“Pensar en educar y formar docentes desde una perspectiva que no contemple e involucre la transdiciplinariedad es imposible”; a esta conclusión llegó la Dra. Alejandrina Mata Segreda profesora de la Escuela de Orientación y Educación Especial, quien discutió junto a la Licda. Giselle Morgan Mora, de Escuela José María Zeledón y la Dra. Eleonora Badilla Saxe, de Escuela de Formación Docente, sobre la necesidad de involucrar en el proceso educativo costarricense, varias dimensiones del conocimiento humano.
Las expositoras reflexionaron sobre el término de la transdisciplinariedad desde la visión del teórico Jean Piaget, quien planteó que es “una mirada, una forma de ver al mundo y de aprovechar el ‘entre’ y más allá de las disciplinas”.
La Dra. Mata mencionó que es a través de la formación en varias áreas del conocimiento que se construye el pensamiento complejo y a partir de ahí, la innovación.
“La visión transdisciplinaria no es una opción, ni una metodología para formar a las profesionales, sino una forma, en la cual, el ser humano se relaciona, aprende, conoce e innova” aseguró Mata.
Desde la perspectiva de las expositoras, no se puede estimular o promover la transdisciplinaridad como tal, ya que es un elemento inherente al ser humano; aunque sí es posible incluir métodos y formas de enseñanza que logren que los estudiantes perciban, y observen lo que hay a su alrededor para que luego innoven.
Según la Dra. Eleonora Badilla Saxe, la transdisciplinariedad no es una tendencia reciente, por el contrario antes del siglo XIX no era común la separación de áreas del saber.
“Antes del siglo XIX la mirada de la vida era mucho más integral, luego de la división de las áreas del conocimiento viene también la separación del lenguaje y la aparición del la jerga disciplinar” agregó Badilla.
Desde el planteamiento de Badilla, es por causa de la separación del lenguaje disciplinar, que en la actualidad a los formadores, estudiantes e investigadores se les hace más difícil comunicarse y emprender proyectos transdisciplinarios; por lo que se deben realizar esfuerzos para construir espacios físicos (en universidades y centros de investigación) que promuevan el encuentro entre esos profesionales.
Por otra parte, la Licda. Giselle Morgan Mora expuso el caso de un grupo de niños y niñas de educación preescolar de la Escuela José María Zeledón, que aprenden bajo un plan de estudios que promueve la creatividad, la activación de los sentidos y la espiritualidad.
La mayoría de niños y niñas que se forman en un modelo educativo abierto y propicio para imaginar, según Morgan se convierten en personas seguras y con metas más sólidas a futuro.
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