Mujeres y hombres indígenas residentes de Talamanca captaron la atención de las autoridades universitarias y participantes en el taller de rendición de cuentas de las Iniciativas Interuniversitarias de Desarrollo Regional (IIDR) del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
Los talamanqueños dieron a conocer el impacto que han tenido en sus vidas los talleres o cursos sobre los derechos de los indígenas, avicultura, violencia doméstica, salud ambiental, acuicultura, turismo rural, idioma inglés y desarrollo portuario, entre otros que han recibido en los últimos años de parte de las universidades públicas.
Todos estos esfuerzos son realizados por académicos de las cuatro universidades públicas reunidas en Conare (Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional, Instituto Tecnológico de Costa Rica y Universidad Estatal a Distancia), en una labor dirigida a impulsar el desarrollo de las regiones menos favorecidas del país, buscando a través del conocimiento y el aprendizaje minimizar la pobreza y la desigualdad.
La actividad de rendición de cuentas de las IIDR para la región Huetar Atlántica se realizó el viernes 27 de abril en la Finca Educativa Shiroles, en donde la Universidad Estatal a Distancia (UNED) mantiene un espacio para la interacción entre académicos y pobladores locales.
Sumando al desarrollo
Uno de los testimonios de los actores locales o beneficiarios de las iniciativas lo brindó Maribel Salazar Buitrago, quien forma parte del proyecto denominado Centro de empresariedad equitativa e integral: impulso al desarrollo turístico, agropecuario sostenible y gestión ambiental.
“Somos 14 mujeres indígenas que estamos trabajando en el proyecto de avicultura, la idea nuestra es que en cuatro o cinco años podamos tener empleo y ser empresarias, lo que queremos es producir pollas para vender huevos dado que acá no hay empleo y muchas somos jefas de hogar. Puedo decir que estamos muy felices y agradecidos con el apoyo de las universidades”, explicó Salazar Buitrago.
Para hacer realidad este intercambio de conocimiento se utilizaron en múltiples ocasiones las instalaciones de un centro de reunión llamado Centro Tierra Casa de las Mujeres, ubicado en la comunidad de Amubri y administrado por tres grupos de mujeres pero con muchos beneficios para la población talamanqueña.
“Lo más importante es ver a las universidades unidas y consultándole a los indígenas qué es lo que quieren y cómo lo quieren, para nuestro grupo de mujeres organizadas en la comunidad de Amubri lo importante es tener su apoyo para contar con condiciones idóneas para capacitar a las personas, que no tengamos que salir hasta Bribri o enfrentar el trajín de cruzar el río para poder capacitarnos”, declaró Mildred Blanco Salazar, una de las administradoras del centro.
Además de llevar conocimiento a las comunidades los equipos de académicos que trabajan en las iniciativas también reciben los saberes ancestrales que caracterizan a las comunidades indígenas. “Procuramos darles capacitación a las comunidades indígenas de tal manera que puedan garantizarse, tanto en el presente como a futuro, la seguridad alimentaria. Nuestro proyecto apunta a trabajar el tema de las aves por medio de cursos sobre avicultura para que tengan el conocimiento que el sector no indígena ha logrado obtener”, afirmó el Dr. Luis Enrique Gamboa Umaña, profesor catedrático de la UCR y quien es el representante de dicha universidad en la iniciativa del centro de empresariedad equitativa e integral.
Por su parte el Lic. Edgar Chacón Morales, coordinador general de la UCR para la región Huetar Atlántica, señaló que desde el año 2007 en que el Conare instauró el Programa de Regionalización Interuniversitaria hasta la fecha el trabajo de las iniciativas ha tenido una gran evolución en la zona y al mismo tiempo las universidades han valorado enormemente el conocimiento indígena.
“La experiencia de trabajar con la comunidad indígena tiene varias aristas, un asunto es el aprendizaje y la sensibilización que nos proporciona este trabajo, aprendiendo y visualizando la cultura indígena, poniendo nosotros una tabla limpia que absorbe toda la riqueza que acá existe y sacar de esta combinación de culturas lo mejor, no sólo para el trabajo en conjunto, sino porque Talamanca es uno de los últimos centros de vida del mundo y eso hay que protegerlo, está en Costa Rica y eso es una dicha”, apuntó Chacón Morales.
La academia en las comunidades
En total son 15 las iniciativas que la Comisión de Regionalización Interuniversitaria (CRI) de la región Huetar Atlántica acuerpó durante el año 2011 y que continuará haciendo para que los pueblos indígenas crezcan, siempre respetando su cultura.
Son tres los ejes estratégicos en los que descansa la propuesta de la CRI Huetar Atlántica: Socio organizativo, en el que se agrupan los temas educativo y cultural; Productivo, en el que entran las propuestas sobre turismo, salud ambiental, seguridad alimentaria, agroindustria y portuario; y Sistemas y Tecnologías de Información, que enmarca las iniciativas sobre comunicación y conectividad.
El Dr. Jorge Loaiza Cárdenas, coordinador general de la UNA para la región Huetar Atlántica destacó dentro de los principales logros obtenidos durante el 2011 la consolidación de un Comité Comunal de Emergencias de Sixaola, el establecimiento de alianzas estratégicas con organizaciones e instituciones locales y la producción de material audiovisual sobre las iniciativas y sobre una feria de salud ambiental.
“Dentro de las limitaciones que experimentamos están la falta de grupos organizados, la alta migración de la población que habita la zona hacia otras ciudades del país, el difícil acceso a poblaciones indígenas y la baja escolaridad”, indicó finalmente Loaiza.
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