“Una universidad que se precie tiene que atender las necesidades sociales, promover pensamiento divergente y promover el análisis crítico, la ética y la estética, no puede dedicarse únicamente a atender las demandas del mercado”.
Con estas palabras resume la Dra. Eleonora Badilla Saxe una de las principales preocupaciones expuestas en la mesa redonda denominada La UCR de cara al IV Informe del Estado de la Educación, organizada por la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente (RIFED) y la Escuela de Filosofía.
En la discusión, llevada a cabo el 16 de octubre en el auditorio Roberto Murillo de la Facultad de Letras, participaron además de Badilla Saxe, directora de RIFED, la M.Ed Silvia Chacón Ramírez, profesora de la Escuela de Formación Docente y directora de METICS (Unidad de Apoyo a la Docencia Mediada con Tecnologías de la Información y la Comunicación), y el director de la Escuela de Filosofía, el M.Sc. Roberto Fragomeno Castro.
La actividad giró en torno a tres ejes: la educación inicial que comprende de cero a ocho años, la formación de docentes y los desafíos de la educación superior. Sin embargo, las tres exposiciones insistieron en que el problema educativo no puede abordarse por partes, sino que debe ser una estrategia integral.
La educación pública en todos los niveles presenta carencias, el Informe del IV Estado de la Educación señala que la asistencia a centros educativos de los niños de cuatro años es baja: 38,1% según el Censo 2011. Además, en el Informe se indica que “la promoción del desarrollo cognitivo de los niños en las aulas de preescolar es débil y requiere fortalecerse”.
En el caso de la educación secundaria, para “el 2011 solo un 35% de los estudiantes logró completarla sin verse afectado por alguna circunstancia que generara desigualdad”. Se aúna a ello que los estudiantes de tercer ciclo muestran bajos desempeños en las pruebas PISA 2009 y las diagnósticas por el MEP del 2010 en comprensión de lectura y resolución de problemas. La brecha en estas áreas aumenta si se comparan los alumnos de colegios privados y públicos.
En este contexto la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad Nacional (UNA) absorben cerca del 47% de los estudiantes de secundaria que aprueban el bachillerato, estando sobre-representados los estudiantes de ingresos altos.
Roberto Fragomeno, quien también es presidente de la Comisión de Directores y Directoras de Carreras Compartidas de la Enseñanza de la UCR, manifestó que “son tiempos de derrota para la educación. Perdimos el control de la sintaxis educativa. Una cosa es fomentar la educación para multiplicar la ciudadanía y otra es producir conocimiento para enriquecerse. Para la democracia la educación crea valor al construir ciudadanos pensantes, laicos, críticos y solidarios.”
Silvia Chacón sostuvo que por ejemplo la crisis que está pasando la educación secundaria tiene como una de sus causas la falta de atención a la primera infancia. “La educación no empieza ni en primaria ni en secundaria”, enfatizó.
Una de las críticas sostenidas por los tres expositores es que el sistema educativo actual y las carreras universitarias operan fragmentariamente, por ejemplo, la educación preescolar se ha visto como un “apéndice de la educación primaria”, explicó Silvia Chacón.
La especialista insistió en que el concepto de educación preescolar no está enlazado al concepto de educación de la primera infancia. “Nace más bien como un requerimiento de la educación primaria, una preparación para el primer grado”, y lo importante sería posicionar más bien una educación inicial que corresponda a una etapa de la humanidad que va de cero a ocho años.
Por su parte, Fragomeno, reprochó que mientras todo el mundo habla de la globalización de la educación, “el orden institucional es monárquico y se llama departamentalización, ésta conspira contra la transversalidad y ha quedado visiblemente retrasada respecto de los cambios. En los programas con los que, supuestamente, se forman los formadores, el control, la obediencia y la repetición son sus constantes”.
Fragomeno explicó que en la actualidad la pedagogía y la didáctica se separaron de las disciplinas. Insistió en que no es lo mismo enseñar una ciencia experimental que enseñar filosofía, que es metadiscursiva.
“Hay un problema y es nuestra responsabilidad. Seguimos formando al profesor costarricense como si en Costa Rica no hubiera diferencias en las disciplinas reoperando sobre la didáctica y como si no existieran trayectorias socioeducativas: no es lo mismo ser un profesor en un barrio urbano marginal que un profesor en los cantones más prósperos del país”, explicó Fragomeno.
El IV Informe del Estado de la Educación mostró que aunque se mejoró en cobertura, no se favoreció en acceso y recomienda fortalecer políticas de acción afirmativa, es decir, cuotas para que determinadas personas puedan ingresar.
Frente a esta situación, la Dra. Eleonora Badilla Saxe enfatizó en que si la UCR quiere incidir en mejorar el acceso lo que tiene que hacer es comprometerse con la educación pública nacional, que no exista una diferencia de calidad con la privada, incluso a la hora de enfrentar un examen de admisión.
“En la UCR hemos abandonado la educación pública. Lo único que hacemos es quejarnos de que los estudiantes que llegan no saben leer, hablar, escribir, calcular, solo les damos algunos centros, algunos cursos especiales”, lamentó Badilla.
El Director de la Escuela de Filosofía insistió en que “es tiempo de auscultar lo que somos como universidad e interpretar los nuevos horizontes educativos”, y propuso revisar las prácticas, tradiciones, rutinas, representaciones, prejuicios, de orden institucional en la formación de formadores.
Badilla agregó que “si el objetivo es construir una sociedad sana no solo tenemos que formar empleados. Tenemos que formar emprendedores sociales, pensadores, científicos, artistas”, y las áreas de desarrollo estratégico del país deben proponerse desde cada una de las facultades de la UCR, y no desde afuera.
Fragomeno concluyó que “esa red social, estatal, histórica y cultural que llamamos educación es decisiva en la resolución del conflicto político principal”, en un país donde según el Informe el 54% de los jóvenes no termina el colegio porque es expulsado del dispositivo educativo.
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