La Ing. Guadalupe Pérez Rey, primera mujer graduada de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad de Costa Rica (UCR), recibió un homenaje por parte del Colegio de Ingenieros Civiles de Costa Rica, para conmemorar sus 50 años de incorporación a esa entidad.
Compartió la celebración con otros seis colegas ingenieros, entre los cuales destacó la Ing. Ivette Cambronero García, quien fue la primera mujer egresada de la carrera, pero que llegó a graduarse años después.
Con 89 años de edad, Pérez mujer pionera, recordó sus años de estudiante en la UCR, sus buenas y malas experiencias con algunos profesores y compañeros y contó anécdotas de esos días.
“Quiero recordar esa época, las dificultades que se nos presentaban por ser mujeres, que creían que tal vez no estábamos capacitadas para estudiar una profesión como era Ingeniería y a mi me molestaba un poco cuando los profesores nos mandaban a la pizarra y trataban de hacernos quedar mal”, contó Pérez.
También reconoció que no estuvo sola en ese camino, pues tanto Ivette Cambronero, como su compañera de estudios Cecilia Trejos, fueron parte de esas primeras mujeres que decidieron incursionar en un campo que se creía era solo para hombres.
El Ing. Óscar Saborío Saborío, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Civiles, manifestó su admiración por las personas que celebraron medio siglo de desempeño profesional y en especial por las ingenieras Cambronero y Pérez quienes son ejemplo de iniciativa y coraje.
En la actividad también se reconoció a los y las profesionales que cumplieron 25 años de incorporadas al colegio de Ingenieros Civiles.
Mujer de muchas facetas
De origen español, la Ing. Guadalupe Pérez llegó al país en 1946 y ya desde ese momento comenzó su preparación académica en la escuela Gregg. Su pasión por las matemáticas la llevó a ingresar a la Universidad a los 31 años a estudiar Ingeniería Civil.
Se graduó de la UCR y se incorporó al Colegio de Ingenieros Civiles en 1961. Trabajó por 39 años en la Oficina de Préstamos y Compras de la Caja Costarricense de Seguro Social, pero no solo se dedicó a la Ingeniería Civil.
Continuó sus estudios en otras áreas y se graduó en Artes Dramáticas y obtuvo una maestría en Literatura Latinoamericana también en la UCR. Su pasión por esas disciplinas la llevaron a actuar en algunas obras como La Segua y El cuarto oscuro. Asimismo, escribió 23 obras dramáticas, por una de las cuales, junto con Leda Cavallini, recibió el Premio Aquileo J. Echeverría en 1988.
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