Un reconocimiento a la vida y obra de la poetisa costarricense Virginia Grütter Jiménez realizó la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, organizado como parte del proyecto Cine para imaginar y disfrutar, coordinado por el M.Sc. Bernardo Bolaños Esquivel.
Como parte del homenaje se exhibió el documental Virginia Grütter: más fuerte que el dolor, dirigido por la cineasta alemana Quinka Stoehr.
En esta actividad, realizada el 20 de marzo, participaron familiares de la poetisa, estudiantes, docentes y público interesado en conocer más sobre esta poetisa costarricense.
Jorge Evelio Benavides Grütter, hijo de Virginia Grütter, hizo la presentación del documental y se manifestó muy agradecido de que la Universidad de Costa Rica se interese en resaltar la vida y obra de su madre.
“Agradezco que le haya tocado a mi madre iniciar con esta temporada de actividades, la película habla por sí sola, ella fue una mujer que, desde que nació hasta el día que murió, luchó por todo, una mujer que creyó en la justicia. Hasta el día de su muerte creyó en la belleza, creyó en el futuro del ser humano, en ideas más justas, creo que el legado de ella aun está por descubrirse”, expresó.
Para el M.Sc. Bernardo Bolaños Esquivel, coordinador del proyecto Cine para imaginar y disfrutar, en Grütter se ve la imagen de una mujer polifacética, cuya influencia en las artes en general no se ha rescatado por completo, una poetisa, dramaturga y pintora del dolor, pero también de la ironía.
La actividad concluyó con la lectura de una selección de poemas de Grütter y con la entrega del afiche publicitario de la actividad a su hijo.
Grütter nació el 20 de abril de 1929 en la provincia de Puntarenas. Cuando aún era una niña sus padres decidieron viajar a Alemania, viaje que coincidió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, por lo que ella y su familia debieron enfrentar múltiples peripecias. Tras volver a nuestro país, ingresó a la Universidad de Costa Rica donde estudió arte, literatura y filosofía.
Trabajó durante once años en Cuba como directora de teatro y ópera; además, en Costa Rica fue fundadora junto con Jean Moulaert del Teatro Arlequín. Su afición por las artes dramáticas la llevó de vuelta a Alemania donde formó parte de la Berliner Ensemble, compañía fundada por Bertold Brecht. Contrajo matrimonio con el chileno Carlos Pérez Vargas, el cual, en 1974 tras el golpe de estado de Augusto Pinochet, fue hecho prisionero y “desaparecido”.
Después de esto debió emprender una larga lucha por liberar a su hija, apresada en Nicaragua durante el régimen de Somoza, a la cual solo logró recuperar tras la victoria sandinista.
A partir de entonces, realizó amplia militancia con el movimiento de izquierda en Costa Rica, razón por la cual durante mucho tiempo se la censuró junto con sus obras. También trabajó gran parte de su vida como profesora de apreciación teatral en la Universidad de Costa Rica. Grütter murió el 3 de marzo del 2000 después de sufrir un paro respiratorio.
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