Jóvenes reclaman espacios políticos inclusivos

Durante el VIII Encuentro Nuevas Voces en Ciencias Sociales los panelistas participantes propusieron investigaciones que ahondan en la realidad de la juventud, reformar las estructuras educativas y crear mecanismos de comunicación incluyentes (foto Rafael León).

Con una positiva respuesta de la comunidad universitaria al llamado del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), en el VIII Encuentro Nuevas Voces en las Ciencias Sociales un grupo de jóvenes investigadores disertaron sobre temas de juventud, conflictos agrarios y comunicación participativa. 

En las tres mesas redondas programadas los días 24 y 25 de abril, los investigadores expusieron sus preocupaciones y aportaron recomendaciones para superar los problemas que afectan a la población joven de Costa Rica y América Central.

Todos ellos señalaron la falta de oportunidades para la juventud.  “Para las estructuras políticas solo representamos un botín muy jugoso para el mercadeo político”, aseguró David Mora, estudiante de la Escuela de Sociología.

A criterio de Mora, es urgente determinar cuáles son las formas políticas que están construyendo los jóvenes costarricenses, que se ven enfrentados a la precarización laboral.  Además, sus expresiones culturales son criminalizadas debido a la visión adultocéntrica con la que se abordan los asuntos de esta población desde las instituciones oficiales.

Mora enfatizó que otro de los aspectos preocupantes son las diferencias entre la vida en las zonas rurales y urbanas, o los estilos de vida de la clase media o las condiciones de convivencia en los llamados "barrios populares".  En definitiva, los gobiernos centroamericanos han sido incapaces de construir oportunidades a partir de las necesidades de la juventud de la región.

Aunque los exponentes abordaron distintas perspectivas teóricas y metodológicas, coincidieron en que las condiciones de pobreza y la carencia de espacios de discusión son comunes entre la población juvenil.

Para Sebastián Coto, de la Escuela de Antropología, la desigualdad debe analizarse desde las estructuras familiares, religiosas y laborales.  “Es importante profundizar en los procesos de segregación, estigmatización social que pueden estar asociados al pecado y el mal. Esto es fundamental ya que es uno de los puntos donde lo común entra en conflicto y se desplaza hacia un rechazo y negación de subjetividad sobre los jóvenes y no jóvenes”, explicó Coto durante el adelanto de su investigación sobre relatos de vida en la comunidad Jardines de Moravia.

Entre las conclusiones, se destacó que los jóvenes se ocupan en labores no especializadas o se insertan en el sector informal con mínimas garantías.  Pero, en contraste, el discurso social predominante asocia el éxito a la ostentación de la opulencia.  Es decir, expresó Ezequiel Solano, de la Escuela de Psicología, que a los adolescentes empobrecidos se les dificulta elaborar su identidad en este contexto.  Aún más, cuando las “las nuevas formas de acceder al conocimiento, de comunicarse y de relacionarse, no incluyen a todos”, afirmó Solano.