“Podríamos guardar miles de películas, cien veces la Biblioteca de Alejandría y millones de fotografías y todo esto lucirlo en un mínimo espacio y llevarlo incluso colgado como un arete de cristal”
Así explica el Dr. Carlos Villalobos Villalobos, el futuro del proceso de cambios en el almacenamiento y producción de información que vive el siglo XXI. Esta reflexión la expuso en su conferencia Tácticas para envenenar el olvido: De la memoria rupestre al cibernet que pronunció el martes 23 en el Auditorio de la Facultad de Educación, en el marco de la Semana del Libro.
Durante su exposición Villalobos, comunicador y lingüísta, quien ocupa la dirección de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, comparó la historia de la escritura con un día de 24 horas. Dentro de esta alegoría el computador tiene un par de segundos de existencia en comparación con la historia desde las pinturas de las cavernas hasta nuestros días.
Para Villalobos la escritura inicia con la lucha del ser humano contra el olvido de su entorno. Así recurre del pintar en rocas a la escritura cuneiforme, de los papiros y el pergamino hasta la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg.
El Dr. Carlos Villalobos explicó que el auge de lo digital supone el abandono paulatino del papel. Aunque para él “es muy difícil saber el futuro de un soporte que ha sido fundamental en la historia reciente de la humanidad, es posible que se mantenga por mucho tiempo pero es muy predecible que poco a poco vaya a ser sustituido por soportes digitales.”
“Con el tiempo el papel podría convertirse más en un objeto de nostalgia que realmente de uso pero eso no lo determinaremos los que estamos vivos, eso lo dirá de forma natural la próxima generación” indicó el especialista.