Los premios Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida, exaltaron este año el trabajo de dos médicos y personal hospitalario y judicial que han cumplido con una labor vital en dos momentos muy significativos para la salud de los seres humanos: durante la niñez y cuando están a punto de morir por una enfermedad terminal.
En la categoría de Persona Física se entregaron dos distinciones, la primera al Dr. Fernando Vásquez Lizano por su trabajo en cuidados paliativos con pacientes de la provincia de Guanacaste, y la segunda al Dr. Sergio Guevara Fallas por sus acciones a favor de familias con niños y niñas con labio o paladar hendido.
En el apartado Entidad Pública se premió a la Unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños, constituida por un equipo interdisciplinario encargado de ofrecer un abordaje integral a las y los niños con análisis de su entorno psicológico y social, acompañamiento y atención a las familias.
La categoría Organización de la Sociedad Civil entregó su galardón a la Red de Apoyo Institucional del Poder Judicial, ya que muestra un cambio de paradigma importante al crear alternativas de reinserción social de las y los jóvenes con problemas judiciales por medio de trabajos comunales.
Pero además se dieron cuatro reconocimientos especiales adicionales, uno para Sonia Chávez Quirós por el trabajo pionero que realizan los Bancos de Leche Materna en Costa Rica, y otro reconocimiento más para el Laboratorio Clínico de la Universidad de Costa Rica (UCR), debido al desarrollo de proyectos de acción social que se caracterizan por la calidad de sus servicios y por poner su conocimiento a disposición de las personas.
El tercer reconocimiento recayó en la Asociación Costarricense de Terapia Asistida con Mascotas (ACOTEAMA) y el cuarto para el programa radiofónico Visión Social de Radio San Carlos. La categoría de Entidad Privada fue declarada desierta.
El Mag. César Sancho Solís, presidente del Comité Organizador de la edición XXI del premio Calidad de Vida, indicó que fueron 26 postulaciones. En su discurso manifestó que “acá tenemos como actores principales a esa parte de la sociedad que está preocupada por buscar el bienestar y la creación de condiciones para satisfacer las necesidades materiales, psicológicas, sociales y ecológicas de los habitantes del país, son iniciativas y proyectos dedicados a cubrir las peticiones de los desprotegidos, de las poblaciones especiales y de las personas con mayor riesgo social”.
Por su parte, la Licda. Ofelia Taitelbaum Yoselewich, de la Defensoría de los Habitantes, destacó que los proyectos de las y los postulados contribuyen en forma activa y voluntaria al mejoramiento social.
“La necesidad de superar barreras propias y ajenas saca a flote las mejores voluntades y se imponen día a día la meta de desarrollar potencialidades no sólo a quienes las padecen, a sus familiares, sino a la sociedad en conjunto. Precisamente de eso se trata esta premiación, de mostrarle al país el trabajo que están haciendo muchas y muchos desde el anonimato”, expresó Taitelbaum Yoselewich.
El premio Calidad de Vida nació en 1993 en el seno de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR, pero a partir de 1995 este proyecto es organizado en conjunto por la Defensoría de los Habitantes y el Consejo Nacional de Rectores (CONARE). Este año la entrega de los premios se realizó el viernes 11 de octubre en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la UCR.
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