El desenfreno de las grandes potencias mundiales por mantener sus economías a flote les lleva a consumir todo el combustible posible para ser exitosos en su producción, sin tomar en cuenta la crisis climática que causan los gases de efecto invernadero resultantes de tan desquiciada carrera por el desarrollo.
Además como una manera de aparentar cierta conciencia, estas naciones poderosas se suman a la iniciativa de la economía verde, la cual establece varias reglas, que son burladas o manejadas a su antojo por las grandes compañías transnacionales para su propio beneficio.
Esta visión fue expuesta por Silvia Ribeiro Guazzo, directora para América Latina del Grupo Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (Grupo ETC), en la conferencia titulada Cumbre de la Tierra o despojo global: ¿qué propone la economía verde?, la cual se realizó el martes 21 de septiembre en el auditorio de la Facultad de Educación.
Esta experta en temas ambientales afirmó que muchas empresas pagan estudios que niegan la crisis climática, esto como forma de respaldar sus acciones, pero, añadió Ribeiro, realmente nunca ha habido un cambio climático tan dramático como en la actualidad, producto de los últimos 100 años de industrialización y saqueo de los recursos naturales.
Mientras esto sucede la economía verde propone mecanismos que vienen a alentar los esfuerzos de las grandes economías por no caer en quiebra, sin importar el daño al medio ambiente, “existe un uso abusivo de combustibles fósiles que desemboca en un calentamiento del Planeta”, comentó Ribeiro Guazzo.
Puso como ejemplo los países que pueden pagar a otros por mantener proyectos de reforestación y protección del recurso hídrico, pero también propone otorgarle valor de mercado a toda la biodiversidad.
“Dentro de la economía verde existe la mercantilización de la naturaleza, todo se puede vender como por ejemplo los servicios ambientales, pero también existe un proyecto denominado Economía de los ecosistemas y biodiversidad que relata cómo se le puede dar un valor económico a la biodiversidad. La economía verde va por un camino altamente nocivo porque genera una apropiación de la naturaleza con un gran impacto”, indicó Ribeiro Guazzo.
La emisión de gases de efecto invernadero es una de las principales causas de la crisis climática, sentenció la experta, y en los últimos diez años China es el país con más emisiones, pero no se puede obviar el hecho de que Estados Unidos, Europa y Japón fueron los actores más reconocidos durante el siglo pasado.
Según explicó Ribeiro Guazzo, son 500 las empresas que controlan el poder económico mundial, concentran el poder y toman las decisiones que ayudan a generar las crisis del clima, “todo el sistema alimentario agroindustrial produce entre el 44% y el 57% de los gases de efecto invernadero, como consecuencia de la utilización de plaguicidas a base de petroquímicos”, acotó.
Esta conferencia fue organizada por la Vicerrectoría de Acción Social y el Programa Kioscos Ambientales.
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