Musicalizan canciones de Julio Mata y Félix Mata

La soprano Zamira Barquero y el pianista Gerardo Duarte han realizado una importante labor de rescate y difusión de la creación costarricense.

“Ojos vendados”, “Dime, ensueño dime”, “Primavera”, “Elegía” y “Oración para todos”, son algunas de las piezas contenidas en el disco Canciones de Julio Mata y Felix Mata, grabado por la soprano Zamira Barquero Trejos y el pianista Gerardo Duarte Rodríguez.

Está dedicado a la memoria de la mezzo-soprano Raquel Ramírez Barquero, quien realizó una amplia labor académica y musical en la Escuela de Artes Musicales de la UCR.

Este disco fue grabado en diciembre de 2011 en el Teatro Universitario, con el apoyo de la Escuela de Artes Musicales y la Vicerrectoría de Acción Social.

Su presentación se llevó a cabo en un acto celebrado en la Sala María Clara Cullell Teixidó de esa Unidad Académica, el cual contó con la presencia de la profesora e investigadora de la UCR, Dra. Susan Campos Fonseca, y del vicerrector de Acción Social, Mag. Roberto Salom Echeverría.

También con la participación de la soprano Zamira Barquero y el pianista Gerardo Duarte, quienes interpretaron algunas de las piezas contenidas en él.

Portada del disco Canciones de Julio Mata y Felix Mata (imagen ODI).

Ambos músicos han desarrollado una importante actividad artística, ofreciendo conciertos tanto en Costa Rica como fuera de nuestro país. Su repertorio contiene obras de Mozart, Schubert, Schumann, Brahms, entre otros compositores. También han brindado especial dedicación al rescate y difusión de la creación costarricense.

En 1995 publicaron su primer disco compacto con obras de Dolores Castegnaro, Rocío Sanz y Luis Diego Herra y ahora esta nueva producción con canciones de Felix Mata y Julio Mata.

Legado musical

Según expresó el Mag. Roberto Salom Echeverría, “la música renueva nuestro espíritu y la convicción de que lo mejor de la comunidad universitaria se vive en la capacidad creativa de quienes la conformamos”.

Además indicó que Zamira Barquero y Gerardo Duarte han desarrollado una extraordinaria labor de rescate y difusión de algunas facetas de la canción costarricense. “Tarea encomiable desde la acción social universitaria”.

Agregó que “nos acompañan en espíritu los maestros Félix Mata Bonilla y Julio Mata Oreamuno, quienes nos dejaron un destacado legado musical. Precisamente el pasado 4 de julio, y a cargo de proyectos apoyados por la Rectoría, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil y la Vicerrectoría de Acción Social, el Taller de Ópera de la Escuela de Artes Musicales, el Coro Universitario y la Orquesta Sinfónica de la UCR nos trasladaron al Cartago de la época colonial, con la presentación en concierto de la zarzuela Toyupán, compuesta por don Julio Mata Oreamuno”.

Este es el segundo disco grabado por la soprano Zamira Barquero y el pianista Gerardo Duarte (foto Laura Rodríguez).

También manifestó que “quisiera recordar esta noche otro ángel aquí presente, y a quien en esta misma Sala, en incontables oportunidades, escuchamos con su canto, su fuerza, su espíritu; me refiero a Raquel Ramírez para quien está dedicado el disco que hoy se presenta”.

Los compositores

El compositor y violonchelista Julio Mata Oreamuno nació en Cartago el 9 de diciembre de 1899. Inició sus estudios con su padre el poeta Félix Mata Valle, y los continuó en la Academia de Música de Brooklyn, Nueva York.

Fue miembro fundador del Conservatorio Nacional de Música, en 1942. Su producción musical abarca himnos, cantos escolares, canciones, música religiosa, obras para banda, orquesta y dos obras escénico-musicales.

Por su parte el compositor y pianista Felix Mata Bonilla nació en San José el 11 de setiembre de 1931. Desde muy pequeño inició sus estudios de piano con su prima Virginia Mata Alfaro.

En 1955 se graduó en la Facultad de Odontología como Cirujano Dentista. Luego obtuvo el título de licenciado en Música con énfasis en piano en el Conservatorio Nacional de Música en la Universidad de Costa Rica.

Sus creaciones musicales incluyen obras para voz y piano, música de cámara, una Sonata para piano y una Suite para orquesta de cuerdas, con la cual recibe un premio en los Jugos Florales en 1964.