Examinan estructura, gestión y hacienda de UCR

Estructura, gestión y hacienda son tres componentes fuertemente interrelacionados a través de los cuales se concretan los fines de la Universidad, según la Dra. Rita Meoño.

¿Deben crearse más vicerrectorías? ¿Cuáles son las atribuciones del Consejo Universitario? ¿Las asambleas universitarias son realmente foros democráticos? ¿Deben las sedes recibir un mayor presupuesto?, ¿Cómo optimizar el manejo de la hacienda universitaria? ¿Cómo hacer el sistema de admisión más inclusivo?

Estas son algunas de las preguntas que surgieron durante el foro “Reflexiones acerca de la estructura universitaria, su gestión y hacienda” que se realizó el 3 de octubre en el Miniauditorio de la Facultad de Ciencias Sociales, como parte de una serie de foros pre congreso que lleva a cabo la Comisión Organizadora del VII Congreso Universitario.

El objetivo de estas actividades es reflexionar sobre temas fundamentales del quehacer de la institución para motivar y apoyar a la comunidad universitaria que desea presentar ponencias y necesitan mucha discusión que alimente ese trabajo, dijo M. Ph. Jimmy Washburn miembro de la Comisión Organizadora y moderador del foro.

El Sr. Carlos Picado Morales motivó al público a reflexionar sobre estos temas y presentar ponencias en el VII Congreso Universitario (foto Archivo ODI).

La actividad contó con la participación de la Dra. Rita Meoño Molina, Representante del Área de Ciencias Sociales en el Consejo Universitario y el Sr. Carlos Picado Morales, representante del Sector Administrativo en el Consejo Universitario.

Estructura, gestión y hacienda (entendida como los recursos económicos con que cuenta la institución) son tres componentes fuertemente interrelacionados a través de los cuales se concretan los fines de la Universidad, según la Dra. Rita Meoño.

Para el Sr. Carlos Picado la Universidad de Costa Rica es una organización muy diversa y compleja, y toda su estructura debe estar en función de cumplir los principios y propósitos de la institución, que están definidos en el Estatuto orgánico, que es la educación y la cultura de la sociedad por medio de la docencia, la investigación y la acción social para “contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común”.

La Dr. Rita Meoño Molina destacó que la hacienda propia es un elemento fundamental de la autonomía universitaria (foto Archivo ODI).

Desde su punto de vista, el tema de la organización es de vital importancia, pues algunos hablan de revisar o eliminar las decanaturas o que se creen más vicerrectorías, también se cuestiona la integración y la cantidad de representantes de la Asamblea Universitaria. Opina que aunque los cambios son importantes se debe tener claro los efectos que se puedan producir y tomar en cuenta la opinión de toda la comunidad universitaria.

Para la Dra. Meoño, a través de las acciones que realizan los docentes, las y los estudiantes y el personal administrativo del día a día se concretan los grandes propósitos de la universidad dedicada a la docencia, la acción social, la investigación y la cultura, pero todas esas labores deben ser realizadas con pertinencia.

En su opinión, existen estructuras que deben revisarse, tales como la Asamblea Universitaria conformada por sus dos órganos: la Asamblea Colegiada Representativa y la Asamblea Plebiscitaria. Señaló que deberían analizarse sus atribuciones, su dinámica y las dimensiones que han llegado a tener en la actualidad, así como la participación de los colegios profesionales. Además llamó la atención sobre la representatividad de este órgano que integra sólo a docentes en régimen mientras los interinos quedan excluidos.

La Asamblea Universitaria es la instancia de más alta jerarquía de la Universidad, en la cual reside la máxima autoridad de la Institución (foto Archivo ODI).

Desde su punto de vista el Consejo Universitario también está sujeto a la reflexión y crítica constante relacionada con sus competencias en casos concretos como la aprobación de políticas presupuestarias y los tiempos de resolución.

En cuanto a la hacienda universitaria, Picado recordó que son los recursos económicos y también el conjunto de derechos y obligaciones que tiene la universidad; la prestación de servicios, adquisición de bienes, créditos, rentas, además de los aportes del Estado que le otorga el artículo 84 de la Constitución Política.

Para la Dra. Meoño, el buen manejo de la hacienda universitaria requiere una inversión equilibrada bajo una planificación real y la distribución equitativa de los recursos entre las diferentes áreas, escuelas, centros e institutos de investigación y las sedes regionales, que se han mantenido en desventaja con un crecimiento escaso de su presupuesto, a pesar de que el Consejo Universitario aprobó desde el 2009 el aumento sostenido de su presupuesto hasta el 2014.

El foro completo puede observarse en el sitio web del Decanato de Ciencias Sociales en este enlace.

Otros temas a analizar en la universidad de hoy es el relevo del talento humano, la excelencia académica, los procesos de autoevaluación y acreditación, el sistema de admisión y la inclusión de los sectores sociales más desfavorecidos, así como la articulación real de la docencia, la acción social y la investigación. Otro de los temas que preocupan es la participación del sector administrativo en los órganos y espacios de decisión.

Todos estos aspectos, forman parte de las discusiones que se expresan a lo interno de la UCR, una organización viva que cambia constantemente, según la definió  Picado. Por esa razón, recomendó a la comunidad universitaria no quedarse sólo en la reflexión sino buscar las vías para llevar las ideas a la práctica.

Al respecto, el Dr. Francisco Enríquez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y coordinador de la Comisión Organizadora del VII Congreso Universitario, invitó a los asistentes a presentar sus ponencias sobre estos y otros temas en el congreso, un espacio que permite presentar las propuestas, discutirlas y votarlas.