La construcción de un ciclotrón que permitirá la producción de radiofármacos para la detección temprana de enfermedades mediante diagnóstico avanzado por imágenes y el desarrollo de un centro de simulación para capacitar a los estudiantes de ciencias de la salud, son dos de los proyectos que desarrollará la Universidad de Costa Rica (UCR) gracias a la suscripción de un contrato de préstamo entre el Gobierno de la República y el Banco Mundial (BM) el día de hoy.
El empréstito internacional, que entrará en vigencia una vez que reciba la aprobación de la Asamblea Legislativa, permitirá a las universidades públicas pertenecientes al Consejo Nacional de Rectores (CONARE): UCR, UNA, TEC y UNED, recibir $50 millones cada una, para fortalecer la gestión por resultados, propiciar un mayor aprovechamiento de los recursos y mejorar en acceso, cobertura, calidad e innovación.
Según lo explicó el Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR, “estamos en la antesala de un proceso que le permitirá a la Institución duplicar su inversión en infraestructura en los próximos cinco años y el desarrollo de proyectos que son de suma importancia para la universidad y el país”.
Destacó que al asumir la Rectoría hace casi seis meses, propició una revisión cuidadosa y extensa de las condiciones, lineamientos y objetivos del préstamo con el Banco Mundial y también de los proyectos propuestos por la UCR, para lo cual conformó una comisión académica de alto nivel, que hizo aportes importantes al convenio suscrito.
Durante la firma del contrato, la Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, manifestó que con esta conciliación de intereses, el Gobierno y las universidades públicas están reafirmando la importancia que tiene para nuestra sociedad el desarrollo humano.
La Mandataria reconoció el esfuerzo de los equipos universitarios de trabajo y de los titulares de Educación, Planificación, Ciencia y Tecnología y sobre todo del de Hacienda, que entendió que el hecho de que les correspondiera tomar las riendas del país en la situación de mayor estrechez fiscal en que alguien ha tenido que gobernar en los últimos años, no implicaría sacrificar la educación y la seguridad social.
A su juicio una de las mayores satisfacciones es el compromiso de la rectora y los rectores de invertir no solo en infraestructura, equipos, recursos humanos, innovación y desarrollo tecnológico, sino en el incremento promedio del 16% de los profesionales graduados en las universidades públicas y en el aumento del número de carreras acreditadas de 47 a 85 en el próximo lustro, lo que le dará mayor solidez y competitividad a la educación superior pública costarricense.
Para el Dr. Leonardo Garnier Rímolo, ministro de Educación lo más importante es que la inyección de estos recursos les permitirá a las universidades públicas dar un salto para que continúen estando a la vanguardia del conocimiento, la investigación y la docencia.
El director del Banco Mundial para Centroamérica, Felipe Jaramillo, dijo por su parte que para la entidad que representa es un honor poder colaborar con la educación superior del país, que a su juicio es uno de los eslabones críticos para afrontar con éxito los retos de la economía global de hoy.
“Hemos admirado –dijo- el progreso social y económico de este país y muy en especial en aquellos temas por los cuales Costa Rica es reconocida en el ámbito mundial: medio ambiente, inserción inteligente en la economía global y compromiso con la educación y el capital humano, sobre todo con la gente joven”.
Finalmente, la M.Sc. Sandra Léon Coto, rectora de la Universidad Nacional (UNA) y presidenta del CONARE, se manifestó satisfecha con el logro de este empréstito, fruto de un intenso y articulado trabajo entre el Gobierno, el Banco Mundial y las universidades, que respeta la autonomía universitaria y que fue realizado pensando en el mejor proyecto para satisfacer las necesidades del país.
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