Casi tres décadas de la vida de Guido Calvo han pasado entre las aulas de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica (EAM), de la que actualmente es su director a.i. Si a ello se suma sus años como estudiante de la Etapa Básica de Música y posteriormente como estudiante regular, no queda duda que la vida del violinista y maestro tiene profundas raíces en la Universidad de Costa Rica.
Por eso, Guido Calvo es contundente al afirmar que su reciente designación como uno de los ganadores del Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en Música, en categoría de Mejor Intérprete, es un reconocimiento a su trayectoria musical. Además, es fruto del trabajo que realiza junto con su familia en el Terzetto de Cuerdas Calvo-González, junto a su esposa, la violista Agnes Patricia González y el hijo de ambos, José Arturo Calvo, guitarrista. Calvo también forma parte del Cuarteto de Arcos de Costa Rica, es concertino de la Orquesta de Cámara de la UCR y director de la Camerata Vivaldi de la EAM. “Es un trabajo que he hecho por mucho tiempo, pero es ahora que es más visible”, comentó el galardonado.
Los jurados Otto Castro, representante del MCJ; Jorge Duarte, delegado del Centro Nacional de Música; y Edwin Marín, de la EAM, valoraron la trayectoria, la calidad interpretativa y la proyección del músico.
La labor docente de Guido Calvo supera las tres décadas. Es profesor adjunto de la EAM y también imparte lecciones en la Escuela de Música de la Universidad Nacional. Por ello, el violinista considera que los premios nacionales otorgados a los universitarios realmente es un reconocimiento a la educación musical costarricense, que durante décadas ha estimulado varias generaciones de artistas.
“En Costa Rica la calidad de la interpretación del violín ha crecido mucho, en parte por el trabajo del Conservatorio Castella, la revolución musical de los años 70 y la Etapa Básica de Música de la UCR, de la que soy uno de sus primeros estudiantes”, dijo el maestro violinista.
Sin embargo, el músico considera que “es hora de cambiar la manera de cogestionar el trabajo de los centros de educación y formación para atender la gran cantidad de niños y jóvenes interesados en aprender música, acordes a la nueva visión país que necesitamos definir”. No obstante, Calvo enfatizó que el nivel costarricense es muy bueno.
Para Guido Calvo este Premio Nacional es un estímulo para continuar con su trabajo docente y seguir trasmitiendo su saber musical, así como lo recibió de los maestros que lo formaron, entre ellos, Walter Field, profesor emérito de la EAM; y Yair Kless, de la Universidad de Tel-Aviv, Israel. En lo musical, el nuevo proyecto del músico galardonado es la producción de un disco de música costarricense para cuarteto.
Guido Calvo inició sus estudios de violín a los ocho años de edad en el Conservatorio Castella. En 1976 ingresó a la Etapa Básica de Música de la UCR, donde continuó su formación. En la UCR obtuvo los títulos de Bachillerato y Licenciatura en Música con énfasis en Violín en la Universidad de Costa Rica, de la mano de Walter Field.
Posteriormente, realizó estudios de posgrado en la Academia Rubín, en la Universidad de Tel Aviv, Israel, y en la Universidad de Indiana, Estados Unidos. Además, ha participado en diversos cursos de violín tanto en Europa, Medio Oriente y los Estados Unidos.
Calvo ha sido concertino en la Orquesta Filarmónica Juvenil y Orquesta de Cámara de Herzelia, ambas en Israel. Igualmente en agrupaciones en Estados Unidos y Costa Rica. Ha sido docente internacional y fundó el Campamento Internacional de Música de Costa Rica
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