TCU y Centro Juvenil celebraron Día de la Cultura Joven

El Ballet Folclórico de Curridabat cautivó al público y entusiasmó a los presentes que disfrutaron de la presentación (foto Cristian Araya).

Un día lleno de arte, música y juegos fue lo que vivieron los jóvenes del Centro de Formación Juvenil Zurquí durante la celebración del Día de la Cultura Joven, que se llevó a cabo en conjunto con el proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Apoyo al programa nacional de atención a la población penal juvenil”.

La actividad inició con la participación del grupo de Teatro Zurquí y el Taller de Hip Hop, ambos conformados por muchachas y muchachos que se encuentran en el Centro. La mañana continuó con bailes a cargo del Ballet Folclórico de Curridabat, música nacional por parte de Andrés Orozco, Paraíso Terrenal y el dúo Camilo y Carolina. También se presentó el grupo de teatro UNÁnime de la Universidad Nacional, entre otros que deleitaron a los jóvenes durante toda la jornada.

Sergio Salazar Araya, coordinador del TCU explicó que este proyecto trabaja con la población penal juvenil desde una relación horizontal entre todas las partes, donde los jóvenes son protagonistas y a través de actividades lúdicas y trabajo metodológico se busca que las personas involucradas en el proceso entiendan el contexto en el que se desenvuelven para poder transformarlo.

El grupo de Teatro Zurquí y el Taller de Hip Hop del Centro de Formación Juvenil Zurquí fueron los encargados de abrir las actividades culturales del Día de la Cultura Joven (foto Cristian Araya).

“La violencia no es un fenómeno individual, se genera dentro de un contexto determinado y eso es lo que se tiene que entender. La persona involucrada en un círculo de violencia, debe comprender esa realidad, ese contexto para poder hacer los cambios necesarios”, manifestó Salazar.

Para la directora del TCU, la Licda. Lilliana Monge “este proyecto trata de romper con las estructuras de cómo se comprende a la población penal juvenil del país y  trata de compartir y construir experiencias y conocimiento de forma horizontal”.

“El hecho de que un día como hoy tengan la posibilidad de salirse de su rutina y pasar un rato diferente es importante, pues en instituciones de este tipo se genera mucha tensión en la dinámica diaria” comentó Monge.

Daniel Salazar, estudiante de Ciencias Políticas que participa en el TCU, compartió con los jóvenes del Centro mientras jugaban cartas (foto Cristian Araya).

Juegos como dominó, cartas, tirar la bola y “suiza” fueron parte del rato de esparcimiento que disfrutaron los jóvenes y durante el cual pudieron interactuar con los estudiantes del TCU, funcionarios de la UCR y miembros de los grupos culturales.

Por su parte, la directora del Centro de Formación Juvenil Zurquí, Rebeca Herrera destacó la coordinación que se hace en conjunto con la UCR y la presencia de la población estudiantil universitaria pues interactúa con la población privada de libertad y provee apoyo logístico en diversas áreas tanto prácticas como investigativas.

El proyecto “Apoyo al programa nacional de atención a la población penal juvenil” funciona desde el año 2007 y tiene como objetivo “fomentar en las y los privados de libertad conocimientos y capacidades que les permitan entender su realidad con el fin de contribuir al proceso de transformación de sus prácticas y actitudes delictivas”. De esta manera, se desarrollan procesos educativos de carácter popular que les permitan construir criterios para entender su entorno y su realidad.

A partir de la construcción de espacios educativos, recreativos, artísticos y lúdicos se quiere promover la participación activa de la población penal juvenil y ayudarla a mejorar sus condiciones de vida.

En este TCU participan estudiantes de las carreras de Ciencias Políticas, Trabajo Social, Psicología, Antropología, Sociología, Artes Dramáticas, Artes Plásticas, Artes Musicales, Derecho, Educación Física, Medicina y Nutrición.