas de la Universidad de Reino Unido, quien investigando con ratas pudo determinar como el consumo de transgénicos afectó el cerebro, páncreas y el sistema digestivo de los roedores. Cuando se intentó dar a conocer en conferencia de prensa los resultados del estudio, una poderosa compañía intervino y haciendo uso de una ley aprobada por el parlamento inglés, fue obligado a guardar silencio.

Asimismo, hizo referencia a lo sucedido al Dr. Gilles-Eric Séralini quien durante dos años coordinó un estudio sobre los efectos de los transgénicos en el organismo humano, cuyos resultados fueron publicados en la revista científica internacional “Food and Chemical Toxicology”.

Aunque una y otra vez pudo responder a los cuestionamientos de la misma empresa a su investigación, finalmente la compañía usó su poder para que destituyeran al director de la publicación.

Con el rector Jensen
El Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR, conversó durante unos minutos con la Dra. Vandana Shiva. (foto Laura Rodríguez Rodríguez)

Otra cosa que ha notado en diversas visitas a universidades de todo el mundo es que los departamentos de biología se han cerrado, subsistiendo solo los departamentos de biotecnología, que sustentan su investigación en una visión del mundo como si fuera una máquina que puede manejarse desde afuera.  “Es un paradigma que no reconoce ninguna interconexión, pero que solo puede funcionar con la separación. Es un paradigma que no entiende el impacto y no desea evaluar el impacto”.

Aunque para Shiva la tecnología en sí no es mala y mucha de la biodiversidad es resultado conjunto de la evolución y de la inteligencia de la humanidad, “la ingeniería genética no es una tecnología para hacer cultivos, porque está cruda y disparando en la oscuridad, haciendo todo tipo de cosas que evidencian que quienes lo hacen no saben lo que están haciendo, aunque digan que lo saben”.

¿Y la democracia?

El otro tipo de contaminación citado por Vandana Shiva es la del sistema democrático, que sucede porque al tratarse de compañías muy poderosas, invierten dinero para manipular hasta los propios parlamentos de los países donde tienen intereses. 

Contó que eso fue lo que permitió que en la India se aprobara una ley para prohibir el uso de la semilla criolla de algodón, domesticada hace más de 500 años en la región central del país y criminalizar como delincuentes a aquellos agricultores que guardaran semillas.

Aunque intentaron una cosa similar con el arroz, del que la India es un centro de biodiversidad y con la berenjena, de la que tienen muchas variedades, en el 2007 empezó un movimiento que logró echar atrás las intenciones de estas compañías, pues mediante audiencias públicas, científicos y ecologistas convencieron a su Gobierno que eso no era conveniente, tras lo cual se declaró una moratoria que aún está vigente.

“Esta contaminación política de la democracia es la amenaza más seria que nos traen los transgénicos, porque con su poder estas empresas hacen que las instituciones dejen de trabajar a favor de las personas y de la tierra: las manipulan, las modifican genéticamente y las hacen mutantes”.

Diversidad del agro tico
La diversidad de la agricultura tica estuvo representada en la feria organizada en los alrededores de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias. (foto Laura Rodríguez Rodríguez)

Así, aseguró Vandana, han influido para eliminar las leyes de bioseguridad, deshacer decisiones democráticas e inclusive limitar las decisiones de los tribunales. “Es la introducción de una economía criminal contra la voluntad de las personas, no es solo un asunto de tecnología”.

Para la activista “no se trata de que nos digan déjenme ese asunto a mí, que soy el experto, porque en asunto de alimentos todos debemos tomar decisiones. Por eso hemos extendido el Movimiento Semillas de Libertad, deteniendo cualquier ley que haga criminal el uso de las propias semillas”.

Vandana Shiva indicó que por eso espera que en los procesos democráticos de Costa Rica y en las elecciones próximas, se beneficie a propuestas que acuerpen la lucha contra los transgénicos, con miras a implementar el proyecto de ley presentado en la Asamblea Legislativa con miras a establecer una moratoria en el cultivo del maíz transgénico en el país.

“Las semillas nos han sido dadas por la naturaleza y por nuestros ancestros y tenemos el deber de manejar la diversidad con integridad y libertad para dejarlas a las generaciones futuras así como las recibimos nosotros”, concluyó.

Actualmente en Costa Rica 70 de los 81 municipios se han declarado territorios libres de transgénicos. Asimismo, próximamente se presentará un recurso legal para exigir el etiquetado de los productos transgénicos en el país, tal y como sucede en Brasil y algunos países de Europa.

 

Rocío Marín González
Periodista Oficina de Divulgación e Información
rociojgpv.marin  @ucrjodq.ac.cr