Los países latinoamericanos deben desarrollar políticas públicas estratégicas, plantear marcos regulatorios pertinentes, invertir en infraestructura y fortalecer las capacidades entre el sector público y privado, si desean acortar la brecha digital que caracteriza a la región. Esta fue una de las principales conclusiones presentadas por el especialista en competitividad e innovación, Dr. Ezequiel Tacsir.
La exposición del Dr. Tacsir fue parte de la conferencia Brecha digital, desafíos y oportunidades, la cual fue organizada por el Programa Sociedad de la Información y el Conocimiento (Prosic) de la Universidad de Costa Rica. El Dr. Tacsir es economista y labora actualmente en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el Dr. Tacsir, se toman en cuenta factores como la capacidad de regulación y efectividad de los gobiernos, así como indicadores de conectividad e infraestructura, los países de América Latina tienen un rezago importante en la conexión de banda ancha con respecto a los países más desarrollados del mundo. La banda ancha se entiende como aquella conectividad que permite manejar una gran cantidad de datos.
De acuerdo con el especialista, la región latinoamericana tiene un atraso en la penetración, adopción y usos de la banda ancha. Una de las principales causas se debe a que los servicios de conexión no tienen una proporcionalidad entre la velocidad y el precio que deben pagar los usuarios. Por ejemplo, en los países más ricos del mundo, se paga en promedio por una conexión de 1MB, la décima parte de lo que pagan los latinoamericanos.
“El desafío de mejorar o sobrepasar los bajos niveles de adopción, debido a los altos precios, nos hace pensar en que tenemos que establecer un sistema tarifario para un servicio más barato”, afirmó el Dr. Tacsir.
Aunque la penetración de la banda ancha es baja en América Latina, la región sí cuenta con una alta penetración de conectividad móvil, la cual se calcula casi en un 100%. Uno de los principales desafíos es lograr un sistema de acceso y servicio universal, y la conectividad móvil podría ser una oportunidad para llegar al objetivo.
“Cerrar la brecha en banda ancha fija entre América Latina y los países más desarrollados requeriría, en un constante crecimiento, entre 50 y 60 años. Sin embargo, con la conectividad móvil, justamente por el tipo de tecnología, los tiempos podrían ser más veloces”.
En América Latina hay un bajo uso de la banda ancha por parte de los gobiernos, el comercio, la industria y la ciudadanía en general, lo cual presenta el reto de formar competencias digitales y desarrollar contenido local. Para el Dr. Tacsir, Costa Rica está en una fase de desarrollo donde requiere aumentar su infraestructura y ampliar los servicios de banda ancha.
“La banda ancha tiene impactos tangibles en la sociedad… Un aumento en la penetración de un 10% en la banda ancha en los países de Latinoamérica, viene asociada a incrementos en el producto, incrementos en la productividad e incrementos en el empleo”.
Sin embargo, el Dr. Tacsir explicó que para avanzar a nivel tecnológico es necesario un trabajo integral que fomente la oferta y la demanda de servicios. Esto implica apostar al desarrollo de políticas públicas, marcos regulatorios estratégicos, infraestructura y el fortalecimiento de las capacidades en el sector público y privado.
En la región latinoamericana se pueden encontrar diferentes escenarios relacionados con la penetración, adopción y uso de la banda ancha. De acuerdo con el especialista, en las áreas de alta densidad poblacional como las zonas urbanas, generalmente los servicios de banda ancha ya cuentan la infraestructura necesaria para operar, pero se deben desarrollar marcos regulatorios que aseguren la competitividad.
En el caso de las zonas semi urbanas, la necesidad suele centrarse en la articulación de actores públicos y privados para alcanzar una cobertura mayor de servicios y activar la demanda de conectividad de banda ancha.
“La intervención pública no sólo es por factores de competencia, sino es una cuestión de activar la demanda y el desarrollo de infraestructuras. Es decir, de alguna manera, permitir que exista beneficios para los proveedores”.
En las regiones de muy baja densidad poblacional, donde suelen ubicarse las zonas rurales, el trabajo se debe centrar en garantizar el acceso universal a los servicios, una tarea que generalmente se asume desde el sector público.
Según el Dr. Tacsir, independientemente de cuál sea el escenario, las alianzas entre los sectores públicos y privados son necesarias para lograr la expansión de los servicios de conectividad de banda ancha. En América Latina también aparece un nuevo nicho gracias a la alta penetración de la telefonía móvil, lo cual genera desafíos relacionados con el manejo del espectro radioeléctrico y la operación de diferentes proveedores de servicios.