¿Cómo pueden cumplir los centros de estudios superiores estatales la misión que les demanda la sociedad si no se les da lo que necesitan?, bajo esta interrogante se desarrolló la mesa redonda titulada Limitaciones que afectan a la Universidad Pública en el cumplimiento de sus funciones, derechos y responsabilidades, que se llevó a cabo en el auditorio del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
Allí se dieron cita como participantes el Dr. Luis Baudrit Carrillo, el Dr. Jorge Enrique Romero Pérez, la M.Sc. Rita Meoño Molina, el Dr. Leiner Vargas Alfaro y el Dr. Luis Fallas López como moderador de la actividad.
Requerimientos, derechos y responsabilidades
El Dr. Luis Baudrit, director de la Oficina Jurídica de la UCR expresó que si bien la sociedad exige empleos, conocimiento para procurar ascensos en puestos de trabajo y mejoras salariales, variables vinculadas con un título universitario, para que las universidades estatales mantengan su estatus de excelencia y sigan siendo la meta de la mayoría de los estudiantes de secundaria, necesitan de políticas estatales que las fortalezcan.
“El bachillerato no otorga aún una capacitación suficiente para el trabajo, tiene que existir una verdadera y completa educación. La universidad no se limita a formar profesionales, pues amplía los horizontes con una visión humanista e interdisciplinaria, no se debe enfocar la realidad desde los estrechos puntos de vista de cada carrera”, comentó Baudrit Carrillo.
La necesidad de títulos de la sociedad desemboca en la mercantilización de la enseñanza, sumó Baudrit Carrillo, y ahí es cuando sale a relucir que la educación universitaria no se puede impartir en horas y sea recibida en comprimidos farmacéuticos, “se requiere estudio, interacción entre alumnos y profesores, es preciso recuperar la noción de la universidad”, aseveró.
Respecto al compromiso docente Baudrit Carrillo dijo que “la creación de un ambiente universitario debe basarse en espacios de convivencia e interdisciplinariedad, no es posible avanzar con profesores de tiempo parcial pues del mismo modo no habría acción social, investigación ni docencia completa”.
El Dr. Jorge Enrique Romero Pérez, catedrático de la Facultad de Derecho destacó que las universidades como entes públicos tienen responsabilidades y es necesario que se cumplan satisfactoriamente por cada trabajador universitario para responder ante la demanda de la sociedad.
“El personal que allí labora es empleado o agente público y tiene responsabilidad civil, penal y administrativa, el problema se da cuando existe abuso de poder o conductas enfermizas que lesionan la autonomía de las universidades”, subrayó Romero Pérez.
Educación como lucrativo negocio
En esta mesa redonda organizada dentro del programa de Foros Institucionales que se realizaron en el mes de junio, los participantes coincidieron en que muchas de las limitaciones que sufren las universidades públicas responden al sistema político que predomina no sólo en Costa Rica, sino que en el resto de Latinoamérica, el cual incentiva la privatización de la educación.
La M.Sc. Rita Meoño Molina, profesora universitaria, manifestó que el sistema capitalista desarrolló en los últimos 30 años un modo financiero que busca mercantilizar la educación.
Para Meoño Molina la sociedad contemporánea está siendo subordinada a las exigencias del sistema, invadiendo dominios antes no explorados para convertir a la misma sociedad en un gran mercado, “hoy todo parece tener la capacidad de convertirse en mercancía, cualquier actividad, la educación superior no escapa y está siendo mercantilizada aún siendo un derecho fundamental para las personas”, acotó.
Ante esta triste e injusta realidad, la experta mencionó que las universidades públicas sin embargo son altamente reconocidas por su calidad, investigación y aporte al desarrollo del país, “estos centros estatales mantienen el 80% de los posgrados, ofreciendo excelencia académica a sus estudiantes, pero su reto también es investigar críticamente para dar un panorama exacto sobre nuestras realidades”, agregó.
Finalmente el Dr. Leiner Vargas Alfaro hizo énfasis en que dentro de las universidades estatales se busca formar profesionales críticos capaces de transformar la cotidianidad, característica que identifica a la mayoría de los egresados.
A pesar de ello, para Vargas Alfaro la “borrachera neoliberal” ha golpeado al país de tal forma que no se ha podido retomar el rumbo y se ha dado una pérdida de la visión o del proyecto universitario, pues se ha sustituido el liderazgo académico por el clientelismo político y cadenas sin fin de alianzas para participar del poder.
“Existen los cimientos de un proceso de cambio que no termina de germinar, pero que daría vida al renacer del pensamiento tico del siglo XXI. No se trata de promover los pensamientos individuales, sino más bien los colectivos, o sea, elaborar un proyecto más incluyente”, indicó Vargas Alfaro.
Una de las conclusiones a las que llegaron los participantes de este foro es que la transformación de la educación superior costarricense que es pretendida por la clase política dominante y sectores aliados, corresponde a un intento por concretar una mutación de su esencia solidaria, resultado que sería catastrófico para el país.
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