Reservas universitarias reciben Bandera Azul

En la reserva conviven más de 400 especies de mariposas. Estas son conocidas como “espejitos”, por sus alas transparentes (foto Laura Rodríguez).

La Reserva Ecológica Leonelo Oviedo de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) recibió el galardón Bandera Azul Ecológica en la categoría de Espacios Naturales Protegidos, por su labor de protección de especies naturales. También fue galardonado el Jardín Botánico José María Orozco en la misma categoría. Ambas áreas protegidas se encuentran ubicadas en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, en San Pedro de Montes de Oca.

Este galardón es otorgado por la Comisión Bandera Azul Ecológica, compuesta por varias instituciones del Estado, entre ellas el Ministerio de Ambiente, Energía y Mares (Minae) y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).

El bosquecito Leonelo Oviedo alberga unas 1 200 especies de flora y fauna, mientras que el Jardín Botánico posee 450 especies de plantas.

La Bandera Azul Ecológica es otorgada a postulantes que aprueban la evaluación de aspectos como manejo de residuos sólidos y estado de la reserva (foto Laura Rodríguez).

El Máster Luis Ricardo Murillo Hiller, coordinador de la Reserva,  afirmó que este espacio “es un patrimonio que le estamos dejando a todos nuestros descendientes”.

Por su parte, el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, director de la Escuela de Biología, resaltó el compromiso que adquiere esta Escuela para mantener la condición de Bandera Azul, que pretende la protección de los recursos naturales, la implementación de acciones para enfrentar el cambio climático, la búsqueda de mejores condiciones higiénico-sanitarias y la mejoría de la salud pública de los habitantes de Costa Rica. Para Gutiérrez, “es un honor y privilegio recibir este galardón”.

Según Yamileth Astorga, coordinadora del Programa Institucional de Gestión Ambiental Integral (ProGAI), “la sociedad costarricense considera al país como ecológico porque tenemos un 25 % de áreas protegidas, pero es muy triste ver el ambiente desequilibrado en el que las comunidades estamos fuera de estas áreas”. Ahora se plantean retos como conectar entre sí las áreas de protección universitarias.

El mariposario de la Reserva Leonelo Oviedo está abierto al público de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 12:00 m.d, la entrada se ubica detrás de la Facultad de Ciencias Sociales (foto Laura Rodríguez).

Cuna de conocimiento

Ya se han publicado en revistas científicas 30 investigaciones hechas en la reserva, gracias a la oportunidad que brinda el “bosquecito” para su estudio. Actualmente, se desarrollan al menos tres proyectos de investigación en el sitio, sobre una especie de ave, un insecto y el comportamiento de las arañas cuando caminan en superficies que no son telas de araña.

El Dr. Gilbert Barrantes Montero, docente de la Escuela de Biología, explicó que ahora la reserva también servirá como base para una línea de investigación que la Escuela quiere implementar: ecología urbana.

Además, la reserva sirve como laboratorio vivo para la enseñanza universitaria y para la educación ambiental.

La Reserva Leonelo Oviedo alberga más de 600 especies de plantas (foto Laura Rodríguez).

Décadas de conservación

El Consejo Universitario de la UCR constituyó la Reserva Ecológica Leonelo Oviedo el 13 de abril de 1977, gracias a que los profesores Luis Fournier y Leonelo Oviedo promovieron su creación y desarrollo. Los docentes cortaron el café que estaba plantado en el área, con el objetivo de preservar una muestra del Bosque Premontano Húmedo, característico de la región de Montes de Oca.

Con el aporte de semillas transportadas por aves y murciélagos, el espacio creció y ahora alberga a 400 especies de mariposas, más de 200 especies de aves y más de 600 especies de plantas.

El Dr. José Francisco Di Stefano, docente de esa Escuela, recordó el esfuerzo sostenido durante cerca de 50 años de decenas de profesores, estudiantes y administrativos que creyeron en el ideal del Dr. Luis Fournier Origgi. Fournier “siempre dijo que en el país se necesitaba desarrollar un sistema de pequeñas reservas forestales urbanas y que el bosquecito podía servir de ejemplo”, expresó Di Stefano.

En la actualidad, el “bosquecito” cuenta con un sendero de 400 metros, nombrado en honor al Dr. Fournier. También pone a disposición de la comunidad un mariposario de acceso público y gratuito, con horario de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 12:00 m.d.

Para otorgar un reconocimiento, el Programa Bandera Azul Ecológica evalúa aspectos como el manejo de agua de tuberías y desechos sólidos, el estado de los senderos y si hay reciclaje de materiales.