Para la lingüista Dra. Azucena Palacios Alcaine, “se debe entender el dinamismo lingüístico como algo natural” y desechar los prejuicios de que existen formas del español incorrectas, por ser producto de la hibridación entre lenguas indígenas y el español.
No obstante, señaló que hay una fuerte discriminación social asociada a algunas formas de español con influencia indígena en países como Ecuador, Bolivia y Argentina, donde se les tacha de ser un “español de indígenas” y por tanto, son menos valoradas y rechazadas por la sociedad mayoritaria.
Dijo que el español es actualmente la lengua de prestigio en la enseñanza, en los medios y las instituciones relacionada con bienestar y desarrollo; mientras que las lenguas indígenas quedan reducidas al ámbito familiar e invisibilizadas, o vinculadas al subdesarrollo, la pobreza y el fracaso.
Esta profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, ha investigado los fenómenos lingüísticos asociados a la convergencia de lenguas que ocurre en Hispanoamérica, en especial en Ecuador y en España, donde hizo un estudio para evaluar la lengua como factor de inclusión o exclusión entre los niños migrantes ecuatorianos que asisten a la escuela en Madrid.
A partir de dos estudios que realizó con niños ecuatorianos en escuelas de Madrid, la experta detectó las dificultades que enfrentan para tener éxito, pues se encuentran con una doble frontera en torno a la lengua; “una natural asociada a sus aspectos formales y otra construida a partir de las consideraciones simbólicas relacionadas con la identidad”.
Entre los resultados de sus estudios destacó que un 10,7% de los niños dicen que algunas o muchas veces no entienden frases enteras en contextos formales (escuela) y 26,7% en contextos informales (con sus amigos y compañeros de clase).
Estas dificultades de comunicación se asocian a aspectos como el tono y la gesticulación de los madrileños que provocan que los ecuatorianos sientan que ellos los “quieren mandar”, por otra parte, la actitud retraída de los ecuatorianos y su poca participación en clase les genera problemas con los maestros.
La Dra. Palacios expuso cómo el contacto del español con la lengua Quéchua en la sierra ecuatoriana ha generado una simplificación del sistema pronominal átono, de tal forma que los pronombres “lo” y “le” se utilizan tanto para animados como para inanimados, sean masculinos o femeninos.
Allí, explicó la experta, se dan usos como: “Lo cierro la ventana” y también “Le miro a la niña”. El primero se asocia con indígenas y el segundo es más utilizado por la sociedad mayoritaria en Quito, la cual excluye a los indígenas por su forma de hablar.
En su opinión, “lo” y “le” son dos pasos de la evolución de un mismo sistema, aunque suponen barreras simbólicas que incluyen o excluyen a los usuarios. Resaltó que “no son formas ni correctas, ni incorrectas, son el fruto natural de la convergencia lingüística de Quechua y Español”.
Estos fenómenos ocurren entre otras razones, porque el contacto entre lenguas induce a cambios directos como la importación de material de la lengua anterior y cambios indirectos en los que subyacen estructuras cognitivas, pues la cosmovisión de cada comunidad se traduce en diferentes usos de la lengua, según detalló Palacios.
Finalmente, la Dra. Palacios enfatizó que las lenguas tienen un valor de mercado, en tanto son útiles para que las personas encuentren trabajo y asciendan socialmente. El poco valor social que actualmente tienen las lenguas indígenas hace que esta población se vea obligada a hibridar su lengua y su identidad.
En su opinión, el esencialismo que impone tanto la sociedad mayoritaria como la indígena, de que deban conservar su identidad y lengua intacta para saberse realmente indígenas, no permite avanzar y mantiene a dichos grupos siempre en una encrucijada.
Convencida de que la lengua funciona como un factor ambivalente de inclusión o exclusión social, la Dra. Palacios se mostró pesimista ante la imposibilidad de las sociedades de aceptar y comprender las identidades híbridas resultantes del intercambio entre indígenas y no indígenas.
La Dra. Azucena Palacios Alcaine, ofreció la conferencia: “La lengua como factor de inclusión y exclusión social”, el miércoles 31 de octubre, en el Auditorio Joaquín Gutiérrez, de Facultad de Letras. La actividad fue organizada por el Departamento de Lingüística de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura.
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