Ausencia de ingenieros y topógrafos, así como de una bitácora que lleve constancia de todo el desarrollo de la edificación para constatar el plan de trabajo forman parte de las múltiples falencias encontradas por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estrucurales (Lanamme) en la llamada Trocha 1856 que realiza el Gobierno en la frontera con Nicaragua a un costo de 42 mil millones de colones.
El Ing. Luis Guillermo Loría Salazar, coordinador del Programa de Investigación en Infraestructura de Transportes (Pitra) del Lanamme, fue el encargado de presentar el martes 24 de julio ante los diputados que conforman la Comisión Legislativa de Control, ingreso y gasto público el informe técnico que señala las carencias y las posibles acciones a tomar para resolverlas.
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la UCR (Lanamme) realizó este trabajo de fiscalización como parte de su labor rutinaria, expresó Loría ante los legisladores. Lo que se hizo fue un recorrido de reconocimiento y evaluación visual de la Ruta Nacional 1856 Juan Rafael Mora Porras con el propósito de valorar técnicamente las obras ejecutadas hasta el momento en cuanto a configuración, calidad, funcionalidad y a sabiendas de que la premura no es razón para trazar un camino con deficiencias.
“La idea es contribuir con el país y con los que toman decisiones, con un objetivo básico que es alertar para que se tomen medidas correctivas y que el proyecto funcione como debe funcionar de acuerdo con la ingeniería”, acotó Loría Salazar, quien recientemente obtuvo su doctorado en pavimentos en la Universidad de Nevada, Estados Unidos.
El Coordinador del Pitra explicó a los diputados que se puede diseñar rápidamente un pavimento en caso de emergencia utilizando siempre los diseños adecuados, “nosotros entendemos la celeridad que encierra un proyecto de emergencia y no sólo este, los que hemos estudiado diseño de carreteras podemos con técnica de ingeniería poner un B-52 a aterrizar en la selva después de 24 horas de trabajar en una pista y Costa Rica tiene la capacidad instalada para hacer ese tipo de cosas en caso de ser necesario”, indicó.
Algunos de los errores que evidencia este proyecto son que no hay un estándar definido sobre el tipo de vía que se quiere construir, la inexistencia de un trazado topográfico que determine la mejor orientación de la ruta, movimientos de tierra que no toman en cuenta el balance entre zonas de corte y relleno, taludes inestables a lo largo de la trocha, y drenajes laterales y transversales que han sido obviados o mal ejecutados en muchos sectores.
El diputado socialcristiano Walter Céspedes Salazar acuerpó este informe y cuestionó la obra, al tiempo que declaró que no se realizó un trabajo adecuado y se tuvo prisa sin ningún sentido.
“No podemos entender cuánto tiempo ha pasado desde que la prensa, varios diputados y algunas personas nos hemos estado manifestando sobre la forma en que se construyó esa trocha. Qué ha pasado, no ha pasado nada, hubiesen agarrado seis meses para planificar el diseño … lo que sucedió acá es que utilizando ese decreto no se planificó la construcción como bien lo dice el Lanamme, hubo mucha prisa y no se ha demostrado el por qué se tuvo”, declaró el diputado Céspedes.
Por su parte la legisladora liberacionista Alicia Fournier Vargas defendió lo hecho hasta el momento en la trocha, la cual tiene una longitud de 160 kilómetros y pasa por cantones como Los Chiles, San Carlos, La Cruz, Pococí, Upala y Sarapiquí.
“Esa zona no tenía accesos especiales, no tenía caminos buenos y eso es parte de lo rescatable en el desarrollo social que se ha obtenido al tener esta trocha abierta. El Ministro de Seguridad mismo nos pidió accesos y la intención siempre fue eso, tener una trocha en toda la frontera de nuestro país siguiendo los trillos y rutas que los habitantes de la zona habían estado abriendo, evitando así la expropiación de fincas”, reseñó.
¿Cómo salvar la trocha?
Dentro de las recomendaciones hechas por el Lanamme para que la Trocha 1856 sea considerada una obra que encierra los más elementales aspectos de ingeniería están la asignación de recursos de ingeniería acordes a la inversión que se está ejecutando, enfocar las labores en obras de manejo de aguas como alcantarillas, cunetas y puentes, definir estándares mínimos a cumplir en cuanto a los materiales que se emplean para la plataforma de ruedo, y realizar labores de estabilización de los cortes ya ejecutados para evitar deslizamientos que afecten la inversión hecha hasta ahora.
La Dra. Alice Pérez Sánchez, vicerrectora de Investigación de la UCR y quien estuvo en la presentación de este informe ante esta comisión legislativa, explicó que el trabajo del Lanamme es una apuesta a la transparencia y a la excelencia en la ejecución de obra pública.
“Desde la Rectoría y el Consejo de Rectoría damos todo el apoyo hacia el trabajo que realizan nuestros investigadores, es importante destacar que la UCR está en la mejor disposición de colaborar con lo que requiera el país, en este caso con el aporte de investigación, experiencia y experticia del grupo de ingenieros e investigadores del Lanamme”, detalló.
Los informes técnicos que elabora el Lanamme no son vinculantes por lo que este estudio puede ser tomado en cuenta solamente como referencia por las instituciones públicas encargadas de la obra como el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT), sin embargo la Ley 8114 faculta al Lanamme para que fiscalice la inversión de obra pública en materia de infraestructura vial.
Al respecto el diputado Walter Céspedes manifestó durante su exposición que tiene planeado presentar un proyecto de ley para que tales informes sí sean vinculantes.
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